Galicia deberá sacar de la carretera más de 234.000 coches antes de 2030

Es el cálculo que hace la Xunta para poder cumplir con las exigencias europeas de rebaja de gases de efecto invernadero | Supone renovar 234.000 turismos y 38.000 vehículos pesados

Tráfico en Vigo.

Tráfico en Vigo. / Ricardo Grobas

Paula Pérez

Paula Pérez

Galicia tiene siete años para renovar el 15 por ciento de su parque de automóviles si quiere cumplir con las exigencias europeas de reducir en un 40 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero. La Xunta, en su Estratexia de Mobilidade, calcula que para alcanzar ese objetivo será necesario transformar más de 234.000 turismos y 37.800 camiones y furgonetas en vehículos menos contaminantes (eléctricos o híbridos). Para ello la Consellería de Infraestruturas plantea “ecoincentivos” dirigidos a quienes adquieran coches poco contaminantes como implantar bonificaciones en peajes y aparcamientos, rebajas en el coste del combustible o la recarga eléctrica, reservarles plazas de estacionamiento, además de permitirles el acceso a zonas restringidas de bajas emisiones en el centro de las ciudades. También se subvencionarán los puntos de recarga en edificios y empresas.

Es un objetivo, en todo caso, ambicioso. El parque móvil de Galicia está compuesto por 1.564.919 turismos, 253.991 camiones y furgonetas, 4.811 autobuses, 166.060 motos y 15.000 tractores, según las estadísticas de la Xunta. Y hay un predominio claro del diésel. El 99,75 por ciento de los turismos emplean motor de combustión, mientras que en el caso de los pesados asciende al 99,83 por ciento. Es decir, los vehículos de bajas emisiones son prácticamente testimoniales dentro del parque móvil gallego.

Infraestruturas propone rebajas en peajes y parkings para coches eléctricos

Sin embargo, en el objetivo de avanzar hacia la descarbonización y alcanzar la ansiada neutralidad climática –con cero emisiones de gases de efecto invernadero– la UE ha fijado a los estados miembros el objetivo de rebajar un 40 por ciento las emisiones contaminantes en 2030 respecto a los datos de 1990.

La Xunta lo ve factible. “En los próximos años se podrían llegar a los objetivos establecidos por Bruselas”, señala en su Estratexia de Mobilidade. “Para poder llegar a esa meta será necesario reducir por lo menos un 15 por ciento la flota de vehículos ligeros y pesados con motor de combustión a favor de otras alternativas menos contaminantes”, señala.

Así, recalca que esta renovación del parque móvil permitirá “garantizar una mejor calidad del aire, lo cual resulta no solo beneficioso para el medio ambiente, en general, sino también para luchar contra el cambio climático y para la salud de las personas”.

Pero no será un camino fácil. En primer lugar, Galicia tiene un índice de motorización por encima de la media nacional debido a la dispersión de su territorio. Y además la Xunta advierte de la elevada edad media de los vehículos. Los motores antiguos son más contaminantes. Esto se refleja en el predominio de vehículos sin distintivo ambiental o con etiqueta amarilla –la peor cualificación–, según argumenta la Xunta.

Ahora solo el 0,25% de los turismos que circulan son poco contaminantes

Por otro lado, los vehículos eléctricos presentan todavía algunas desventajas. La Estratexia da Mobilidade cita, por ejemplo, su autonomía reducida limitada por la capacidad de la batería, la escasa oferta de vehículos, el elevado precio de compra y la falta de puntos de recarga.

Un vehículo eléctrico de gama media, por ejemplo, cuesta un 30 por ciento más caro que uno de combustión. Y además, de momento, solo hay 600 puntos de recarga. La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones ha calculado que serían necesarios 15.000 más de aquí a 2030.

A pesar de todas estas dificultades el cambio parece imparable. La UE prohibirá la venta de coches diésel y gasolina a partir de 2035, aunque se podrá seguir circulando con este tipo de vehículos hasta 2050. Además las ciudades están obligadas a implantar zonas de bajas emisiones en las que no podrán acceder vehículos contaminantes.

La transición será, por lo tanto, casi forzada. Existen ya ayudas estatales para la compra de vehículos eléctricos, pero la Xunta plantea además otros incentivos no económicos que van desde bonificar peajes o aparcamientos a la reserva de plazas de estacionamiento. El transporte público es uno de los pilares de la nueva movilidad y deberá también renovarse. Infraestruturas plantea lanzar programas plurianuales de incentivos para renovar el parque de autobuses e insta a las administraciones a comprometerse dejando de adquirir vehículos diésel y gasolina.

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La edad media de los coches que circulan por las carreteras de Galicia se sitúa en los 13,9 años. Según los datos de la patronal de las concesionarias, Faconauto, Galicia es la segunda comunidad, solo por detrás de Castilla y León (14,1 años) con la mayor antigüedad de su parque de automóviles.

La edad de los coches en Galicia se sitúa así por encima de la media estatal de 13,6 años.

Cuanto más antiguos los vehículos, más contaminantes. Y eso supondrá un problema sobre todo cuando en las ciudades se restrinja el acceso al centro a aquellos automóviles que no cuenten con un dispositivo que acredite que son de bajas emisiones.

La antigüedad de la flota de vehículos de Galicia ha ido en aumento en los últimos años. Así, la edad media del parque automovilístico ha crecido en 0,2 años respecto a 2020.

La razón es que desde la pandemia se compran menos coches nuevos. La inflación y el alto precio de los carburantes está frenando el mercado de compraventa. Comprarse un automóvil es cada vez más caro. El precio medio alcanzó en junio pasado los 20.556 euros, de acuerdo a los registros oficiales de la Agencia Tributaria, 2.400 euros más respecto a los valores prepandemia.

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