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Vigo carece de puntos de recarga para vehículos eléctricos en la vía pública

El acuerdo del Concello con la adjudicataria de la zona azul contempla la instalación de 27 postes entre los años 2018 y 2023, pero todavía no se ha colocado ninguno

Punto de recarga de Nueva Pescanova. Marta G. Brea

Mientras la ciudad reclama a gritos la conexión de Stellantis a la red de Muy Alta Tensión (MAT), clave para la fabricación de vehículos eléctricos –que darán de comer a más de la mitad de la fábrica de Balaídos desde 2026–, no existe un solo punto de recarga de estos automóviles en la zona azul a pesar de que, por contrato, debería haber 27 este año. Es una realidad preocupante: las zonas de bajas emisiones, a las que solo podrán acceder los coches menos contaminantes, entrarán en vigor próximamente. La opción que tienen los conductores de eléctricos o híbridos enchufables si desean poner a punto su coche fuera de casa es acudir a un parquin, un centro comercial, la Universidad, el Parque Tecnolóxico e Loxístico (PTL) de Valladares, el Lidl de Jacinto Benavente o el Burger King de la avenida de Madrid, entre otros lugares. Las alternativas en la vía pública en el casco urbano son inexistentes.

La ciudad carece de puntos de recarga para motos y coches eléctricos en la vía pública

La prestación del servicio municipal de la zona azul –también conocida como ORA (Ordenanza Reguladora de Aparcamiento) o XER (Xestión de Estacionamento Regulado)– fue adjudicada por 23,4 millones de euros a la empresa Dornier en diciembre de 2017 –se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Pontevedra a mediados de 2018– y se extiende 10 años, con opción a dos prórrogas de doce meses cada una. Una de las medidas contempladas en el acuerdo de la empresa con el Concello era la instalación de puntos de recarga de coches eléctricos en algunas de las plazas de la zona azul con el objetivo de favorecer e impulsar la transición verde de la movilidad, que ya es una realidad imparable: la Unión Europea vetará los vehículos de combustión en 2035.

El compromiso para el primer año desde el inicio de la prestación del servicio, en 2018, era colocar nueve postes de recarga –en la sede de la Diputación (Oporto), en la del Instituto Nacional de la Seguridad Social (García Barbón), Praza do Rei (Concello), Pizarro (Urgencias), Eduardo Iglesias (mercado do Progreso), Paseo de Granada (Policía Local), Salamanca (Povisa), Ecuador (El Corte Inglés) y Pintor Colmeiro (centro de salud) con un presupuesto de 47.250 euros– y, hasta 2023, 18 más hasta un total de 27. Es más, hasta se concreta el modelo y la empresa que los suministrará. No se ha instalado ni uno. La situación es alarmante si se tiene en cuenta que las plazas de la XER están afectadas por las zonas de bajas emisiones, que deberían empezar a funcionar este mismo año. En román paladino: se permitirá el acceso, entre otros, a los vehículos eléctricos, pero tendrán muy limitadas las opciones de recarga si el panorama no varía.

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada en mayo de 2021 en el Congreso de los Diputados, establece que, en 2023, los municipios de más de 50.000 habitantes deberán adoptar planes de movilidad urbana sostenible que introduzcan medidas para reducir las emisiones derivadas de la movilidad, entre ellas, las zonas de bajas emisiones, en las que no podrán entrar los automóviles diésel con más de 15 años de antigüedad –20 si su motor es de gasolina–, independientemente de que su estado de salud diga lo contrario. En Vigo, según el padrón elaborado por el Concello, son más de 110.000 los vehículos que, por su antigüedad, probablemente, tengan vetado el paso a áreas restringidas: más del 40% de la totalidad del parque móvil olívico.

El parque móvil de Vigo

TOTAL

Eléctricos

TURISMOS

151.482

MOTOCICLETAS

403

FURGONETAS

30.994

9.005

179

37

CICLOMOTORES

11.555

46

Simón Espinosa

El parque móvil de Vigo

TOTAL

Eléctricos

TURISMOS

151.482

403

MOTOCICLETAS

FURGONETAS

30.994

9.005

179

37

CICLOMOTORES

11.555

46

Simón Espinosa

El parque móvil de Vigo

TOTAL

Eléctricos

TURISMOS

MOTOCICLETAS

151.482

30.994

403

179

FURGONETAS

CICLOMOTORES

9.005

11.555

37

46

Simón Espinosa

La norma señala 2023 para la activación de las ZBE, pero no concreta si a 1 de enero o 31 de diciembre, por lo que se puede entender que el plazo comprende los 12 meses del año que viene. Son las administraciones locales las que se deben encargar de perfilar las condiciones. El Concello de Vigo las indicará en una ordenanza en la que trabaja desde hace meses en base a las cuatro zonas de bajas emisiones ya definidas, anunciadas en septiembre: dos en el centro –entorno de la Alameda, Príncipe y Beiramar y proximidades de la Praza de Portugal–, una en Bouzas y otra en O Calvario.

Precisamente, la falta de puntos de recarga es uno de los factores que alejan a los conductores del acceso a los vehículos eléctricos, así como su elevado precio y la escasa autonomía. Estos motivos explican que, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), tan solo haya poco más de 400 turismos eléctricos en la ciudad, una cifra que avanza con el paso del tiempo, pero sigue representando una parte muy reducida del parque: poco menos del 0,003%, una cantidad irrisoria. Tres años antes, la DGT indicaba la existencia de 167. Este club engorda ligeramente su número de miembros con la suma de las motocicletas (179), ciclomotores (46), furgonetas (37) y camiones (16).

Fotovoltaicas notan un bum de pedidos por los coches de empresa híbridos y eléctricos

Los puntos de recarga no llegan a la vía pública de Vigo, pero sí a las grandes compañías de la urbe olívica y sus alrededores. Las fotovoltaicas más próximas están notando un aumento importante de empresas que demandan las llamadas electrolineras, ya sea para su flota o para los vehículos de los empleados que diariamente acuden a sus puestos de trabajo. Así lo destaca José María Fariña, director de Volfter, resaltando que están percibiendo “una subida importante” de este tipo de pedidos. “Antes solo solicitaban presupuestos de instalaciones de placas y ahora nos piden que vayan acompañados de algún punto de recarga porque están pensando incorporar coches eléctricos o híbridos”, comenta.

El pasado año instalaron ocho, pero este esperan llegar al centenar por lo menos. Ellos mismos ya han colocado dos puntos de recarga en su sede, porque cuentan con sendos automóviles enchufables que están a disposición de sus profesionales, pero no son los únicos que dan fe de este auge de electrolineras. Desde Pansogal, su director comercial, Manuel Fernández, evidencia más de lo mismo. “La demanda de los puntos de recarga, la demanda alta, la empezamos a notar a mediados de 2022. Antes sí que habíamos instalado alguno, pero no tantos como hasta ahora. Llevamos ya muchos”, afirma. En su caso, vienen de instalar 16 en la Real Casa de la Moneda (Madrid), un edificio emblemático y ahora también moderno.

El bum de movilidad eléctrica también lo sienten en LM8 Solar, que por su parte suministra material a instaladores. Según indican, los puntos de recarga son la “tendencia” y se verán cada vez más en los próximos años. En ello, precisamente, ya trabaja la industria. “Los fabricantes inversores están haciendo puntos de recarga de coches como producto novedad en su portafolio. Todos están metiéndose en eso, desde el año pasado empezaron a hacer diferentes modelos para instalar en empresas y en electrolineras”, manifiesta al respecto su responsable de marketing, Daniel Jiménez.

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