La madera gallega alcanza 2.800 millones de negocio en el año de la crisis energética

La facturación de la cadena forestal crece en 200 millones el año pasado, según datos de la Xunta | Su condición “verde” y su alternativa a la electricidad, claves en el auge

Recogida de una tala de madera en un monte de Cambados.

Recogida de una tala de madera en un monte de Cambados. / Noé Parga

La madera está de moda por múltiples motivos. Resulta más sostenible que plásticos u otros materiales, sirve para fabricar papel y es un combustible alternativo a la electricidad que permite calentar una casa con menor coste en la factura, especialmente en un año en el que luz y gas batieron récords de encarecimiento. Estas circunstancias han avivado el negocio de la cadena forestal en Galicia hasta situar la facturación prevista para el cierre del año pasado en el entorno de los 2.800 millones de euros, alrededor de 200 millones más que en 2021, justo en un ejercicio marcado por la crisis energética.

La cadena monte-industria en Galicia constituye no solo un valor refugio para miles de propietarios de terrenos forestales que no se dedican a esa actividad y que la utilizan como complemento, sino que se trata de un sector clave en una comunidad que ha experimentado un bum en los últimos años. En 2021, la facturación creció un 29% respecto a un 2020 marcado por la irrupción de la pandemia de COVID-19 hasta alcanzar 2.578 millones, el máximo desde 2006. La Axencia Galega da Industria Forestal, dependiente de la Consellería de Medio Rural, estima que la cifra creció hasta los 2.800 millones al cierre del año pasado, tras realizar cálculos a partir de los datos cerrados de los nueve primeros meses del ejercicio, según un informe que el Gobierno gallego analizará hoy en la reunión semanal del Consello y en cuya elaboración han participado expertos de la Universidade de Vigo.

Ese aumento del negocio vinculado a la madera y sus diferentes usos no se limita al auge del recurso a la leña como combustible alternativo a la electricidad, sino que se vincula a una tendencia de los últimos años. “El incremento se basa en la demanda creciente que se viene produciendo tanto de madera como de productos basados en madera”, apuntan fuentes de la Consellería de Medio Rural, que recuerdan la subida de facturación en todos los subsectores relacionados con la madera, como los remates, los tableros o la pasta de papel.

“Durante estos años hubo una demanda creciente, entre otras razones, motivada por la sustitución continuada de productos con una mayor pegada de carbono, lo que aumentó los precios de los productos e intensificó los mercados de la madera. Este aumento, debido a la necesidad de madera por la alta demanda, se trasladó a lo largo de la cadena”, explican desde el departamento dirigido por José González.

Todos los subsectores derivados de la madera protagonizaron este fenómeno alcista en un momento no solo de crisis energética y fiebre por la leña para usar el fuego como alternativa económica a la calefacción eléctrica ante el encarecimiento de esta, especialmente tras la guerra en Ucrania, sino también de incertidumbre por el futuro de Ence, la fabricante de pasta que compra gran parte de la producción de los montes gallegos. “Se produjo más, se vendió más y a mejores precios”, resume el informe de la Axencia Galega da Industria Forestal.

Con los datos cerrados de 2021, casi la mitad de la facturación del sector maderero corresponde a los tableros y la pasta de papel, con 1.115 millones de euros, lo que supone un 25% más que el ejercicio previo. En la lista siguen la segunda transformación, los remates, el serrado y la biomasa.

La fabricación de tableros y pasta de papel copan casi la mitad de la actividad

La exportación también creció y permitió alcanzar en 2021 los 1.000 millones de negocio, cantidad que Medio Rural cree que se superó el año pasado.

Este crecimiento evidencia las potencialidades del monte gallego. La sociedad contemporánea vive un momento de cambio y los fondos Next Generación pretenden facilitar una transición hacia sistemas más sostenibles y con menor impacto ambiental. En ese escenario, la madera está llamada a ejercer un papel protagonista. Las previsiones apuntan a que la demanda de este recurso se disparará un 24% en diez años en Europa con una producción que solo crecerá un 6%.

Previsiones de futuro

La Xunta considera que se trata de una oportunidad para el monte gallego. El Plan Forestal prevé elevar un 30% la producción en dos décadas, pasando de 9 millones de metros cúbicos anuales a 12, aunque el reto pendiente es incrementar su valor añadido. Si se logra, la facturación podría crecer hasta un 50%, según los expertos. Para fomentar la consecución de esas metas, Medio Rural destinará 55,5 millones este año al impulso de la industria forestal-maderera.

De momento, las cortas de madera en los montes gallegos alcanzaron los 10,56 millones de metros cúbicos el año pasado, medio millón más que la media de 10 millones alcanzada entre 2018 y 2021. Los distritos forestales de Ferrol, Bergantiños-Mariñas Coruñesas y Santiago-Meseta interior alcanzan 1,2 millones de metros cúbicos cada una.

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