La extraordinaria ola de incendios que sacude las provincias de Lugo y Ourense ha arrasado ya 19.000 hectáreas y se ha llevado por delante al menos 85 viviendas y edificaciones, en particular en O Courel y Valdeorras. En estas dos zonas, además, se ha tenido que desalojar a más de 1.400 personas de 80 núcleos de población, según la última información aportada por la Consellería de Medio Rural . Algunos de esos vecinos ya han podido regresar a sus casas.

En concreto, han tenido que salir de sus viviendas más de 900 personas en alrededor de 60 núcleos de población en los fuegos de Folgoso do Courel y A Pobra do Brollón —convertidos ya en uno solo—. En casi una veintena de estos lugares, los vecinos "ya pueden volver a sus casas con seguridad", de acuerdo con la consellería.

El incendio de Carballeda de Valdeorras ha obligado a dejar sus casas a 500 personas de alrededor de 20 aldeas. "Algunos vecinos ya regresaron a sus domicilios a medida que las condiciones de seguridad lo han permitido", apunta este mismo departamento a través de sus redes sociales oficiales en la tarde de este martes.

Hasta esta mañana, el recuento de construcciones calcinadas por las llamas se elevaba a 85, 10 en la zona de O Courel y 75 en Valdeorras.

13

Las llamas ponen en jaque el oriente gallego Brais Lorenzo

Dispositivo de atención

Para hacer frente a la gran cantidad de desalojados la Xunta activará un dispositivo extraordinario de Protección Civil para prestar la atención necesaria a los vecinos. Se trata de una medida inédita en la comunidad, según el Gobierno gallego.

En el marco de este dispositivo extraordinario se crearán equipos de voluntarios de Protección Civil integrados en los Puestos de Mando Avanzados (PMA) de A Pobra do Brollón y de O Barco de Valdeorras, que contarán con un coordinador encargado de organizar los miembros de Agrupaciones de Voluntarios de Protección Civil (AVPC) de toda la comunidad en labores de apoyo y logística.

A estos puntos deberán trasladarse las personas desalojadas a causa de los incendios y que precisan volver a sus viviendas, tanto las que están alojadas en pabellones y lugares habilitados como en viviendas de familiares o personas allegadas. La Xunta remarca que los evacuados deben acudir siempre a los puntos habilitados para solicitar entrar en sus viviendas y no pueden hacerlos "solos".

El vicepresidente segundo de la Xunta, Diego Calvo, ha apelado a la concienciación de la población para que comunique a los equipos de Protección Civil en los puestos de A Pobra do Brollón y de O Barco de Valdeorras la ayuda que necesiten. Los traslados de este tipo tendrán que ser siempre autorizados por el puesto de mando teniendo en cuenta la situación de los fuegos en cada momento.

En el caso de ser posible la visita, los efectivos de Protección Civil se encargarán de acompañar las personas autorizadas a visitar sus hogares con el objetivo de "garantizar su seguridad". La Xunta subraya que se evita que la ciudadanía se ponga en riesgo y que se les ocasionen incidentes a los profesionales que trabajan en la extinción de los fuegos mientras estos siguen activos.