Galicia es incapaz de despertarse de la pesadilla de los incendios. El fuego arrasa todo lo que encuentra a su paso, incontrolable. La situación es cada vez más desesperante en el interior de las provincias de Lugo y Ourense, donde a raíz de las tormentas de la semana pasada se prendieron las llamas que este martes ya calcinan más de 19.000 hectáreas en toda la comunidad. "Estos incendios tienen un comportamiento que nunca se había visto en Galicia", aseguran desde la Consellería de Medio Rural al recibir los informes de los efectivos que luchan en los montes contra el fuego. José González, conselleiro, ha afirmado esta mañana que las llamas se comportan con "extraordinaria virulencia" y de forma "errática", sobre todo en las horas centrales del día, lo que provoca que "no funcionen las técnicas de extinción".

Los dos incendios más grandes continúan activos y sin control. En concreto, se trata del fuego en Carballeda de Valdeorras (Ourense), parroquia de Riodelas, que el lunes saltó el Sil y arrasa 7.500 hectáreas, con una Situación 2 —de peligro para casas— por su proximidad al núcleo de Candeda, además de afectar al parque natural de Serra da Enciña da Lastra. Por su parte, el macrofuego de Folgoso do Courel-A Pobra do Brollón (Lugo) —se juntaron cuatro fuegos, dos de Vilamor y dos de Saa— calcina 4.900 hectáreas, con una Situación 2 tanto en el núcleo de Parada dos Montes (Folgoso) y Busto (A Pobra).

A esto se suma otro fuego en Folgoso do Courel, parroquia de Seceda, de 1.100 hectáreas. Aquí, hay Situación 2 activada por proximidad al fuego del núcleo de Gamiz. El cuarto fuego con más superficie quemada es el de Vilariño de Conso (Ourense), parroquia de Padroalbar, con 2.650 hectáreas dentro del parque natural de O Invernadoiro.

"SE IRÁ FACILITANDO EL ACCESO A LAS ALDEAS EN FUNCIÓN DE CÓMO EVOLUCIONE LA SITUACIÓN"

El conselleiro de Medio Rural, José González, declara que se irá "facilitando acceso a aldeas" de los vecinos en función de cómo evolucione la situación. Señala que el pasado lunes hubo "cercanía de llamas" a una veintena de aldeas de Valdeorras y O Courel. Así, cuando los criterios técnicos lo permitan, se irá dejando volver a las personas, asegura.

Asimismo, indica que los trabajos realizados la pasada madrugada del martes "están siendo efectivos" con contraincendios y palas, a lo que se une una bajada de las temperaturas.

José González defiende que "había muchos medios en diferentes incendios", que iban "recolocando continuamente" en función de las necesidades. Remarca que ahora mismo el Gobierno gallego cuenta con dos puestos de mando avanzado en O Barco y en A Pobra do Brollón.

Preguntado sobre la visita esta tarde de martes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la zona de Valdeorras, el conselleiro de Medio Rural ha explicado que la coordinación entre Xunta y Estado está funcionando "bien". Señala que trabajan conjuntamente medios aéreos de ambas administraciones, aunque "en ocasiones ni siquiera pudieron trabajar en el frente del fuego por el humo".


Otros fuegos

En la provincia de Lugo, están activos los fuegos de Palas de Rei, parroquia de Ramil (controlado, 375 hectáreas); y Cervantes, parroquias de Noceda (estabilizado, 100 hectáreas) —que la Xunta da por controlado—, Donís (controlado, 75 hectáreas) y Cereixedo (65 hectáreas). Además, la lista en Lugo se completa con dos fuegos en Quiroga, el de Outeiro está controlado (250 hectáreas) y el de Nocedo está estabilizado (15 hectáreas). El de Antas de Ulla, parroquia de Santa Mariña de Castro de Amarante, también está controlado (40 hectáreas).

Ya en la provincia de Ourense, además de los citados en Valdeorras e Invernadoiro, los fuegos más grandes de los que informa Medio Rural son los tres del municipio Oímbra que entraron desde Portugal. Por un lado, el de la parroquia de Rabal (750 hectáreas), donde la Situación 2 acaba de ser activada de nuevo esta tarde por la proximidad de las llamas al núcleo de Feces de Cima, en Verín. El de parroquia de San Cibrao calcina 400 hectáreas, con una Situación 2 desactivada. El tercero de Oímbra es el de la parroquia de Videferre (350 hectáreas), que la Xunta da por estabilizado.

Sin cambiar de provincia, los fuegos de los que informa Medio Rural se completan con Ribadavia, 67,83 hectáreas quemadas, que está extinguido desde las 11.30 horas.

El único incendio fuera de Lugo y Ourense es de Rodeiro (Pontevedra), parroquia de Guillar, con 200 hectáreas afectadas.

Alixo, en O Barco, la zona cero

Así como en 2017 Chandebrito (Nigrán) fue la zona cero de los voraces incendios de ese año, el de ahora bien podría ser Alixo, en O Barco de Valdeorras, (Ourense) donde las llamas han reducido a cenizas una quincena de casas, algunas habitadas, otras utilizadas como segunda residencia y alguna más en proceso de rehabilitación.

Los vecinos fueron evacuados a la fuerza por la proximidad del fuego. Una parte del pueblo se salvó, pero otra no. Quedaron paredes y piedras carbonizadas ante la desolación expresada por sus propietarios, impotentes para frenar las llamas.

Isabel Pérez, de Alixo, que fue a sacar a su padre con una enfermedad respiratoria y a su madre de la casa donde había pasado toda su infancia. “Salí de mi casa de O Barco, fui a cogerlos y los llevé de nuevo para allí, a un sitio seguro. Queríamos volver a subir para ayudar en lo que pudiéramos y defender nuestro pueblo y nuestras casas pero no nos dejaron”.

El origen, la tormenta de los 6.000 rayos

El jueves a media tarde Galicia quedó bajo la influencia de una gran tormenta, inusual por la rapidez con que se formó y por su extensión, que parecía que iba a aliviar las altas temperaturas. Dejó precipitaciones, pero pocas, pero también unos 6.000 rayos que provocaron al menos medio centenar de incendios que convirtieron la ola de calor también en una ola de fuegos por toda Galicia, especialmente en Lugo y en Ourense, que hoy cumple su quinto día.