Cuando el ministro de Universidades, Joan Subirats, presentaba hace unos días el anteproyecto de la Ley orgánica del sistema universitario destacaba que los campus no son un lugar solo para jóvenes, sino que debían abrirse también a la formación continua, ofertando microcursos de actualización. Ampliando esa perspectiva, la LOSU permitiría también que los ciudadanos que “no dispongan de la titulación académica exigida legalmente”, tipo Bachillerato con selectividad o FP de grado superior o alguna de las pruebas de acceso para mayores de 25 o 45 años, por ejemplo, puedan acceder a las carreras.
La legislación, todavía no definitiva, dedica un artículo a ese acceso. Incide en que el objetivo es “facilitar la actualización de la formación y la readaptación profesionales”. No da detalles de cómo se concretaría esa alternativa, sino que alude a que “el Gobierno, previo informe del Consejo de Universidades, establecerá reglamentariamente las condiciones y regulará los procedimientos” para el acceso a la universidad de quienes acrediten una “determinada experiencia laboral o profesional”, pero sin contar con lo que la ley exige.
Una vía que ya existe, pero a partir de los 40
En teoría, el acceso por la vía profesional sin poseer titulación académica para acceder a los campus por cualquier otro camino ya existe, pero se restringen a quienes tienen 40 o más años. En la UVigo, por ejemplo, no se contemplaría esa opción, que queda al criterio de las instituciones superiores implementar. En la Universidade de Santiago sí. En su web explicita una modalidad de acceso específico para “personas mayores de 40 años que acrediten experiencia laboral y profesional relacionada con el título de grado que deseen estudiar”. A esos candidatos se les exige “acreditar experiencia laboral y profesional relacionada” con el grado que aspira a cursar y además “superar” una entrevista personal de adecuación de la experiencia al perfil de título solicitado.
Escasa demanda en la actualidad
En la actualidad, los campus reciben a alumnos que han aprobado Bachillerato más la ABAU, a técnicos superiores, a otros graduados universitarios o tras superar las pruebas de acceso para mayores de 25 años o las adaptadas para mayores de 45. Sin embargo, estas últimas no son alternativas masivas. En Galicia solo 60 personas se presentaron el pasado año a las pruebas de acceso para mayores de 25 años y aún menos, 25, para las de mayores de 45. Además, según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación, desde 2015 no se habrían registrado accesos por esa opción solo profesional con entrevista en la comunidad. En todo el Estado el pasado año los aspirantes ascendieron a 829 personas –la mayoría, un total de 251, de Andalucía– y solo 391 constan como “aprobados”.
