Aunque las perspectivas demográficas a corto plazo son un poco más generosas que en los últimos años, los campus gallegos exploran desde hace tiempo vías para captar más inscritos, como abrirse a grados semipresenciales y a distancia.
La UVigo fue pionera con Dirección y Gestión Pública y el reitor de la USC, Antonio López, insta a aprovechar esa posibilidad en posgrado o doctorado, ya que en Latinoamérica hay una gran presión por acceder a la universidad y “dificultades” para cubrir la demanda.
Pero no son los únicos caminos que las universidades gallegas transitan para engordar sus matrículas, caminos que ahora el Real Decreto por el que se establece la organización de las enseñanzas universitarias y el procedimiento de aseguramiento de su calidad, en proyecto, regula, entre ellos los minicursos para desempleados sin título universitario o los grados con mención dual, tipo FP. Ambas opciones se recogen en la norma sometida a participación pública en el Ministerio de Universidades y que el SUG (sistema universitario gallego) aprueba. De hecho, alegan desde el SUG, son opciones a las que ya recurren.
“Nos parecen (propuestas) muy interesantes de cara a hacer una oferta cada vez más atractiva y con más posibilidades, tanto al estudiantado procedente de bachillerato como al que ya está desarrollando su actividad profesional y precisa, cada vez más, formación continua”, sostiene desde la Universidade de Vigo el vicerreitor de Ordenación Académica y Profesional, Manuel Ramos, para quien “todo lo que sea abrir posibilidades” al margen de las modalidades de grado, máster y doctorado será “beneficioso para la captación”. “Y apostaremos por ello”, añade, aunque “priorizando” las titulaciones propias para llegar a un público “nuevo y al que la universidad tiene mucho que aportar”.
En concreto, indica que si bien el nuevo decreto introduce cierta reglamentación de los títulos propios, incluidos aquellos para “actualizar conocimientos” y “contribuir a una mejor inserción laboral” de no titulados con un tope de 30 créditos (la normal cita hasta micromódulos de 15), estos títulos propios ya se ofertaban y la UVigo “quiere potenciar bastante” esta oferta con la Escola Aberta de Formación Permanente.
“Nuestra intención es potenciarlos, ya que la formación a lo largo de la vida y para la capitación profesional es uno de los ejes de futuro de la universidad”
Igual se pronuncia desde la Universidade da Coruña la vicerreitora de Planificación Académica e Innovación Docente, Nancy Vázquez: “Valoramos positivamente esta opción”, alega, dado que la UDC debe “dar respuesta a las demandas formativas de la sociedad”. En su caso ofertan cursos de especialización desde 25 créditos abiertos a profesionales sin título universitario y que reúnen los requisitos. “Contamos con profesorado capacitado para actualizar los conocimientos que demanden distintos perfiles profesionales”, afirma.
La USC ya oferta asimismo “formación a demanda” a disposición de colectivos, empresas o instituciones que requieren formación especializada que “intenta dar respuesta a demandas concretas”, explica su vicerreitora de Titulacións e Captación Internacional, María José López, y suelen ofrecerse en condiciones “más ventajosas” a desempleados.
Los títulos duales son otra opción que regula el decreto y por la que la UVigo “apuesta”. De hecho, en julio presentarán la verificación del Grao Dual en Automoción, pionero en Galicia, y ya trabajan en una segunda titulación de este tipo, al verlas una opción “muy interesante de cara a la empleabilidad de los egresados”. Ramos alega que el sector de la automoción se implica y eso prueba el “mucho interés” hacia esta formación.
La UDC ya oferta el Grao Dual en Enxeñaría Eléctrica, “de momento único grado dual de Galicia”. Mientras, la USC trabaja para implantar en 2022/23 el Grao en Innovación Gastronómica e Xestión Hoteleira, con el Centro Superior de Hostelería de Galicia, y se declara “abierta” a las empresas para incorporar la perspectiva práctica en los planes de estudio, explica López Couso, de modo que ven “positivo cualquier avance en este sentido, siempre y cuando se haga atendiendo”, matiza, a sus “capacidades”.
Para López, “el marco legal no deja lugar a dudas sobre lo que estamos dispuestos a aplicar”. “La universidad debe aspirar a la “máxima calidad” al formar y a la vez la ordenación de enseñanzas mostrar “sensibilidad con las nuevas necesidades profesionales” y “flexibilidad” para dar respuestas “efectivas a las necesidades concretas del mercado de trabajo y de la sociedad”, declara. “El éxito”, añade, vendrá de la capacidad de combinarlas para definir un marco de formación “ágil” y que oferte soluciones “eficientes a las necesidades de cada momento, salvaguardando la misión de la universidad como institución preservadora y generadora de conocimiento”.
Un “acierto” ir al máster sin acabar el grado
Uno de los aspectos que aparece regulado en el proyecto de Real Decreto por el que se establece la organización de las enseñanzas universitarias difundido en el Ministerio de Universidades es que, si bien la regla seguirá siendo tener el grado para poder acceder al máster, este requisito podría obviarse de forma “excepcional”, permitiendo “que un o una estudiante de grado al que le resten por superar el trabajo de fin de grado y como máximo una única asignatura de hasta 9 créditos ECTS, podrá acceder y matricularse en un máster universitario”.
Tanto la UVigo como la UDC dan la bienvenida a esta posibilidad. El vicerreitor de Ordenación Académica de Vigo, Manuel Torres, señala que “fue algo intensamente demandado por las escolas de Enxeñarías y los colegios profesionales de ese ámbito” y que “ahora el decreto lo contempla y además abre la posibilidad a otros ámbitos”. “Nos parece una medida muy acertada”, sostiene, dado que desde la institución olívica entienden que “permitirá continuar los estudios a los estudiantes, sin tener que interrumpirlos un año porque no fueron capaces de finalizar el grado por unas pocas materias”. Concede, no obstante, que “tiene que tener unos límites en cuanto a materias pendientes, como así se hace” y avanza que la Universidade de Vigo la pondrá “en marcha en cuanto esté aprobada”.
La vicerreitora de Planificación Académica de la UDC, Nancy Vázquez, lo ve bien: “No nos parece mal, teniendo en cuenta que además tendrá prioridad para el acceso al máster los estudiantes que tengan finalizados sus estudios de grado. Así que no perjudica a nadie y, en cambio, les puede permitir a algunas personas agilizar el fin de sus estudios”.
Otro punto del nuevo decreto, explica Ramos, es que “flexibiliza” las dobles titulaciones, “al dejarlas directamente en manos de las universidades”, sin pasar por el gobierno autonómico, como hasta ahora. “Será una línea nueva por la que seguiremos apostando”, afirma, dada su eficacia para atraer estudiantes con nota de acceso muy alta, señala. Con Carmen Pomar en Educación la Xunta intentó ponerles coto al entender que los campus inflaban así “títulos carentes de demanda”.
