Esta semana el ministro Joan Subirats daba a conocer las líneas maestras de la nueva Ley orgánica del sistema universitario, un texto que implica un despliegue significativo de derechos para los estudiantes y que abre la puerta a que estos centros superiores puedan adaptarse más rápido a las necesidades de las sociedades en las que están inscritos mediante microcredenciales. La recepción de los rectorados gallegos de Santiago y de A Coruña del texto, aún provisional, combina aplausos y matices, destacando que impulsa la capacidad para adaptarse a las demandas sociales o que sube el techo de financiación, pero también indicando que da pie a una gran “diversidad” entre los centros de todo el Estado. Mientras, la Universidade de Vigo espera a pronunciarse a contar con un texto definitivo.

Para el rector de la Universidade de Santiago, Antonio López, el texto parece ofrecer herramientas con las que los campus podrán “adaptarse, de forma más dinámica, a las demandas sociales”. Asimismo, considera “positivo” que se formule el compromiso de llegar a una inversión del 1% del PIB en estos centros. Porque cambiar, entiende, exigirá recursos: “La capacidad que tengamos para aplicar muchas de las potencialidades” del anteproyecto serán “un desafío” y “dependerán de la implicación, en términos de financiación”, de las administraciones con competencia en la materia, en particular de la Xunta, sostiene.

El rector de A Coruña, Julio Abalde, ve “interesante” el establecer microcredenciales, formaciones propias de cada universidad y de corta duración, para adaptarse a las necesidades de la sociedad, lo que tiene que ver, señala, con la formación a lo largo de la vida, con la que la UDC concuerda. “Coincidimos en que es necesario establecer programas de formación y recalificación profesional”, señala al respecto. No obstante, también apunta que la normativa contiene apartados “que no están lo suficientemente definidos y pueden generar una diversidad grande” dentro del sistema universitario español. En esa línea, señala que deja “muy abierta que deja a cada universidad su organización interna”.