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Las aulas perderán este año mil docentes por jubilaciones

Una OPE de docentes antes de la pandemia. Marta G. Brea

En las últimas oposiciones convocadas por la Consellería de Educación, aún bajo la influencia de la pandemia en cuanto a protocolos, casi 17.000 aspirantes intentaron hacerse con alguna de las 2.276 plazas de nuevo ingreso, aunque al final uno de cada diez puestos quedó sin adjudicar. La Xunta ya ha puesto también cifras a la esperanza de los candidatos a dar clase en centros no universitarios para el próximo año: les esperan casi tres mil plazas, efecto de acumular convocatorias. No obstante, solo este mismo año, y hasta el 31 de diciembre, está previsto que las aulas tanto de colegios como de institutos pierdan casi mil docentes por jubilaciones.

Las cifras de retiros recopiladas por el sindicato Anpe Galicia, a falta de actualizaciones puntuales, elevan en concreto a alrededor de 1.020 los retiros que se producirán antes de que las campanadas inauguren oficialmente 2022.

Distribución provincial

En proporción a su población, son los centros ubicados en las provincias atlánticas los que notarán más la sangría. A Coruña, líder en habitantes, es también la que encabeza la pérdida de docentes vía retiro, con casi 440. La sigue de cerca Pontevedra, donde el cómputo presentado por el sindicato eleva las jubilaciones a 355. En el interior, la afectación es desigual: en Ourense habría que restar casi 90 efectivos, mientras en Lugo rondarían casi los 140.

Los futuros pensionistas –aunque el listado incluye alguna excedencia puntual– se reparten entre maestros y profesores de secundaria, aunque entre los segundos la cifra es superior. En concreto, en Pontevedra colgarían la tiza 172 maestros y 183 profesores de secundaria, mientras en A Coruña las cifras ascenderían a 164 y a 274. En el caso de la provincia de Lugo, también es secundaria donde más se nota, en cifras absolutas, el envejecimiento: 67 frente a 69. Solo Ourense le da la vuelta a la ecuación y serían más los maestros: 45 frente a 43.

Previsión

Los datos del Ministerio de Educación –relativos en este caso a 2019/20, el último del que ofrece información estadística detallada por edades, pero asimismo también el último no influido por las distorsiones de personal introducidas por la pandemia– permiten constatar cómo más de 3.400 profesores gallegos (casi 2.700 en centros públicos) encararían el proceso de jubilación en el horizonte temporal más próximo, ya que han cumplido al menos 60 años.

De hecho, según las cifras recogidas por el Ejecutivo central, en el tramo de 60 o más años se encuadraría un 8,7 por ciento de los docentes contabilizados en la enseñanza pública en la comunidad, el porcentaje más elevado de las autonomías. En La Rioja, la más “joven”, esa proporción es del 3,3%.

Además, ese proceso de envejecimiento se nota más entre los hombres, cuya presencia es minoritaria en las aulas, tanto estatales como gallegas. Dos de cada tres puestos de enseñanza en los centros educativos gallegos los ocupan mujeres. Entre ellas, el porcentaje de quienes han soplado ya al menos 60 velas es del 7,5 por ciento, mientras que entre sus compañeros varones lo ha hecho ya un 12%. No obstante, las cifras de jubilaciones publicadas por Anpe no permiten discriminar si se trata de profesores o profesoras.

Profesorado joven minoritario

En cambio, los profesores más jóvenes estarían en minoría. En el caso de Galicia, solo un 4,4% de los docentes no llega a los 30 años. En Navarra, en cambio, tienen cuatro veces más peso.

Este mismo año, la CIG publicaba un informe en el que advertía que las enseñanzas no universitarias perderán en la comunidad en los próximos años una cuarta parte de sus efectivos debido a la jubilación. El sindicato, que obtuvo los datos de la Xunta de profesores con edades comprendidas entre los 55 y 65 años, elevaba las bajas por retiros a más de 7.700, aludiendo a cifras de la propia Consellería. En su informe, sí advertían diferencias y ofrecían los mayores números en el caso de maestros de primaria e infantil, pedagogía terapéutica e inglés. En secundaria, las mayores demandas de docentes de cara a los próximos años se concentrarían, señalan, en Inglés y en Lingua Galega.

Las jubilaciones de trabajadores públicos no afectan solo a la enseñanza no universitaria. También las universidades deberán lidiar, y desde ya mismo, como instan desde la Universidade de Vigo, con la sangría de efectivos de sus plantillas, tanto de personal docente e investigador como de servicios y administración, y un proceso de envejecimiento que sitúa en el umbral del retiro a uno de cada cinco de sus profesores titulares y a casi la mitad de sus catedráticos. Precisamente esta semana, el Gobierno confirmaba su intención de incluir en los Presupuestos para 2022 una tasa de reposición del 120%, la máxima alcanzada en el período democrático, pero los rectores recuerdan que más plazas necesitan más financiación. Esa misma tasa se aplicaría a la educación no universitaria.

Claves destacadas

  • Casi mil docentes cuelgan la tiza

    Según los datos publicados por el sindicato ANPE, está previsto que casi mil docentes de primaria y de secundaria se jubilen este mismo año.

  • Sin diferencias por etapas educativas

    Las jubilaciones se reparten casi por igual, si bien se notan un poco más en secundaria, donde superan las 570 de las 972 previstas. Por otro lado, datos recopilados por el Ministerio de Educación cifran en 3.400 los docentes con 60 o más años.

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