5 frases que nos regaló El Hematocrítico

El Hematocrítico nos dejó el pasado 27 de noviembre de forma inesperada. De su mano conservamos una larga colección de libros infantiles y, sobre todo, grandes reflexiones sobre la enseñanza

Miguel López, El Hematocrítico, durante su ponencia en el VI Foro de Educación.

Miguel López, El Hematocrítico, durante su ponencia en el VI Foro de Educación. / Alba Villar

Le dio la vuelta a los clásicos infantiles (Excelentísima Caperucita, Agente Ricitos, Rapunzel con Piojos) y enamoró a una generación de niños con Max Burbuja o Doña Problemas. Miguel López (más conocido como El Hematocrítico) nos dejaba huérfanos de historias hace una semana.

Además de sus prolíficas lecturas para niños también daba lecciones a los adultos, muchas desde su humorística cuenta de twitter, otras tantas a través de las entrevistas y ponencias que impartía como ex-maestro de Educación Infantil y Primaria (un ejemplo, la charla “Escúchalos: por una escuela con empatía” en el IV FORO EDUCA del decano): “El humor es mi forma de ver el mundo, no sé hacer las cosas sin él: ni educar, ni escribir, ni vivir…”, comentaba.

Su visión sobre las escuelas, la educación y la crianza estaba llena de comedia y reflexiones. Recogemos algunas de las muchas que nos regaló durante años.

Los niños deberían ser tratados como Taylor Swift

“Nuestra sociedad es presa de un gran adultocentrismo. Los niños son los reyes de la casa, pero una vez sales al exterior parece que la sociedad no los quiere ver”.

Hablaba así de esa “niñofobia” presente en muchos ámbitos de nuestra vida: restaurantes sin niños, hoteles sin niños, vagones sin niños... “Y lo que deberíamos pensar al ver a uno es ‘¡pero bueno! ¡esto es lo mejor que hay!’, especialmente en un país como España, envejecido y con problemas de natalidad. Debemos tratarlos con respeto y entender que no tenemos una posición de privilegio con respecto a ellos. En cuanto tenemos esa perspectiva, y le damos el valor que realmente tienen, nuestra relación con ellos cambia por completo”. 

Deja de hablar de tus hijos al menos un rato

Así como la sociedad es "adultocéntrica”, muchos padres y madres no pueden evitar convertir la crianza en el centro de su vida: “¡Recuerda quién eres!” exclamaba Hematocrítico. Para combatir esa sobreprotección y centralización extrema en los más pequeños de la casa, recomendaba buscar actividades a solas, desde jugar a juegos de mesa hasta simplemente salir a cenar: "Podemos, y hasta debemos, relajarnos, entender que la educación no es una carrera para crear a super adultos del futuro, sino que se trata de criar a personas que estén tranquilas y que sean felices ahora".

Los deberes son una falta de respeto

“Cuando era profesor, me encantaba llegar tras las vacaciones de verano y encontrar a los alumnos como si acabasen de volver del Amazonas”. Defensor de que el tiempo libre y el aburrimiento son una necesidad y un derecho, Hematocrítico consideraba que los niños pasan “demasiado tiempo en el colegio” y por lo tanto, llenarlos de deberes implica reducir a mínimos su tiempo de ocio. 

“El aburrimiento es fundamental porque nos lleva a pensar en cómo des-aburrirnos” explicaba. “Fomenta la creatividad y la capacidad de buscarse la vida: no hay mejor emprendimiento que buscar qué hacer un domingo por la tarde”. 

El disco de Bad Bunny quedó precioso

Nunca escondió su devoción por los artistas modernos, y en especial por el cantante puertorriqueño, al que defendía a capa y espada desde su cuenta de twitter.

Una relación con el reggeatón que utilizaba para validar los gustos de los jóvenes, comprender sus motivaciones: “Se les trata como a una especie diferente, les hablamos hasta con otra voz, les damos órdenes, les gritamos, les castigamos… Cosas que ni se nos ocurriría hacer con un igual”.

¡Escúchalos!

Su recomendación principal para poder educar con empatía era escuchar. “A los niños de ahora y también a nuestros niños del pasado, porque hacemos muchas cosas creyendo que es por su bien, pero piensa en qué te hubiese gustado a ti de pequeña: si hubieses querido ir a cuatro extraescolares o jugar con tus amigos en el parque”.

“¡Escúchalos!” fue también el título de su primer libro dirigido a adultos, escrito en defensa de una crianza basada en la empatía, la escucha, la ternura y el acompañamiento; y también fue la idea bajo la que presentó su ponencia en el FORO EDUCA de 2022. Dibujos, chistes, canciones... todo lo que lleva el sello de El Hematocrítico es, de forma instantánea, irrepetible.