gamificación

Minijuegos para aprender sobre el tablero

Este proyecto vigués-balear utiliza el ajedrez como herramienta transversal en las escuelas

La plataforma Caissa, de Chess for Edu.

La plataforma Caissa, de Chess for Edu. / Cedida

C. Mañas

Olvida todo lo que sabes de las partidas clásicas de ajedrez. Coloca en el tablero tres reyes blancos y un caballo negro. Comienza un minijuego con el que entrenarás la orientación espacial y la focalización mientras juegas con tus compañeros de clase.

Es uno de los 64 minijuegos de ChessforEdu, donde cada uno trabaja un concepto diferente.

“Utilizando el ajedrez como recurso puede entrenarse la atención, la concentración, la memoria… de forma absolutamente lúdica”, nos cuenta Pep Suárez, uno de los creadores de esta plataforma “¿Un ejemplo claro? El problema clásico del Tour del Caballo, donde esta ficha debe recorrer el tablero sin pasar dos veces por la misma casilla.”

La plataforma de Chess for Edu, todavía en construcción

La plataforma de la app Caissa, de ChessforEdu, todavía en construcción / Cedida

A nivel aritmético se pueden trabajar estructuras algebraicas, simetrías... Y también encuentra su sitio en otras asignaturas: “Uno tiende a pensar que ajedrez siempre es matemáticas, pero va muy de la mano del lenguaje: cada casilla tiene nombre y apellidos, y cuando juegas estás teniendo un diálogo interno, estás trabajando todos los conceptos”.

No en vano, esta plataforma se aplica ya en todos los centros educativos de las Islas Baleares, y sigue el camino de hacerlo también en Galicia, donde encuentra sus raíces.

“Los minijuegos son ejercicios simples que no precisan más conocimiento que los movimientos de las piezas, pero que crean un entorno seguro donde el docente puede extraer información sobre el comportamiento del alumnado y aplicarla en otras asignaturas”, termina Pep.

Los beneficios de aplicar estas actividades.

Los beneficios de aplicar estas actividades. / Cedida

“En una clase con 30 alumnos es imposible ofrecerles a todos las piezas que serían necesarias para jugar una partida estándar” apunta Irene Oubiña, asesora. “Esa necesidad también te invita a crear minijuegos con piezas diferentes. Hay tableros de 4x4, con diseños diferentes, ciudades, personajes ajenos a las piezas de ajedrez... Siempre adaptados a la edad objetivo de la actividad”.

Así, el ajedrez se convierte no solo en un juego, sino en el acompañante perfecto para el trabajo del maestro: "No se trata de un simple juego que se utiliza en las escuelas, sino que es una herramienta educativa, con la que los profes, pueden gestionar sus aulas, dar de alta a sus alumnos y obtener un feedback de su alumnado, que les ayudará a trabajar en la línea necesaria para mejorar ciertas habilidades", terminan.