Retranca en versión femenina

Hablamos con cinco cómicas gallegas que han conseguido ser visibles a base de pico y pala en un mundo todavía copado por hombres y afectado por prejuicios

“La comedia no tiene género. Eso de que las mujeres no sabemos hacer reír es una estupidez. A mí ni me hacen gracia todas las cómicas ni todos los cómicos”. Así resuelve Marta Doviro, actriz y monologuista de la Costa da Morte, la polémica suscitada por la escasez de nombres femeninos en los carteles de eventos de humor. Mujeres dedicadas a la comedia siempre las ha habido, aunque invisibilizadas en un mundo copado por hombres. “Ahora, por fin se nos empieza a ver más, cuando empecé hace diez años era la única monologuista mujer en Galicia y me sentía como una vendedora de enciclopedias yendo a los sitios a ofrecer mi espectáculo”, dice la viguesa afincada en Santiago Cata Ukelele.

“Hemos recorrido mucho camino, pero queda mucho por andar. Muchas veces al final de mis shows vienen hombres asombrados a felicitarme porque se han reído, en plan “no me esperaba que fueras graciosa”.

Con nosotras sí pasa que si alguien va a ver un espectáculo de una cómica y no le gusta, nos mete a todas en el mismo saco; con un hombre no se hace esa distinción, no se habla de comedia masculina porque no la hay; en cambio si se habla de comedia femenina y tampoco existe”, considera Jazmín Abuín, actriz y cómica viguesa que triunfa en el Club de la Comedia en Madrid.

"Cuando empecé en esto habría entre el público de mis espectáculos sobre un 2% de hombres. Ahora, tres años después, ya hay un 15% "

Arantxa Treus

Arantxa Treus / Cedida

“De boom de la comedia hecha por mujeres, nada. Estamos porque somos como ladillas cojoneras que no nos cansamos de seguir peleando aunque a veces nos llamen porque van a cerrar un cartel y se han dado cuenta de que no han metido a ninguna mujer”, comenta la actriz y monologuista Arantxa Treus, quien considera que esa realidad no se debe a que haya más cantidad y calidad de hombres cómicos. “Se consume más comedia hecha por hombres porque las mujeres van como público a espectáculos de hombres y de mujeres, pero los hombres apenas consumen comedia hecha por nosotras. Cuando empecé en esto, hace tres años, a lo mejor habría entre el público de mis espectáculos un 2% de hombres; ahora la cosa ha mejorado y ya son un 15%”, explica.

Las gallegas que se dedican a arrancar carcajadas se sienten equipo. “Aunque cada una tiene un humor diferente y somos de diferentes generaciones, nos unen las ganas de contar desde una perspectiva femenina”, sostiene la moañesa Antía Costas, que se autodenomina “la queen del Morraso”.  Narran con diferentes hilos conductores y estilos sus vivencias, relacionadas con sus edades dispares, pero todas coinciden en que lo fundamental es reírse de sí mismas. Y todas se identifican con la retranca, ese humor galaico universal , irónico e inteligente.

Han pasado las mismas dificultades para llegar, por eso se reconocen como iguales en cuanto coinciden en un escenario y se han convertido en un grupo muy sororo donde se proponen unas a otras cuando se les llama para algún actuación a la que no pueden acudir. No existe competitividad entre ellas. “Cuando te has sentido menospreciada como colectivo sientes que si brilla la que está a tu lado también brillas tú, y si una llega muy alto nos hace un favor a todas”, explica Jazmín Abuín. 

Y es que las que además de monologuistas son actrices ya han sentido la discriminación de una industria que no las trata igual que a sus compañeros varones. “A nosotras se nos castiga por envejecer, con treinta años ya te pintan unas canas y te plantan con un marido que es veinte años mayor que tú. Te dan personajes hipersexualizados o te ofrecen otros que no tienen nada que ver con la trama y están ahí como de floreros”, expone Jazmín Abuín.

Una riquiña en Madrid

 Aunque la actriz, cantante y monologuista viguesa afincada en Madrid Jazmín Abuín siempre se sintió muy a gusto haciendo papeles cómicos y ya había escrito textos para compañeros, su encuentro con la comedia se produjo durante la pandemia, cuando empezó a subir a internet vídeos en los que se reía de sí misma y de la situación que atravesaba en el confinamiento. Esas apariciones tuvieron más visualizaciones de las que esperaba y, una vez finalizado el aislamiento domiciliario, estrenaba su monólogo. A los pocos meses la llamaron del Club de la Comedia y desde hace dos años es una de las cómicas fijas del Teatro Príncipe Gran Vía de Madrid, donde realiza una media de seis actuaciones mensuales. “Es la primera vez en mi vida que me vino todo rodado”, comenta la humorista de 35 años, acostumbrada a las dificultades de pelear por los papeles en series, cine y musicales que acumula en su trayectoria.

“Estar en el Club de la Comedia, rodeada de cómicos veteranos con los que estás en aprendizaje continuo, supone jugar en primera división y me da una visibilidad brutal para que me llamen de otros sitios”, comenta Abuín, que pasea por toda España su monólogo “Riquiña”. En él se presenta como una gallega de madre canadiense que la crió hablando en inglés, relata cómo se esforzaba en pronunciar mal en las clases de inglés del colegio para no quedar de pedante y cómo esa mujer educada para ser “riquiña” sobrevive en la jungla madrileña.

El pasado 20 de abril se emocionó al ver el auditorio del Concello de Vigo repleto en la actuación de la gira “Cómicas, habelas hailas”, una gira de varias humoristas por diferentes localidades de la provincia de Pontevedra que patrocina la Deputación. “Me dije ‘por fin estoy en casa’, me sentí un poco profeta en mi tierra. Somos muchos los que hemos hecho carrera en Madrid y luego hemos trabajado en Galicia, en sitios pequeños es como si te tuvieran que validar fuera para que te tengan en cuenta”, explica.

“Sexo débil, o carallo”

Arantxa Treus comparte escenario cada mes con los mejores monologuistas del país en su espectáculo “Los monólogos de la Treus” en el local Sinatra de Vigo y hace un mes que ha fichado por el Club de la Comedia en Madrid, donde trabaja su compañera Jazmín Abuín, quien “insistió tanto hablando de mí que me llamaron para que enviara material, fui a probar, les gusté y me quedo”, relata Treus. “Para mi carrera supone cumplir un sueño, cuando era joven veía a Eva Hache presentando el Club de la Comedia y pensaba ‘yo quiero estar ahí algún día’”, añade.

Actriz de teatro, cine y televisión, Arantxa Treus preparó su primer monólogo porque se lo pidió Pepo Suevos para un espectáculo de conmemoración de sus veinte años sobre el escenario. “La retranca es fundamental, y ese joder suave que diría mi madre. Es maravilloso porque jodo suavemente sobre el escenario y sobre todo, porque lo hago en primera persona, riéndome de mí y de mis miserias. Creo que uno de las razones por las que el público empatiza conmigo es porque me ven en la mierda absoluta haciendo bromas sin reparo de mi bigote o de mis tetas caídas”, apunta esta humorista, cuyo espectáculo “Sexo débil, o carallo” recibió el premio Fetega 2022 al mejor monólogo cómico.

 Actualmente, Treus está en la gira “Cómicas, habelas hailas” por la provincia de Pontevedra llenando foros y acaba de estrenar “Revolta”, su nuevo espectáculo teatral, un recorrido por la evolución del ser humano desde una perspectiva crítica y humorística contada por mujeres. “Me doy por satisfecha cuando el público viene a verme después de actuar y me dice que durante hora y pico se olvidó de sus problemas”, afirma. Combina todas esas facetas en el espectáculo “Impromierda”, donde junto a otros tres actores improvisan una actuación sobre el tema que el público del Sinatra elige.

"La comedia no tiene género, eso de que las mujeres no sabemos hacer reír es una estupidez"

Marta Doviro

— Actriz presentadora y cómica

Marta Doviro, actriz presentadora y cómica

Marta Doviro, actriz presentadora y cómica / Alejandro Grois

“Unha rapasa da costa”

Con más de diez años de trayectoria como actriz y presentadora en televisión y sobre los escenarios, Marta Doviro se lanzó a la comedia hace tres años- “Estaba en una época sin ningún proyecto a la vista y empecé a darle a la cabeza: si el trabajo no viene a ti, creas tú tu propio trabajo”, relata. Recordó los consejos que le habían dado Pepo Suevos y David Perdomo de lanzarse al formato humorístico, pues veían su perfil y su personalidad acordes con la comedia stand up, y se animó con un texto corto, de quince minutos, al que prosiguió otro de media hora, hasta conformar su monólogo “Memorias dunha rapasa da costa”, el espectáculo con el que ha conquistado al público y se ha llevado el premio Dorotea Bárcena a la mejor monologuista cómica.

Marta Doviro tiene claro que para hacer reír a los demás lo mejor es empezar por hacer comedia de uno mismo. Su espectáculo empieza contando los premios a los que ha sido nominada y ha perdido. “Cuento cómo se vive siendo una looser”, afirma. Sus raíces de la Costa da Morte, su infancia y su trayectoria hasta llegar a la comedia forman parte de su monólogo, que va narrando con expresiones de su lugar de procedencia y mucho “humor galaico”, dice. Al final del show se atreve a deleitar al público con un rap al más puro estilo galaico.

Respecto a si hay algo distintivo en la manera de hacer comedia entre hombres y mujeres, Doviro afirma que “aportamos un punto de vista diferente”. “Es cierto que ellos tienen vivencias que nosotras no tendremos nunca y viceversa, lo cual es enriquecedor; ellos pueden hablar de un gatillazo y nosotros de parir o nuestra primera depilación”.

Considera Marta Doviro que para dar el salto al exterior, para salir fuera de Galicia, tiene que renunciar a las expresiones gallegas que solo entendemos aquí, y, por supuesto, pasarse al castellano, algo que no le supone ningún problema. Y con esas premisas ya está manos a la obra preparando su próximo monólogo. Mientras tanto está en la gira “Cómicas, habelas hainas” por la provincia de Pontevedra, de la que dice que es donde más ha actuado pese a estar afincada en Santiago, y forma parte del cartel del Encuentro Mundial de Humorismo, el certamen que se celebra desde el pasado viernes al próximo 7 de mayo en A Coruña, y que reúne a reputados cómicos detoda España.

"Llevo diez años en esto y estoy empezando ver los frutos del trabajo"

Cata Ukelele

Cata Ukelele

Cata Ukelele / Xoán Alvar

Una milenial con alma octogenaria

Aunque es la más joven de las cinco cómicas con las que hablamos en este reportaje, Cata Ukelele es la más veterana en esto de los monólogos humorísticos y la única de las cinco que no es actriz. A sus 28 años ya lleva diez sobre el escenario picando piedra y sus compañeras dicen de ella que es la más salvaje. “Me gusta mucho la ironía, los datos curiosos, lo escatológico y, evidentemente, uso la retranca”, detalla.

Esta viguesa de 1997 se define como una milenial con alma octogenaria que mamó comedia desde pequeña sin ella darse apenas cuenta. “Mis abuelos tenían R y veía en su casa la Paramount Comedy, pensaba que era increíble eso de hacer reír con la palabra y como a mí me gusta mucho hablar me dije ‘este es el vehículo conductor de mis sueños’. Creo que todo empezó cuando un día en clase, en cuarto de la ESO, tenia una broma que decir y para no olvidarme la apunté en un papel”, dice. A los 18 se trasladó a Santiago, donde vive desde entonces, para estudiar un carrera que abandonó y descubrió entre la oferta de actividades culturales de Compostela alguna oportunidad para dedicarse a lo suyo. “En esa época las noches en Vigo eran solo de la música; hoy la cosa ha cambiado”, explica.

Los micros abiertos, eventos en que cualquier persona se puede apuntar a ofrecer su propuesta, le vinieron como anillo al dedo a esta postadolescente entonces que peregrinaba por locales en busca de su oportunidad. Por aquel momento llevaba unos cinco años paseando por los pueblos donde la dejaban actuar su primer monólogo, “Más salada que el coño”, al que le siguió “Diarrea verbal” y ahora el actual, “Adulta funcional”. “Cuento que formó parte de una generación nacida para unas comodidades que nos da la tecnología, pero donde no es nada fácil vivir”, explica Cata Ukelele, quien explica el origen de su apellido artístico. “Lo de Ukelele empezó por Twenty, porque mi madre me decía que no podía poner mi nombre verdadero por la cantidad de violadores y gente chunga que había. Tocaba el ukelele y ese pseudónimo me pareció increíble”.

Confiesa que después de diez años de trabajo está empezando a ver sus frutos y tal vez pueda plantearse dejar en un futuro sus empleos en hostelería y en un taller de reparación de relojes. De momento ya ha actuado por Galicia, Madrid y la Comunidad Valenciana.

"Juego con la fama de duras que tenemos las del Morrazo, el país vasco gallego"

Antía Costas

Antía Costas

Antía Costas / Cedida

“La queen del Morraso”

La actriz Antía Costas es “A filla do juevo”, nombre del monólogo de hora y cuarto de duración que comenzó siendo de veinte minutos cuando debutó en 2019 en Santiago con el colectivo de cómicas Remolachas libres. “Como los del Morrazo, del que digo que es el País Vasco gallego, tenemos fama de duros y de que las mujeres podemos con todo, exploto mucho eso en mi espectáculo”, dice esta moañesa apodada “la queen del Morraso”. Valiéndose de la gheada y el seseo, castrapea en su monólogo, mientras narra sus experiencias, habla de su familia (el Juevo es el mote de su padre), cuenta chistes de Chuck Norris protagonizados por una mujer del Morrazo, hace versiones con la pandereta de canciones de las Spice Girls, Cyndi Lauper y Bonnie Tyler, canta con el público e improvisa temas que le piden.

“En algunas épocas del año puedo vivir solo de esto, de mi plan A, haciendo monólogos, presentando eventos, en obras de teatro y con mi compañía de improvisación”, comenta. Ahora está en proceso de crear su próximo monólogo, sobre el desamor y la hostelería, y deseando cerrar fecha para debutar en Moaña, su pueblo, donde nunca ha actuado.

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