Armón Vigo se afianza como astillero de cabecera en Argentina con otro arrastrero

Conarpesa, participada por Wofco, asigna una unidad de 42 metros pese a las tensiones en el sector tras la llegada de Milei | La empresa eleva cartera de pedidos a ocho barcos

El “José Américo”, primer “tangonero” que fabricó Armón en Vigo para Argentina. |  // CRISTINA GRAÑA

El “José Américo”, primer “tangonero” que fabricó Armón en Vigo para Argentina. | // CRISTINA GRAÑA / Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El grupo Armón se ha convertido en los últimos seis años en la principal referencia para los armadores argentinos que buscan contratar una nueva construcción con un astillero. En este período de tiempo, la compañía que cuenta con dos factorías en Vigo –tras hacerse con las instalaciones de Hijos de J. Barreras– se encargó de la fabricación de una quincena de unidades, siendo dos de ellos buques oceanográficos y el resto pesqueros. De hecho, el grueso de las obras se llevó a cabo precisamente en la ciudad olívica, siendo el último el Erin Bruce II, barco para vieira de casi 50 metros encargado por Wanchese y entregado el año pasado. Ahora, la buena relación se consolida todavía más con un nuevo pedido. Según pudo confirmar este periódico, la armadora argentina Conarpesa, participada en un 45% por la viguesa Wofco, ha firmado la construcción de un arrastrero de 42 metros de eslora.

El encargo de la empresa llega en un momento en el que el sector muy tenso en el sector pesquero del país sudamericano. La llegada de Javier Milei al Gobierno ha supuesto un terremoto que sacude tanto a la flota como a la industria en tierra e incluso al naval debido a las polémicas medidas impulsadas en su primer mes como presidente. Por un lado, el alza en las tasas de los derechos de exportación (o DEX), que asciende al 15% sobre el valor de los bienes exportados, lo que supondrá un tarifazo de más de 50 millones de euros a las empresas de capital gallego con presencia allí. Por otro, con la propuesta legislativa que pretende demoler la actual Ley Federal de Pesca, lanzando licitaciones internacionales para las licencias y las cuotas de pesca y eliminando requisitos como la mano de obra argentina en los buques o la descargas en sus puertos.

Pese a este viento en contra, Conarpesa, junto a Wofco, han confirmado la inversión en esta nueva unidad. Será un tangonero, diseñado para la captura de langostino, uno de los principales recursos que se capturan en el caladero junto con la merluza y la pota (calamar). El barco, que será la construcción V151, tendrá 42 metros de eslora por 12 de manga y se espera que sea similar a los ya facturados por Armón para esta pesquería, desde el Jose Americo, fabricado en Vigo para Moscuzza y entregado en 2018, hasta el más reciente Patagonia Queen, construido en este caso en Navia (Asturias) el año pasado para la armadora Red Chamber.

Conarpesa es una de las principales armadoras de Argentina y líder en la exportación de langostino patagónico. Desde 2022 el 45% de la empresa pertenece a Worldwide Fishing Company (Wofco), la joven compañía olívica que acaba de presentar una oferta en firme para la compra de las instalaciones de Fandicosta en Moaña y que no para de crecer desde su fundación. De hecho, cerró 2022 con ventas por valor de 330 millones de euros y la previsión para el año pasado era la de seguir creciendo a dos dígitos y alcanzar los 500 millones de facturación, lo que la situaría como la tercera pesquera del país a la espera de las cifras de Iberconsa, ahora en esa posición, y con solo Nueva Pescanova y Profand por delante.

En cuanto a Armón Vigo, la firma de este contrato hacer que los contratos actualmente en vigor se eleven a ocho, siendo este el segundo pesquero tras el arrastrero Hasssana Bay, encargado por la viguesa Copemar para trabajar en aguas de Malvinas. En este caso, se trata de un arrastrero congelador de 70 metros de eslora que coge forma en Astilleros Ría de Vigo.

Sin embargo, el próximo mes la cuenta volverá a bajar a siete, con la entrega –si no hay ningún contratiempo– del Kaharoa II, el buque oceanográfico de 36 metros encargado por el Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda, conocido por sus siglas en inglés NIWA. Junto a este, las dos atarazanas viguesas de Armón acogen la construcción de otros cuatro buques de investigación: el recientemente botado Þórunn Þórðardóttir para Islandia; el Odón de Buen, para el Instituto Español de Oceanografía (IEO); el de 40 metros para el Gobierno de Azores y un último para el instituto holandés NIOZ, que tendrá 75 metros.

La cartera de pedidos del astillero se completa con la patrullera oceánica de 85 metros asignada por la Guardia Civil, cuya quilla ya se encuentra en la grada y que tendrá por nombre Duque de Ahumada.

La pesca, referencia

Con este nuevo contrato amarrado por el naval vigués, la pesca se reafirma, una vez más, como un revulsivo para la industria. De hecho, con este ya son seis los contratos de nueva construcción que se reparten los astilleros de las Rías Baixas, a la espera de que se confirmen otros que están en fase de negociación avanzada, como es el nuevo atunero de Calvo o los palangreros australianos de Cardama Shipyard.

Así, a los dos ya mencionados de Armón Vigo se suman los tres que construye Nodosa en Marín: dos arrastreros para Malvinas encargados por las joint-venture Petrel Fishing y Orion Fishing, participadas por Pescapuerta y Pereira, respectivamente, y un tercero para la neozelandesa Talley’s Limited, de 79 metros.

Por su parte, Freire Shipyard firmó el pasado año un nuevo arrastrero para Canadá, en este caso para Qikiqtaaluk, de 80 metros de eslora.