Rehabilitación y digitalización provocan un bum de nuevas empresas en Galicia

La pandemia tenía todo lo necesario para llevar de nuevo a la construcción a la larga travesía por el desierto que atravesó tras el estallido de la burbuja del ladrillo a finales de 2008. No había un problema de excesos esta vez. Con una etapa de expansión mucho más equilibrada en obras y financiación, el sector tembló por el impacto de la merma de rentas y de la enorme incertidumbre de aquel momento en la demanda. Pero sucedió justo lo contrario. De la noche a la mañana en aquel histórico 13 de marzo de 2020 cuando las calles se inundaron de silencio, las viviendas para la inmensa mayoría de la gente se convirtieron a la vez en residencia, lugar de trabajo y espacio de ocio, casi el único refugio a salvo de la crisis sanitaria. El ahorro embalsado durante el confinamiento y el mantenimiento de los ingresos de muchas familias por los ERTE y el resto de prestaciones públicas avivaron el mercado. Se buscaron pisos más grandes, casas con terreno y mejoras en los inmuebles. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por el Gobierno para acceder al maná de los fondos Next Generation colocó la guinda con un programa de rehabilitación residencial dotado con 3.420 millones de euros para renovar el parque inmobiliario y mejorar la eficiencia energética.

En Galicia hubo 1.840 obras de rehabilitación el año pasado, un volumen sin precedentes, según el análisis del Instituto Galego de Estatística que va hasta el 2000. Destacan los 733 trabajos en cubiertas y los 547 realizados en fachadas para reforzar el aislamiento. Las nuevas viviendas que salieron de rehabilitaciones se incrementaron un 18%. Es la pata del sector que mejor está aguantando el ritmo en 2023, a pesar de la subida de los precios de los materiales y el fortísimo encarecimiento de la financiación.

La demanda de ayudas para rehabilitar viviendas se dispara un 60% este año

Como ocurre en cada etapa de expansión, la demografía empresarial del sector se revitaliza. La construcción especializada lidera el empuje en la creación de nuevos negocios en Galicia. Se constituyeron 241 sociedades entre enero y octubre del actual ejercicio, 62 más que en el mismo periodo de 2022. Un alza del 34,6%, como recoge el último balance del IGE con la información del Registro Mercantil. Hacía ocho años, desde 2015, que esta rama de la construcción –donde se incluyen las firmas de demolición y preparación de terrenos, instaladores eléctricos, fontanería, acabados de edificios y otras actividades relacionadas– no sacaba tantas nuevas empresas adelante.

Hay un antes y un después también en la digitalización por la pandemia

La apuesta por aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías en los procesos productivos y en la organización de las empresas no era nuevo, pero el irremediable teletrabajo y la necesidad de dotar al tejido productivo de todas las armas de resiliencia posible dieron otro empujón. Programación, consultoría y otras actividades vinculadas a la informática alumbraron 91 negocios este año después de un incremento del 21,3% (16 más que en 2022). Su evolución calca lo que está ocurriendo con el empleo en el sector, a la cabeza de los considerados de alto valor añadido: 15.477 afiliados a la Seguridad Social al cierre de octubre, un 35% por encima de las cifras prepandemia.

En total, en Galicia se constituyeron 3.358 nuevas empresas, un 6,6% de alza (209 más que entre enero y octubre de 2022) y la mejor cifra de los últimos cinco años. Los servicios de comidas y bebidas vuelven a la cabeza del emprendimiento gracias al mantenimiento de la facturación en pleno vendaval de la inflación. Se estrenaron 384 firmas de hostelería en la comunidad, lo que supone un ascenso del 16,7%. Las de comercio al por mayor e intermediarios aumentaron el 15,7%, hasta las 338; las de comercio minorista, 276, aumentaron mucho menos, el 3%; y cerca del 5% las inmobiliarias (241).

La parte del ladrillo que sí cae es la destinada a la construcción de edificios: 172 sociedades constituidas, un 6,5% por debajo del pasado ejercicio. La subida en los servicios de alojamiento fue del 13,7% (108 empresas nuevas); en venta y reparación de vehículos se estancó la actividad (96); y en actividades jurídicas y de contabilidad el incremento escaló al 26%, con 82 empresas que echaron a andar. Entre los sectores más dinámicos, sobresalen también los incrementos en actividades sanitarias (14,9%), transporte (17,2%) y otros servicios personales (17,3%); y las bajadas en servicios financieros (22,6% menos), arquitectura e ingeniería (36,8%) e industria alimentaria (23,1%).

Las empresas constituidas en Galicia hasta octubre suman un capital de 142,5 millones de euros. Son más sociedades que el pasado año, pero la inversión se redujo un 12%. Se registraron, además, 10 escisiones, 7 menos que en 2022; las fusiones aumentaron un 10%, con 54 operaciones de integración; y 181 entraron en situación concursal, un 15% menos. Las ampliaciones de capital echan el freno. Van hasta octubre 852, frente a las 929 del ejercicio anterior. La inyección de recursos de los socios disminuyó prácticamente un 13%, hasta los 297,3 millones de euros. Caen igualmente las reducciones de capital. Se formalizaron 220 (226 en 2022) por un importe total de 132,3 millones de euros (169,3 millones el año pasado).

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