Falta de conocimiento y costes lastran el uso de la inteligencia artificial en las empresas gallegas

Es la décima comunidad con menor penetración de la tecnología entre los negocios de más de 10 empleados, únicamente el 7%

Máquinas transportadoras inteligentes en Frigalsa.

Máquinas transportadoras inteligentes en Frigalsa. / Ricardo Grobas

Julio Pérez

Julio Pérez

La patronal de industria transformadora y conservera de pescados y mariscos Anfaco y las empresas Angulas Aguinaga y Lagumar Seas constituyeron en 2022 una unidad mixta de investigación con la financiación de la Axencia Galega de Innovación para impulsar una mejora integral de la producción de moluscos en la comunidad de la mano de la digitalización. ¿Una actividad tan artesana como la cría de mejillón en las rías gallegas puede beneficiarse de los avances tecnológicos? Pues sí. La alianza pretende desarrollar procesos de cultivo de semilla de mejillón “económicamente eficientes, que permitan generar semilla de buena calidad a costes asumibles” para los bateeiros; y mejorar la calidad y el valor nutricional “tanto en materia prima como el producto terminado” e, incluso, aprovechar la mercancía descartada como fuente de sustancias bioactivas o ingrediente de alimentos alternativos. Sin información, no será posible. Por eso se han identificado los eslabones de la cadena “más interesantes para la recopilación de datos” y armar con ellos un sistema de gestión y análisis basado en herramientas de inteligencia artificial (IA) que permita ayudar a tomar decisiones.

ia en empresas gallegas W

ia en empresas gallegas W / Hugo Barreiro

No es el único proyecto del centro tecnológico de Anfaco que busca exprimir el potencial de la IA, protagonista también de unidades mixtas de investigación impulsadas en otras ramas de la industria agroalimentaria, la automoción o el naval en los últimos años en Galicia. Con la unión se busca la fuerza. La falta de músculo agranda la brecha de la necesaria innovación para las pymes, aunque el tamaño no es garantía de nada. Galicia es la décima región con menor penetración de la inteligencia artificial entre las empresas. Solo la emplean el 7,4% de las que tienen 10 o más trabajadores, alrededor de 640, según la Encuesta sobre el uso de las TIC y del comercio electrónico en las empresas que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE) con los datos de 2022 y del primer trimestre de 2023. El porcentaje escala a cerca del 9% en el caso del sector servicios, alcanza el 7,3% en la industria y en la construcción baja al 3%.

Los usos de la IA

En el conjunto del país, la IA está presente en el 9,6% de las compañías que superan ese umbral de las 10 personas en plantilla. A la cabeza figuran Madrid (12,8%) y Cataluña (11,8%), seguidas de La Rioja (11,1%) y País Vasco (10,7%). El gasto en sistemas de inteligencia artificial rozó los 322 millones de euros. En Galicia fueron algo más de 5,8 millones.

El principal destino en las empresas gallegas de este tipo de tecnologías que tiran de los algoritmos para imitar el pensamiento humano son los procesos de producción. Para eso la emplea el 44% de los negocios que cuentan con inteligencia artificial en sus sistema operativos. El 41% la utiliza para la automatización de flujos de trabajo y como apoyo en la toma de decisiones; el 40,8% la aprovecha para el aprendizaje automático (machine learning) para el procesado masivo de datos; el 39,4% en la identificación de objetos y personas por imagen o vídeo; casi el 38% para dotar de mayor seguridad a sus dispositivos TIC; y el 33,7% en el análisis del lenguaje escrito. Se compra más software listo ya para utilizar (50,4%) que el que se desarrolla internamente (28%) o sistemas comerciales que luego se adaptan a las particularidades de la empresa (18,5%).

Costes y falta de formación

Y la inmensa mayoría, las que de momento miran con distancia la IA, ¿qué razones tienen? La principal, la falta de conocimiento especializados en la empresa: 42%. El 40% lo achaca a costes “demasiado altos”; y el 30% señala dificultades con la disponibilidad o calidad de los datos necesarios que alimentan a este tipo de sistemas. Un porción muy relevante de compañías habla de temor: el 28,6% esgrime “falta de claridad sobre las consecuencias legales” y el 26,8% se muestra preocupado “con respecto a la violación de la protección de datos y la privacidad”. Una de cada diez se agarra a consideraciones éticas y apenas el 3% piensa que la inteligencia artificial es inútil.

Soluciones adaptadas

En un estudio a fondo publicado el pasado mes de junio, el Foro Económico de Galicia se preguntaba, precisamente, si las empresas gallegas estaban preparadas para este gran salto tecnológico. Apunta a factores inhibidores muy similares a los de la encuesta del INE: el tamaño de las compañías y los problemas de disponibilidad de recursos limitan la implantación de herramientas de IA en el tejido productivo regional que, por sus singularidades, necesitaría “soluciones adaptadas a la casuística específica” en los sectores de la pesca y las conservas, el campo, industria y distribución agroalimentaria y transporte de mercancías. El análisis elaborado por los profesores Alberto Vaquero, María Bastida, Luis Otero y Santiago Lago identifica como posibles palancas la mejora de la formación, el ejemplo por parte de las administraciones, la pedagogía sobre la mejora de los beneficios y la colaboración entre centros tecnológicos, universidades y empresas.

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