Faro de Vigo

El banco de pruebas de las empresas en la innovación

El área concentra cinco de los nueve centros tecnológicos reconocidos por el Ministerio de Ciencia en Galicia

Ana Blasco
Firmas

Aunar esfuerzos renta. Eso es algo que los empresarios gallegos han comprobado en el ámbito de la innovación. Cuando no eres muy grande –y en la comunidad el 99,9% del tejido son pymes–, es difícil destinar parte de tus recursos a investigar en mejoras o a poner a prueba avances que aún no tienen una rentabilidad probada. Mucho menos, incorporar profesionales altamente cualificados y especializados para ello. Si, aún encima, los tiempos no te acompañan, la cosa se pone difícil.

Con la crisis de 2008, la inversión de las compañías en I+D se desplomó. La de las gallegas aún se mantiene hoy por debajo de la media nacional y muy lejos de la comunitaria. Igual que la de las administraciones públicas. Solo las universidades están al nivel de la Unión Europea. Y, a pesar de ello, han avanzado. ¿Cómo? Con redes de colaboración. Es la segunda comunidad con mayor proporción de pymes que cooperan con otros agentes en proyectos de innovación, solo por detrás del País Vasco, los líderes indiscutibles en España.

Aunque tradicionalmente en Galicia es la Universidad la que ha liderado esta labor, en las dos últimas décadas, los centros tecnológicos van recortando distancias. “Se están convirtiendo en las principales fuentes de innovación y conocimiento en Galicia en los últimos años debido a su rentabilidad respecto a los fondos públicos que reciben en comparación con otras regiones españolas”, destaca el director general de Gradiant, Luis Pérez Freire, aludiendo a un informe de la Fundación Cotec.

Roberto Alonso, secretario general de Anfaco-Cecopesca, explica que, a diferencia de otros agentes del sistema tecnológico, la orientación de estos centros “cuenta con una mayor cercanía a la realidad industrial, enfocando las iniciativas a una tangibilidad y aplicación inmediata a las demandas de la empresa”.

Y el área de Vigo concentra el mayor número de estos centros en Galicia: cinco de los nueve gallegos incluidos en el registro del Ministerio de Ciencia y cinco de los siete que conforman la Alianza Tecnológica Intersectorial de Galicia (ATIGA). Son el Centro de Tecnologías Avanzadas de Investigación para la Industria Marina y Alimentaria (Cytma) de Anfaco-Cecopesca, la Asociación de Investigación Metalúrgica del Noroeste (Aimen), el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), el Centro Tecnolóxico de Telecomunicacións de Galicia (Gradiant) y el Centro Tecnológico de Eficiencia y sostenibilidad energética (Energylab), el más joven, que acaba de cumplir 15 años.

Jesús Lago, director general de Aimen, subraya que “tienen un importante peso en Europa”. Roberto Alonso destaca que son “de máxima importancia” en un área eminentemente industrial como Vigo. Sostiene que uno de los motivos del reconocimiento de los sectores pesquero, metalmecánico y de la automoción como motores económicos es que “han madurado en un entorno tecnológico favorable” por la existencia de estas redes.

“Ayudan a fortalecer el valor añadido del sector productivo de Galicia”, coincide la directora de innovación tecnológica del CTAG, Ana Paul, que resalta que contribuyen a su competitividad. Apunta, además, que proporcionan “visibilidad a las capacidades de I+D de la región” y crean empleo de calidad. En la misma línea, Pérez agrega que son un “foco de atracción de talento muy cualificado”.

CYTMA, de Anfaco-Cecopesca - 1949

El socio tecnológico pionero de las factorías gallegas

Para la defensa de sus intereses comunes, un grupo de empresarios creó hace casi 120 años –se cumplen el 28 de febrero– la Unión de Fabricantes de Conservas de la Ría de Vigo. Es la segunda organización empresarial más antigua de España y el origen de lo que hoy es Anfaco-Cecopesca, con más de 255 asociados. No tardaron en darse cuenta de que la competitividad del sector pasaba por mantenerse a la vanguardia en innovación, así que en 1949 crearon ya su primer departamento técnico y de investigación. Fueron los primeros del área en caminar hacia lo que hoy conocemos como centros tecnológicos.

En la actualidad, dispone de dos edificios tecnológicos, donde la joya de la corona es el Centro de Tecnologías Avanzadas de Investigación para la Industria Marina y Alimentaria (CYTMA), que entró en funcionamiento en 2016. “Es, sin lugar a dudas, uno de los emblemas tecnológicos de la ciudad”, destaca el secretario general de Anfaco-Cecopesca, Roberto Alonso. Lo dice “no solo por su historia y trayectoria”, sino porque “hoy sigue siendo el único centro tecnológico considerado como tal por el Ministerio de Ciencia e Innovación, con competencias en Galicia en el ámbito marino y alimentario”. “Es el más antiguo del área y representa a un complejo industrial vital para la ciudad”, añade.

Roberto Alonso, Secretario General

Roberto Alonso, Secretario General

El Cytma, con una plantilla que superar el centenar de profesionales, ayuda al año a más de 500 clientes a desarrollarse y a mejorar sus competitividad. Alonso explica que “con tecnología singular y el entorno piloto más vanguardista”, lleva a cabo unos 100 proyectos al año; la mitad de ellos, en colaboración directa con las empresas. Además, suma acciones en más de 40 países.

Alonso sostiene que se ha consagrado como “agente precursor y de progreso del complejo mar-industria, permitiendo consolidar la transición del sector a modelos tecnológicamente punteros”.

¿Y qué persigue? Que mantenga y mejore su posición en los mercados internacionales para que “Vigo siga siendo referente mundial gracias a su industria vinculada al mar”. Pero también que sus posiciones sectoriales estén basadas en el conocimiento especializado, lo que facilita “un mayor reconocimiento ante las administraciones nacionales y europeas”. En resumen, “un ejemplo de liderazgo en beneficio de la economía y la transformación azul” de sus socios. 

Aimen - 1967

La entidad privada con mayor retorno en la comunidad

Un grupo de industriales vigueses liderados por Arando Priegue y Miguel Sanjurjo, hace 60 años, sintieron la necesidad de crear una institución para investigar en la metalurgia. Aunque el proyecto comenzaba como delegación en Galicia del Centro de Investigaciones Metalúrgicas, la aspiración se hizo más grande en solo cuatro años. El 8 de agosto de 1967, inician su trayectoria independiente con la constitución de la Asociación de Investigación Metalúgica del Noroeste (Aimen), con la Escuela de Peritos como escenario inicial.

Ya entonces se sumaron a la aventura un grupo de empresarios de la comunidad. Hoy, tal y como resalta su director general, Jesús Lago, este centro tecnológico “es un aliado estratégico en I+D+i para el empresariado gallego”, al que ofrece su “dilatada experiencia en el desarrollo de proyectos de innovación” en los sectores estratégicos de Vigo y Galicia, destacando el aeroespacial, la automoción, el naval, el energético y el metalmecánico. “A lo largo de nuestra historia, Aimen ha sido un apoyo para la mejora del tejido productivo y para la modernización de la industria”, destaca.

Jesús Lago, Director general

Jesús Lago, Director general

Con una facturación de 17,9 millones el año pasado y una media de 550 clientes al año en el último lustro, lleva a cabo tanto investigaciones propias como en asociación con empresas. Su director general explica que da apoyo a la industria en su giro hacia la producción sostenible y la economía circular, trabajando en el desarrollo de nuevos materiales, productos y procesos que incrementen la eficiencia y sean más respetuosos con el medio ambiente. 

En sus dos sedes –la central, en el centro de aplicaciones láser, y la de Torneiros, en el edificio Armando Priegue, ambas en Porriño–, dispone de equipos de última generación con los que, en estos momentos, trabaja en más de 100 proyectos de I+D+i. Un total de 76 son internacionales y está al frente de 24 de ellos. Lago destaca que “Aimen ha sido la entidad gallega privada con mayor retorno”.

De hecho, “es uno de los cinco centros tecnológicos de toda España que más destaca por su participación” en el programa Horizonte 2020, en el que la Unión Europea ha concentrado gran parte de sus actividades de investigación e innovación.

CTAG - 2002

A la vanguardia europea de la investigación aplicada en el motor

Para impulsar el I+D y la competitividad del sector de automoción en Galicia, el Cluster de Automoción y Movilidad de Galicia(Ceaga), la industria del automóvil gallega, PSA –hoy, Stellantis–, la Universidad de Vigo, la Xunta y Zona Franca, aunaron esfuerzos y sacaron adelante en 2002 un proyecto “muy ilusionante”: el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG). Su conocimiento, talento y tecnología puntera lo colocan a la vanguardia de Europa en innovación aplicada al motor.

“El centro ha ayudado a poner a la ciudad en el mapa tecnológico, con proyectos pioneros, como el corredor Siscoga, con más de 130 kilómetros de carreteras interurbanas para la investigación sobre sistemas inteligentes de transporte, o las primeras pruebas de conducción autónoma en entorno urbano”, destaca su directora de innovación tecnológica, Ana Paul.

Ana Paul, Directora innovación tecnológica

Ana Paul, Directora innovación tecnológica

Empezó con 50 profesionales para avanzar en seguridad, innovación en diseño, nuevos materiales y prototipos rápidos. Hoy, en sus instalaciones de O Porriño, son más de 1.100 profesionales, de 25 nacionalidades, donde el 75% son ingenieros y doctores de diferentes especialidades. “Nos enorgullece también liderar la creación de empleo entre la automoción local”, resalta Paul y añade que están “volcados con el talento local, colaborando ampliamente con la Univesidad de Vigo y apoyando iniciativas que impulsan la especialización y formación de estudiantes”.

Casi la totalidad de su actividad –el 95%– gira en torno a la automoción y la movilidad. La mitad de sus más de cien clientes son fabricantes de vehículos y la otro mitad, proveedores. Aunque un amplio porcentaje radican en Galicia, superan el 50% aquellas que están más allá de las fronteras nacionales.

A lo largo de sus 21 años han trabajado en 110 proyectos europeos –20 en curso–, liderando muchos de ellos. El CTAG ha impulsado muchas soluciones de ayuda a la conducción y mejoras productivas, con más de 120 patentes.

Para ampliar su capacidad, supera los 70 millones de euros de inversión acumulada. Destacan la creación de una división especializada en electrónica y sistema inteligentes de transporte, en 2005, como uno de sus hitos más importantes, y el shuttle autónomo 100% eléctrico, como uno de sus proyectos estrella.

Gradiant - 2007

El líder de la región en conectividad, ciberseguridad e IA

El Centro Tecnolóxico de Telecomunicacións de Galicia (Gradiant) nació en 2007 para conducir el caudal de conocimiento sobre Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) que se estaba generando en la Universidad hacia las necesidades de las empresas. De hecho, en su fundación participaron las tres instituciones académicas gallegas, así como las ocho principales compañías de TIC y su asociación en la comunidad (INEO). Un catedrático, Fernando Pérez, fue su principal director y un local de 150 metros cuadrados en “Teleco”, su primera sede.

Tras pasar por el Citexvi, en el campus, ahora crece más cerca del tejido empresarial, en la avenida de Madrid. En solo 16 años, se ha consolidado como el centro tecnológico en TIC líder de Galicia y se ha aupado también al podio de los nacionales, “por su contribución a la competitividad de las empresas tanto de dentro como fuera de España”, según destaca su actual director general.

Luis Pérez Freire, Director general

Luis Pérez Freire, Director general

Subraya que Gradiant es “un centro privado autosostenible”, con más de dos tercios de sus ingresos procedentes de contratos con la industria y, el resto, de financiación pública competitiva. “Ha atraído a Galicia más de 85 millones de euros, de los que 10,7 pertenecen a programas europeos de innovación”, detalla. Una décima parte de su facturación la aportan licencias desarrolladas por ellos, “una ratio 10 veces mayor que la media nacional”. Tiene 150 acuerdos de licencia en 18 países.

Sus tres grandes áreas de especialización son las comunicaciones avanzadas, la ciberseguridad y la inteligencia artificial. Desde su creación, ha desarrolado 727 proyectos –328 nacionales, 307 en Galicia y 92 internacionales–.

Una de las claves de su éxito es la fuerte orientación a las necesidades de la industria. Su relación de clientes supera las 400 firmas; casi tres cuartas partes son pymes. Entre otros hitos, ha estado implicado en la creación del primer laboratorio cuántico de Galicia –este año–; sus innovaciones en sistemas antidrones se integraron en el Sistema Cervus de detección y neutralización de amenazas del ejército; o ha puesto en marcha un laboratorio 5G.

En su plantilla hay hoy más de 170 profesionales. Además, el centro ha formado a 330 recién titulados, lo que les ha abierto la puerta a empresas del entorno a muchos.

stats