Juicio

Los trabajadores de Madera Fiber acusan a Faurecia de una “venta fraudulenta” a fondos insolventes

Recuerdan el caso de Alcoa, condenada en 2021 por traspasar su planta de A Coruña a firmas sin crédito

Quieren demostrar su cesión ilegal a Callista y RW Future Tech Srl

Trabajadores se manifestaron a la entrada de la Ciudad de la Justicia este viernes.

FDV

Hace poco más de dos años, en verano de 2021, se gestaba el primer capítulo del traspaso de las instalaciones que Faurecia exprimió durante lustros en O Porriño. Dedicadas a la confección de paneles de puerta para coches, entre otras piezas, la multinacional francesa notificó en julio al comité de empresa de la planta que procedería a vender dicho centro productivo al fondo alemán Callista Private Equity.

Lo hizo por un euro, y hasta pagó cerca de tres millones para que se fraguase esa operación, prólogo de una descapitalización que ha culminado en el concurso voluntario de acreedores que así ha decretado el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra. Casi en paralelo, solo unas semanas antes, la Audiencia Nacional condenaba al conglomerado estadounidense Alcoa por incumplir las condiciones que se habían pactado para la venta de sus fábricas de A Coruña y Avilés a Parter Capital, que a posteriori caería en manos de Grupo Industrial Riesgo.

En la sentencia, emitida el 15 de junio en Madrid, la Sala de lo Social del Edificio Goya determinaba que aquella transacción había dejado de lado el compromiso de reactivación industrial de las dos factorías españolas, así como el mantenimiento de su empleo, tras la llegada de los nuevos propietarios: “Llegados a este punto el Tribunal no tiene dudas de que ni Partner ni GIR cumplen mínimamente el perfil de comprador serio, solvente y riguroso. Al contrario, lo que resulta palmaria es la contribución de ambos a la situación de desolación en la que se encuentran las plantas y sus trabajadores”. De esta manera, consideró que la venta había fracasado en los términos en los que estaba fijada, reconociendo a los empleados las condiciones que habían pactado para la extinción de sus contratos. Y es que, como reflejaba el auto, el propósito de la misma había sido “promover la desvinculación formal de Alcoa como empresario de los trabajadores a los efectos del despido colectivo”.

Esa resolución judicial, que plasmó que el gigante de Pittsburgh “nunca dejó de ser el empresario real de los trabajadores tras la compraventa de las plantas”, será una de las muchas en las que se sustente hoy la defensa de la plantilla de la antigua filial de Faurecia en O Porriño, ahora denominada Madera Fiber Technologies, en el juicio con el que pretende que se declare su cesión ilegal. “El objetivo es trasladar a la Justicia que hubo una venta fraudulenta de la fábrica a Callista Private Equity, y de ésta a RW Future Tech Srl, para que así la multinacional francesa no tuviera que hacer frente a los más de siete millones de euros en indemnizaciones que le habría tocado pagar a sus empleados en caso de poner fin a su actividad”, explican fuentes cercanas al proceso.

Lo que pasó tras dicha operación ya lo recogió FARO desde que avanzó el concurso voluntario de acreedores de la firma: tras el traspaso, se gestó el vaciado de la empresa por la primera sociedad, el fondo alemán, mientras que la segunda, de capital rumano, se encargó de solicitar la medida de gracia. Con la declaración de la cesión ilegal de los más de 103 profesionales afectados, muchos de los cuales este viernes se manifestarán desde las 8.30 horas en Vigo, se pretende que los mismos vuelvan a ser subrogados por el grupo galo. Se espera también que en el pleito, en el que está personado hasta el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), intervenga por primera vez su representación para mostrar la postura de la compañía.

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