Capital Energy cambia su proyecto de eólica marina para evitar un cable en la ría de Vigo

El tamaño del parque Volanteiro baja a 71,7 kilómetros cuadrados, un 25% menos

La promotora abre la puerta a producir hidrógeno verde en alta mar con las instalaciones

Un parque de eólica marina en Dinamarca.

Un parque de eólica marina en Dinamarca. / ORSTED

Julio Pérez

Julio Pérez

En la ventanilla del Ministerio para la Transición Ecológica se acumulan casi medio centenar de propuestas para el desarrollo de la eólica marina en las costas españolas. La inmensa mayoría salieron a la luz antes de conocerse cuáles serían las zonas aptas. Se perfilaron siguiendo los mapas de profundidades y calidad de viento y el borrador de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) que identificó inicialmente 27 polígonos de uso prioritario o alto potencial para estrenar el sector offshore.

Esa diferenciación desapareció en la versión definitiva del documento aprobada por el Gobierno el pasado 28 de febrero. Solo habrá áreas de alto potencial para mitigar la controversia con la pesca. Por esa misma razón algunas quedaron fuera de la selección tras incorporar las alegaciones y el resto mermaron, pasando de una superficie total disponible de aproximadamente 7.500 kilómetros cuadrados a algo menos de 5.000, el 0,46% del espacio marítimo del país.

La llamada zona NOR-1 entre las ocho escogidas en la demarcación marina noratlántica que va de la frontera de Galicia con Portugal hasta el golfo de Vizcaya fue una de las que más menguó tras la revisión. Ubicada en aguas de Pontevedra, frente al Baixo Miño, su extensión disminuyó un 80%, hasta los 117 kilómetros cuadrado. Hay tres candidatos hasta ahora para levantar parques flotantes allí. IberBlue Wind aspira a construir el complejo Juan Sebastián Elcano, de 552 megavatios (MW) de potencia y aprovechar las sinergias con otro megaproyecto de la promotora (el Creoula, de 1.440 MW) en aguas portuguesas; Ferrovial impulsa el Celta II, con 510 MW; y Capital Energy lanza el Volanteiro, de 510 MW, que fue el primero en postularse en la zona y el primero también que incorpora las modificaciones necesarias para adaptarlo al mapa final de los POEM.

parque eolico W

parque eolico W / Hugo Barreiro

De llevarse a cabo –los polígonos saldrán a subasta, es muy probable que se restrinja todavía más el espacio disponible dentro de cada uno y luego los proyectos deberán completar la correspondiente declaración de impacto ambiental–, el Volanteiro será más pequeño. Capital Energy contempló la ocupación de 95,1 kilómetros cuadrados en el documento inicial de proyecto presentado en el departamento liderado por Teresa Ribera el 7 de octubre de 2022. En la modificación que acaba de remitir al ministerio, la compañía estima unos 72 kilómetros cuadrados. La superficie baja el 25%, a pesar de que se mantiene el mismo número de molinos (34) de 15 MW de potencia unitaria.

No se descartan más cambios

Capital Energy no descarta más cambios de tamaño e, incluso, de capacidad de generación de electricidad. “Esta capacidad total del parque podría cambiar en función de la capacidad a subastar por parte de la administración”, recuerda en el nuevo documento inicial de proyecto, que “se adaptaría con respecto al número, posición, tipo de turbinas e infraestructura asociada”. “Asimismo –continúa el grupo energético–, el tipo y potencia unitaria asociada de generador podría ser diferente dependiendo del estado de madurez tecnológica de las turbinas una vez se proyecte y construya el parque”.

El Volanteiro no se enchufará a la subestación eléctrica de Pazos de Borbén, como en principio preveía la promotora. Para “establecer un escenario real”, se opta ahora por la de Atios, situada en el municipio de O Porriño. Da dos razones. La primera, que Red Eléctrica de España (REE) ha designado provisionalmente este nudo como encargado de la evacuación de la eólica offshore que se implante en la zona NOR-1. La otra, que la subestación de Pazos de Borbén “se encuentra condicionada” por la decisión de Transición Ecológica de sacar a subasta el hueco disponible para nuevos enganches.

La mudanza en la subestación de destino para el volcado de la producción del parque viene acompañada también de la redefinición del trazado del cable marino que conectará las instalaciones a tierra. Se prolongará algo más de 31 kilómetros hasta el norte de A Guarda, “evitando completamente” la ría de Vigo y la “elevada afección con la actividad de cultivo en batea” y el tráfico marítimo. La alternativa elegida, que implica un segundo cable terrestre de 26,6 kilómetros desde el desembarco en tierra hasta la subestación de Atios, “si bien interacciona de forma puntual con el sector agrícola y forestal, tiene menos interacción con zonas urbanas” que la otra opción, a pesar de tener esta un menor recorrido. “Este factor debe tenerse en cuenta dadas las dificultades técnicas para introducir nuevos trazados eléctricos en núcleos urbanos”, apuntan los técnicos de Capital Energy.

La empresa firmó recientemente una alianza con la firma francesa Lhyfe, especialista en hidrógeno renovable y con hidrogeneras offshore experimentales ya en funcionamiento. “Todos los parques eólicos marinos de Capital Energy, incluido Volanteiro, cuentan con la opción de aumentar la capacidad para este fin o bifurcar parte de la energía para la generación de hidrógeno verde en alta mar”, señala en el documento inicial reformado. La propia compañía matiza que, en caso de hacerlo, el proyecto de generación de hidrógeno verde tendría su propia tramitación y declaración de impacto ambiental.

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