El mayor astillero privado de España encara sus últimas horas de interinidad. Con tres propuestas sobre la mesa –Gondán, Armón y Marina Meridional–, para el número tres del Gobierno gallego, Francisco Conde, la solución debe pivotar sobre dos factores: la carga de trabajo y el mantenimiento del mayor número posible de trabajadores.
– ¿Cuál es la mejor opción de futuro para las instalaciones de Barreras, a juicio de la Xunta?
– La clave es que podamos tener un proyecto industrial que garantice estabilidad y carga de trabajo a largo plazo, y que claramente se enfoque hacia un mayor mantenimiento del empleo posible. Esos son los dos elementos sobre los que tiene que pivotar la resolución de todo este proceso. También con la implicación que pueda tener para la industria auxiliar, que reciba un efecto positivo en este escenario. Eso es en lo que estamos involucrados todos.
– ¿Hay algún temor sobre el hecho de que el factor precio pese más en la decisión que los que menciona usted de carga de trabajo y empleo? Hijos de J. Barreras no deja de ser una empresa privada.
– Hemos trasladado que nuestra prioridad es la carga de trabajo y el empleo, claramente. Es verdad que las diferentes ofertas van vinculadas a una propuesta económica, y también que, al final, la decisión dependerá tanto del administrador concursal como de la jueza. En ese sentido, nosotros sí hemos pedido que prioricen los criterios industriales. Veremos cómo quedan configuradas las diferentes propuestas, y cuál es la lectura del administrador concursal y la jueza. Vamos a mantener este criterio, y desde luego colaborar con ellos para que la decisión final vaya en esta línea, de la mejor oferta desde el punto de vista económico pero también social.
– ¿Alguna línea roja?
– Entendemos que la solución no debe hilvanarse solamente con criterios económicos, hay un elemento de carga social muy relevante no solo del corto plazo para el astillero, también el medio y largo plazo. Es decir, darle estabilidad a la empresa desde el punto de vista industrial, esto tiene que ser prioritario, con la carga de trabajo y el mantenimiento del empleo. La decisión dependerá primero de la propuesta que se pueda trasladar por parte de Barreras, y cómo se pueda avanzar en el proceso concursal.
– En negociaciones con Alcoa, por ejemplo, no existió clima de entendimiento con la propiedad. ¿Ha habido sintonía en este caso?
– La parte vendedora nos ha ido trasladando información de la evolución del proceso. Lógicamente, tanto los detalles como las ofertas finales no las conocemos. Ha habido un compromiso para que nos las puedan trasladar, y también les hemos pedido que las conozca con antelación el comité de empresa. Es un proceso muy singular en el cual se está intentando hacer una propuesta que se pueda viabilizar en el ámbito concursal y garantice el futuro del astillero. Nosotros, como Xunta, podremos actuar en el momento en el que haya una propuesta concreta para garantizar esa viabilidad. Vamos a estar para apoyar esa estabilidad del astillero. Es cierto que la singularidad del proceso nos lleva a que, de momento, tengamos que esperar. Lo que sí hemos dejado claro es nuestra prioridad: carga de trabajo y empleo.
– La Xunta siempre ha trasladado su disposición a participar en un eventual proceso de recuperación de Barreras. Al margen de que las propuestas formuladas no requieran de apoyo público, ¿estarían dispuestos a hacerlo en caso de ser necesario?
– No hay duda de que, para nosotros, nuestra visión sobre Barreras está en el marco del apoyo al naval. Desde esa perspectiva ya estamos trabajando por las necesidades que tiene el sector de cara a su diversificación, innovación o la propia formación. El formar parte de la solución, en un momento determinado, a la oferta ganadora va a hacer que se encuentre con esos apoyos que les puedan acompañar de alguna forma. El Perte del sector naval, que nosotros estamos insistiendo para que el Gobierno lo ponga en marcha cuanto antes, no solo supone una oportunidad para reforzar esta estrategia de diversificación y de mejora de la competitividad a través de la innovación. Por ejemplo, en la mesa que convocamos la semana pasada de la agenda de capacidades del naval, ya trasladamos un compromiso de cómo vamos a trabajar con el sector para poder acompañarles a diseñar los planes de formación que les van a exigir a los consorcios. En cuanto a la oferta ganadora, lo que tiene que saber es que la Xunta tiene la vocación de estar en la solución para garantizar la estabilidad del astillero, con elementos puntuales que pueda necesitar pero también con esa visión de apoyo al sector.
– ¿Qué papel a futuro jugará Barreras?
– Fundamental. No solo por el astillero en sí mismo, sino por el impacto que pueda tener en la industria auxiliar, que es uno de los elementos principales que debemos tener en cuenta.
“El mejor escenario posible es que se pueda poner en marcha cuanto antes, que quien se haga con Barreras tenga tiempo para hacer la planificación de carga de trabajo e inversiones”
– ¿Tiene alguna estimación de cuándo podría retomarse la actividad en Barreras?
– Va a depender del administrador concursal, la propia jueza, el análisis de las propuestas y de que le puedan dar el visto bueno a la solución. Son tiempos que escapan a la administración. Nuestra perspectiva es que pueda ser en el corto plazo. En la medida en que haya una propuesta razonable desde el punto de vista económico y social, el mejor escenario posible es que se pueda poner en marcha cuanto antes, que quien se haga con Barreras tenga tiempo para hacer esa planificación de carga de trabajo e inversiones, vinculadas también a ayudas que se puedan instrumentalizar por parte de la Xunta o los fondos europeos vinculados al Perte del naval.
– El naval gallego tiene la oportunidad de un revulsivo, que no tenía hace unos meses .
– Sí. El sector naval es prioritario para nuestro tejido productivo. Hay una oportunidad para reforzar esta industria, dando continuidad a la actividad en Barreras, y para que Vigo siga siendo un referente desde el punto de vista del naval en la construcción privada. No deja de ser un escenario complejo, pero tenemos una enorme oportunidad, que llega en un buen momento para poder aprovechar unos fondos europeos que han de permitir que el sector pueda acometer esas inversiones para modernización, digitalización, innovación y apoyo a la formación.
