El grupo PSA Peugeot Citroën confirmó ayer el desarrollo de un proceso de selección entre varias de sus plantas europeas para acoger una nueva línea de producción de motores de gasolina EB Turbo PureTech, en el que participan -según la prensa gala- los centros de Trémery y Balaídos, como avanzó ayer FARO. Fuentes de la multinacional francesa concretaron que la decisión final se tomará en el primer trimestre de 2015. El objetivo de esta inversión, que rondaría los 150 millones de euros, es reforzar la producción existente de motores EB Turbo PureTech, que arrancó el pasado mes de marzo en el complejo industrial Française Mécanique en Douvrin (en el norte de Francia, próximo a la frontera belga), ante el previsible aumento de la demanda en los próximos años.
"Para responder a la fuerte demanda de estos nuevos motores, que equipan las versiones de entrada de gama, debemos aumentar nuestras capacidades de producción", explicaron las mismas fuentes, que apuntaron que "al ser una capacidad suplementaria, al igual que en las atribuciones de otros proyectos, se ha abierto un estudio para la elección del lugar de fabricación", en el que los centros pueden proponer su mejor "saber hacer" en términos de competitividad. Según la prensa francesa, las dos plantas en liza son Trémery, especializada en la fabricación de motores desde treinta años, y Balaídos, aunque desde PSA ni se confirman ni se desmienten las candidaturas.
La familia de motores de gasolina EB de PSA equipan a modelos de las tres marcas del grupo (C4, C3, DS3, 308, 208, etc.), cubren un rango de potencia de entre los 68 y los 130 CV y representan aproximadamente el 60% de las ventas (permiten una reducción del consumo del 18% con respecto a los motores atmosféricos). La versión EB Turbo PureTech (1.2 cm3), que es la que se pretende reforzar para atender la demanda del mercado, se lanzó el pasado mes de marzo en el sitio de Française Mécanique, que era una sociedad conjunta entre PSA y Renault, y que ahora es propiedad exclusiva de PSA (aunque sigue destinando el 15% de su producción a Renault), mientras que Trémery fabrica las versiones EB de 1 y 1.2 litros atmosféricas.
Para Trémery, esta nueva línea de fabricación es estratégica porque se blindaría ante un posible cambio de tendencia del mercado, en caso de que las ventas basculen progresivamente de los modelos diésel a los gasolina (el 80% de su producción son motores de gasóleo). Tanto es así que los sindicatos franceses y las autoridades locales han comenzado una campaña de apoyo para que Trémery no pierda esta inversión (entre 130 y 150 millones de euros), ante el riesgo que representa la competitividad del centro de Vigo, con unos costes inferiores, sobre todo tras el acuerdo firmado el mes pasado para pujar por el K9 (la próxima generación de vehículos comerciales ligeros). Para Balaídos, en cambio, conseguir esta línea supondría ampliar su gama de producto, reforzando a toda la cadena de la industria auxiliar.
Bruselas aprueba la alianza con el Santander
- La Comisión Europea (CE) autorizó ayer, sin condiciones, la alianza entre Santander Consumer Finance y Banque PSA Finance, la financiera del grupo PSA Peugeot Citroën, para ofrecer financiación a la compra de vehículos en once países europeos mediante la constitución de sociedades conjuntas locales. El Ejecutivo comunitario ha examinado en particular los solapamientos entre las actividades de las empresas en el mercado de crédito para la compra de vehículos de motor en España.La conclusión de Bruselas es que la alianza no plantea problemas de competencia, teniendo en cuenta la moderada posición de las dos firmas en este mercado y la presencia de otros actores fuertes que ejercerán restricciones competitivas. PSA indicó que espera que las sociedades conjuntas de su financiera y Santander Consumer Finance estén operativas en cada uno de estos once países a lo largo de 2015 y a comienzos de 2016.El grupo automovilístico calcula que la asociación con Santander Consumer genere un impacto positivo en las cuentas de hasta 1.500 millones de euros. Para el Santander, el acuerdo supondrá fortalecer la posición de liderazgo de Santander Consumer Finance en el mercado de la financiación de vehículos europeo, reforzando su presencia en países en los que ya cuenta con masa crítica, como Alemania, España y Reino Unido, y entrando en nuevos mercados, como Francia y Suiza, según indicó la entidad cuando anunció la negociación con el grupo galo.
