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La industria de automoción

Francia sitúa a Vigo en la puja por una fábrica de motores para PSA

La prensa gala recoge que Balaídos compite por una línea de sistemas de propulsión de gasolina turbo

Iñaki Osorio

El centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën compite con la planta francesa de Trémery por una nueva línea de producción de motores de gasolina EB Turbo, según recogen varios medios regionales del norte de Francia. El proyecto, previsto para 2018, supondría una inversión de entre 130 y 150 millones de euros y busca adaptarse a un posible cambio de tendencia del mercado en cuanto a combustibles, en el que la gasolina estaría ganando cada vez más terreno al diésel (más contaminante y sobre el que planea un nuevo impuesto en Francia). Según el periódico Le Républicain Lorrain, fue el propio presidente del grupo, Carlos Tavares, quien desveló durante una visita a las instalaciones de Trémery que otras plantas del consorcio en Europa, entre las cuales destacó la de Vigo, pujan por esta inversión.

El aviso a navegantes de Tavares ha tenido una importante repercusión en Trémery, especializada en la fabricación de sistemas de propulsión desde hace treinta años. Los sindicatos del polo industrial que integran Trémery y Metz-Borny (en la misma región), en el que trabajan unas 5.300 personas, temen la competencia viguesa en salarios (entre un 20% y un 30% más bajos) y exigen a las autoridades locales y regionales que apoyen a la planta en su renovación y ampliación, por ejemplo, con la compra de un solar de 22 hectáreas por 6,6 millones de euros para esta nueva línea. El 80% de su producción actual son motorizaciones diésel, y el 20% restante, motores gasolina EB (la versión inferior de la nueva EB Turbo).

Los agentes sociales de Trémery consideran vital la línea de motores EB Turbo, en la que se prevé una inversión de entre 130 y 150 millones de euros, debido a que una posible bajada de la cuota de mercado de las motorizaciones diésel podría complicar la supervivencia del centro. Según la prensa gala, está previsto que París tome una decisión definitiva sobre el proyecto en el primer trimestre de 2015. En el caso de Vigo, la factoría gallega, que continúa expectante ante el inminente fallo sobre el lanzamiento del K9 (la próxima generación de furgonetas de la multinacional francesa, por la que compiten con la planta eslovaca de Trnava), limita su experiencia en el campo de la mecánica a su extinta factoría satélite de Ourense, que estuvo operativa entre 1978 y 1989, en la que se fabricaron y montaron motores y componentes de sistemas de propulsión para los vehículos de Balaídos y también para exportar.

La llegada de Carlos Tavares a PSA Peugeot Citroën a comienzos de año ha impulsado la competencia directa entre fábricas por un mismo proyecto industrial para garantizar la máxima rentabilidad económica del mismo, práctica que el ejecutivo luso ya realizaba en su etapa como máximo responsable de operaciones de Renault.

Citroën fabricó motores en Ourense entre 1978 y 1989

  • El grupo PSA Peugeot Citroën, a través de su filial Citroën Hispania, ya fabricó y montó motores y componentes de sistemas de propulsión en Galicia, en una planta inaugurada en 1978 en Ourense (en el polígono de San Cibrao das Viñas) que permaneció activa hasta 1989, cuando fue vendida a la compañía Labauto. Al frente del centro estuvo durante muchos años el exdirector de PSA-Vigo, Javier Riera. En la foto, trabajadores en la antigua fábrica.

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