Jornada de feria, vermú y pulpo en A Estrada

Los vecinos aprovecharon el día festivo para visitar el mercado o pasear por la villa

Un grupo de amigos se toma el aperitivo en el 20 Berzas.

Un grupo de amigos se toma el aperitivo en el 20 Berzas. / N.C.

La mejor forma de pasar el primero de mayo, Día del Trabajador, es precisamente no hacer nada. Disfrutar de los amigos, de la familia, pasar un rato ameno sin las prisas de siempre. Los estradenses saben bien cómo sacar partido a este festivo, incluso cuando las condiciones meteorológicas no son las mejores. Este año, el 1 de mayo cuadró en miércoles, lo que en la villa estradense significa dos cosas: feria y pulpo. De modo que desde media mañana ya podía observarse buen ambiente en las calles principales, especialmente en la Calvo Sotelo. A Pesar de las bajas temperaturas, muchos optaron por las terrazas y las cafeterías para empezar la jornada, antes de darse un paseo por la Praza da Feira en busca de alguna oferta jugosa o simplemente para hacer tiempo hasta la hora del vermú.

Un grupo de amigos se toma el aperitivo en el 20 Berzas.  | // BERNBABÉ/ JAVIER LALÍN

Asistentes al mercadillo semanal ayer en la Praza da Feira. / //Bernabé/ Javier Lalín

En esta cita semanal con el mercadillo hay ofertas para todos los gustos, desde ropa, a bisutería, pasando por libros, productos alimenticios, zapatos o incluso flores, plantas y semillas. Como no puede ser de otro modo, los más golosos hicieron parada en los puestos de churros para engañar el hambre hasta el mediodía, con el rey de la gastronomía gallega como plato principal. Eso sí, antes de coger sitio en cualquiera de las dos pulperías que estaban ayer en la carballeira de la Praza da Feira, los estradenses tenían otra parada obligatoria: la Zona dos Viños.

Estradenses disfrutan del “pulpo á feira” en la Pulpería Guerra.

Estradenses disfrutan del “pulpo á feira” en la Pulpería Guerra. / nerea couceiro

Un festivo sin disfrutar de un vermú, unos vinos o un aperitivo con amigos y familia no deja el mismo sabor de boca. Por eso, los establecimientos hosteleros de esta popular calle estradenses se llenaron de grupos de todo tipo que charlaban animadamente entorno a sus consumiciones. Por último, la tradición de los miércoles de mercadillo en la localidad dicta disfrutar del “pulpo á feira”, y si cae en festivo, con más motivo. Así pues, las carpas de Porta y Guerra se llenaron de comensales que después de la comilona y el vino, seguramente despedirían la jornada con una buena siesta.