El BNG presenta mociones contra Altri por su impacto en las parroquias ribereñas del Ulla

La celulosa afectará a a la playa fluvial de Cira | Hay un proyecto de captación de aguas en Ollares para cinco feligresías | La contaminación del aire llegará a los concellos dezanos

Vecinos de Agolada, con pancartas en contra de la planta de celulosa.

Vecinos de Agolada, con pancartas en contra de la planta de celulosa. / BERNABE/JAVIER LALIN

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

El BNG presentará mociones de rechazo a la macrocelulosa de Greenfiber, vinculada a Altri, en los concellos de Deza y Tabeirós-Montes, “en solidaridad con los vecinos de Melide, Palas de Rei y Santiso, y porque la calidad del aire de nuestros municipios se verá afectada por la distribución de contaminantes por la propagación de los vientos”. Aunque el EIA de la promotora indica que los gases afectarán a una granja de 10 kilómetros, el viento del norte puede propagar esa emisiones hacia el sur, hacia los ayuntamientos dezanos.

El BNG indica que la planta de celulosa y de lyocell se construirá cerca de las parroquias agoladesas de Basadre, Eidián y Ramil, mientras que la de O Sexo estará al pie del vertido de las aguas residuales, Agra se ve afectada por las tuberías de captación y Brocos, al pie del pantano de Portodemouros, ya sufre restricciones de baño y actividades acuáticas en el mismo por la aparición frecuente de microcistina, un alga tóxica que crece por el aumento de temperatura de las aguas y la presencia de nutrientes. Esa captación, de 12,5 kilómetros, afectará a 218 fincas del municipio agoladés.

En Vila de Cruces, 10 de sus parroquias lindan con el Ulla, donde se proyecta la captación de aguas para la celulosa y el vertido de las mismas, una vez tratadas. Pero es que en este municipio hay un proyecto de Augas de Galicia para una captación en Ollares, con la que se abastecerá a cinco parroquias. El Ulla también da vida a la playa fluvial de Cira, y riega además varias parroquias de municipio de A Estrada. “Estos tres ayuntamientos ya están afectados por las plantaciones de viñedos” de la subzona Ribeira do Ulla de la DO Rías Baixas. Los roturados de estas macroplantaciones produjeron meses atrás importantes arrastres de tierra al cauce del río.

Para el BNG, por último, “la industria enclave” que supone la futura planta de celulosa de Palas de Rei va a suponer “que no deja riqueza en la zona y un nuevo expolio de los recursos naturales de nuestro país. Solo busca disponibilidad de suelo barato y de eucalipto a gran escala y a precios bajos, una primera transformación con escaso valor añadido, y con un destino principal a la exportación sin cierre de ciclos”. Las Directrices de Organización do Territorio definen a una industria enclave como las que se asocian a un recurso o a una localización, que suelen tener un volumen de empleo considerable pero también efectos negativos sobre el paisaje y su territorio por su gran tamaño.

El SLG pide datos a Transición Ecológica

La responsable de Loita contra o Acaparamento de Terras del Sindicato Labrego Galego, Margarita Prieto Ledo, acaba de solicitar informes de impacto de la macrocelulosa sobre los municipios integrados en las Reservas de la Biosfera As Mariñas Coruñesas e Terras de Mandeo, Ribeira Sacra y Serras de Oribio e Courel, para profundizar en las consecuencias de la planta más allá de los 30 kilómetros de distancia. Prieto Ledo contactó con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para demandar la realización de un segundo informe desde esa área de Reservas de la Biosfera y de Relaciones Internacionales, a la que insta a alegar contra el proyecto de Greenfiber.

Recuerda que esta empresa está participada en un 75% por Altri y en un 25% por Greenalia, vinculada a la energía eólica y en cuyo consejo de administración figuran la exconselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, o José María Castellano, exvicepresidente de Inditex. De igual forma que el BNG lamenta que Altri opte a fondos europeos para su proyecto (precisa 200 millones) mientras no hay dinero para rematar las parcelarias en Agolada, el Sindicato Labrego echa en falta que tampoco se disponga de presupuesto para 250 explotaciones que sí cumplían con los requisitos de agricultura ecológica.