El invierno más lluvioso de la última década deja 1.000 milímetros de precipitaciones en Forcarei

Duplica tanto la media gallega como los registros de otras estaciones de las comarcas | Camanzo ostenta la temperatura más baja de la zona, 2 grados bajo cero, pero también aquí los termómetros superaron los 23

Concurrido mercadillo en A Estrada ayer, coincidiendo con el primer día de primavera.

Concurrido mercadillo en A Estrada ayer, coincidiendo con el primer día de primavera. / BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Ayer, a las cuatro de la madrugada, despedimos un invierno que cumplió con las expectativas: fue cálido y lluvioso. El informe de Meteogalicia señala que la temperatura media en la comunidad fue de 8,9 ºC, lo que supone 1,5 grados más que la media del período que se usa de referencia, el de los años 1981 a 2010. En cuanto a las lluvias, fue “ligeramente húmedo”, al llover un 18% más que en ese citado período.

Si hacemos memoria, desde el 21 de diciembre pasaron por las comarcas siete borrascas: Geraldine; Hipólito; Irene; Juan; Karlotta; Louis y Mónica. Sus efectos son evidentes sobre todo en los datos de la estación meteorológica de Forcarei, ya que remata el invierno con 1.008,2 litros por metro cuadrado (l/m2) de precipitaciones, concentradas sobre todo en enero (354,4), febrero (342,1) y los 20 días de marzo (244,7). Diciembre fue seco, con 67 milímetros de lluvia.

Con estos más de 1.000 l/m2 de lluvias, está claro que Forcarei no encaja en el informe estacional de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que habla de un invierno normal en lluvias y especialmente seco en la costa mediterránea. En Murcia, por ejemplo, cayeron durante el invierno en torno a 30 milímetros de precipitaciones, es decir, llovió casi 34 veces más en Forcarei que en esa región. Y este municipio, además, dobla la precipitación media en Galicia durante el invierno, cifrada en 580 milímetros. Es un valor al que sí se acercan los 545,7 l/m2 recogidos en la estación del casco urbano de Lalín o los 565,6 de la de Camanzo, en Vila de Cruces. Las cifras colocan el invierno de 2023-2024 por detrás de las lluvias de 2001 y de 2009, pero sí es el invierno más mojado de la última década.

Decíamos que Meteogalicia considera este invierno como muy cálido, y prueba de ello es que en febrero la citada estación de Camanzo llegó a alcanzar los 23,7 ºC, mientras que Lalín rozó los 21, como ocurrió durante una jornada más que primaveral en la Feira do Cocido. Y no fue Lalín, sino Camanzo, la estación que registró la temperatura más baja del invierno, 2 grados bajo cero, en enero. La parroquia cruceña ribereña del Ulla también puede presumir de marcar 23,7 grados en febrero. A nivel gallego, la temperatura media de las mínimas estuvo en 6,1 grados, mientras que la media de las máximas se colocó en torno a los 14 grados.

Un muñeco de nieve en Dozón, el pasado día 9.

Un muñeco de nieve en Dozón, el pasado día 9. / Bernabé/Lucía Abeledo

Solo una nevada

Así las cosas, es lógico pensar que los episodios de heladas y de nevadas fueron muy puntuales. Sobre las heladas, todas fueron en enero, con 3 jornadas tanto en Forcarei como en Camanzo en los que el suelo amaneció teñido de blanco, mientras que en Lalín heló durante seis noches. Más cerca está la única nevada del invierno en las comarcas, el pasado 9 de marzo.

Mencionábamos antes la más de media docena de borrascas gracias a las que el embalse de Portodemouros, por ejemplo, está al 93,7% de su capacidad, con 277 hectómetros cúbicos (hm3) sobre un total de 297. Pero también es cierto que dejaron tras de sí un reguero de incidencias de árboles caídos y techos con daños. No en vano, las rachas de viento más intensas en este invierno llegaron a rebasar los 101 kilómetros por hora en marzo en Forcarei, con la borrasca Mónica, o los 81,8 en Lalín con Louis.

Una primavera cálida y lluviosa

Cambiamos de estación pero las predicciones son similares a las del invierno. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avanza que los tres próximos meses van a ser cálidos en la comunidad gallega, hasta el punto de que las temperaturas serán similares a las de Castilla y León o Madrid, por ejemplo. Las precipitaciones, por su parte, van a concentrarse en la vertiente atlántica, donde se ubican Galicia y la zona oeste de Castilla y León y Extremadura.

Días atrás, el delegado de Aemet en la comunidad gallega, Francisco Infante, recordó que hace más de dos años, en concreto 27 meses, que no se registra un mes más frío de lo normal. A medio plazo y en vista de las precipitaciones caídas durante el invierno, en la comunidad gallega no debería haber problemas con el abastecimiento de agua. Todo depende de cómo se comporten las lluvias durante los próximos meses.

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