El héroe del Dakar

Javier Campos fue recibido ayer en la plaza del Concello de A Estrada por cerca de 200 personas. Amigos, compañeros del mundo del motor y vecinos quisieron de esta manera rendir homenaje al piloto después de su gesta en el Dakar. La iniciativa partió de los hermanos del dakariano, José Luis y Fernando, quien realizaron una convocatoria a espaldas del piloto. Ambos sirvieron además de gancho con la excusa de ir a comer juntos una vez llegase a casa después de veinte días de aventura sahariana. En vez del bacalao prometido, Campos se vio sorprendido por los numerosos amigos que lo aguardaban desde hacía media hora, con palco, música y presentador –Pablo Chichas– incluido.

El piloto tuvo que subir al palco para narrar parte de lo vivido en el Dakar. Así, recordó los malos momentos, como ese dolor de espalda que a punto estuvo de impedirle alcanzar la meta. Pero también habló de los buenos momentos y de lo que disfrutó sobre su KTM por las grandes dunas del desierto sahariano. Campos también tuvo palabras de agradecimiento para el trabajo de su equipo, clave para que pudiese finalizar, pero, especialmente, de su familia y de todas las personas que le transmitieron fuerzas a través de un grupo de Whatsapp con más de 600 integrantes. El piloto estradense no pudo reprimir las lágrimas en varios momentos de su discurso.

Otro de los factores que destacó fue la dureza del Dakar, mucho mayor de lo que había imaginado. Esa dureza puso a prueba la resistencia física y mental de un debutante de 54 años. Ayer, rodeado de los suyos, nadie se acordó de su posición final. Eso fue lo menos. Su muestra de sacrificio y perseverancia a lo largo de los últimos años fueron baluartes que explican el sueño cumplido de un hombre que, como dicen sus amigos, siempre termina logrando lo que se propone.

Este acto tuvo también su parte protocolaria. El alcalde de A Estrada, José López Campos, se hizo entrega de un recuerdo del Concello y también de una bandera de A Estrada. En su discurso, el alcalde puso en valor la gesta lograda por este vecino de A Estrada y recordó su labor constante para impulsar el mundo del motor en el municipio. De esta manera se puso punto y final a un emotivo y bonito acto, no sin que antes Campos tuviese que saludar, casi uno a uno, a todos los presentes. Era la última condición antes de poder ir a comer el bacalao prometido.

Ya por la tarde, el piloto se desplazó al Estadio Municipal de A Estrada. Allí realizó el saque de honor del partido Estradense-Barbadás y recibió como regalo una camiseta firmada por todos los jugadores del equipo rojillo de manos de su presidente, Toño Camba.