El PSdeG sitúa en sexto lugar a Manuel Cuiña, que deberá dimitir antes del 15

Ese día vence el plazo para registrar candidaturas, y los alcaldes son “inelegibles” | El PP habla de “desprecio absoluto” a los silledenses ante un “nuevo intento de fuga”

Manuel Cuiña se dirige a Ignacio Maril durante el último pleno en el antiguo consistorio, en noviembre pasado.

Manuel Cuiña se dirige a Ignacio Maril durante el último pleno en el antiguo consistorio, en noviembre pasado. / Bernabé/Javier Lalín

Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

A Manuel Cuiña Fernández le quedan días como alcalde de Silleda. Ocupa el sexto lugar de la lista aprobada ayer por el comité provincial del PSdeG para las elecciones autonómicas. El 15 de enero vence el plazo para registrar candidaturas, en las que no pueden figurar alcaldes, “inelegibles” por ley para el Parlamento de Galicia.

Las candidaturas socialistas serán revisadas por la dirección nacional del PSOE, que dará mañana su visto bueno. Aunque suele ser un trámite, Cuiña prefiere esperar a que se pronuncie Ferraz antes de avanzar la fecha de su dimisión. La decisión está tomada, aunque el sexto puesto no le garantiza la elección, pues el PSdeG obtuvo cinco diputados por Pontevedra en 2020.

La marcha de Cuiña, desvelada en exclusiva por FARO DE VIGO el pasado sábado, ha provocado las primeras reacciones políticas en Silleda. El grupo municipal del PP habla de “desprecio absoluto” a los vecinos ante el “nuevo intento de fuga” del todavía regidor local. Su portavoz, Ignacio Maril, considera que es “indigno” de un cargo que “debe ser el mayor honor para un silledense” y recuerda que es “su segundo intento de marcharse en apenas seis meses” de mandato, en referencia al amago de dimisión que protagonizó el pasado verano, “bajo la amenaza de no aceptar un sueldo inferior a los 50.000 euros, que finalmente tragó tras protagonizar un absoluto esperpento”.

Desde la formación popular no entienden “por qué se presentó a las elecciones municipales ni tampoco por qué reiteró su candidatura en el pleno de constitución si no quiere estar en Silleda ni atender a los vecinos”. “Si no tiene ganas, ni ilusión, y solo quiere dinero, que deje paso”, manifiesta Maril.

En el Partido Popular comprenden que para cualquier político “puede ser un honor” un nombramiento para otra responsabilidad o cambiar de puesto en algún momento, pero sostienen que “lo de Cuiña es una total desesperación por marchar de la alcaldía, que solo muestra su desprecio por el pueblo y por los vecinos”. “Quiere marchar cuanto antes y solo pretende ejecutar su plan para los próximos años, que ya lo anunció y lo dejó entrever en la sesión de investidura de hace seis meses, y que pasa por buscar el mayor sueldo posible, demostrando que los vecinos y este concello no le importan absolutamente nada”, sentencia Maril.