El hórreo más grande de Terra de Montes se desploma por culpa de su mal uso

Apatrigal reclama a Patrimonio y la APLU que se tomen medidas ante el derribo de este BIC de Millerada

Pide sanciones para los responsables y que se devuelva a su estado anterior

Estado en el que quedó el hórreo tras su desplome en los últimos días.

Estado en el que quedó el hórreo tras su desplome en los últimos días. / Apatrigal

La Asociación pola Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal) ha informado del desplome del hórreo situado en la Casa Rectoral de Millerada, en el Concello de Forcarei. Desde la entidad apuntan a que este derribo se produjo por causa de su mal uso y mantenimiento. Con 16 metros de largo y construído antes de 1901, recordaron que se trata del hórreo elevado más largo de toda la zona. Además, cuenta con la calificación de Bien de Interés Cultural (BIC) y está catalogado en el plan urbanístico del Concello de Forcarei por lo que ya han puesto reclamaciones ante las autoridades pertinentes.

Según explican desde la entidad presidida por el arquitecto estradense Carlos Henrique Fernández Coto y también responsable de la Red Internacional de Graneros Elevados Horrea, este hórreo se vino abajo perdiendo prácticamente toda su configuración arquitectónica. “A tenor del primer análisis realizado por nuestros expertos en estructuras, el mal uso del inmueble y la falta de conservación y mantenimiento pudieron ser las causas del derribo. Por lo que se puede ver se fue llenando de paja, convirtiendo una estructura isostática en un edificio inestable, por lo que lógicamente perdió su estabilidad y cayó al suelo”, explican en un escrito que han hecho llegar a la dirección general de Patrimonio, la Axencia para a Legalidade Urbanistica (APLU) y la Policía Autonómica.

El hórreo más grande de Terra de Montes se desploma por culpa de su mal uso

Imagen de archivo del hórreo, antes de venirse abajo. / FdV

Desde Apatrigal reclaman ahora la inmediata intervención de estas entidades para llevar a cabo una completa investigación de los hechos, determinar las responsabilidades y poner en marcha los mecanismos legales disponibles para la reposición de la legalidad, devolviendo el hórreo a su estado anterior, con la imposición de las sanciones que correspondan a las personas responsables de los hechos.

Cabe recordar que este hórreo pertenece a la iglesia. Sin embargo, recientemente habría sido alquilado a un vecino de la zona, que comenzó a almacenar paja en él. “Esta paja se fue mojando y subiendo de peso. Al final esta paja se convierte en un bloque que puede llegar a pesar toneladas”, explica el arquitecto estradense, quien recordó que este no es el uso que tiene que darse a este tipo de construcciones. “Se trató como un almacén”, lamentó y auguró que, al igual que ocurrió en el caso del hórreo de Carnota, tendrá que ser reconstruído, en este caso por cuenta de su propitario, el arzobispado.