Fernández Coto aplaude pasos en la senda para que los hórreos se declaren patrimonio inmaterial

El estradense que preside la red internacional Hórrea destaca la importancia del acuerdo del Consejo del Patrimonio Histórico

Fernández Coto, segundo por la derecha, preside la red Hórrea.

Fernández Coto, segundo por la derecha, preside la red Hórrea. / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

El Consejo del Patrimonio Histórico, máximo órgano de coordinación en materia patrimonial entre el Ministerio de Cultura y las comunidades autónomas, acordó esta semana iniciar los trámites para que los hórreos o graneros elevados sean declarados como una manifestación del patrimonio inmaterial en el Estado. El presidente de la Red Internacional de Graneros Elevados bautizada como Hórrea, el estradense Carlos Henrique Fernández Coto, aplaudió ayer la que consideró como “una noticia vital” en la senda de uno de los principales propósitos de la asociación que se dio a conocer hace poco más de un mes: que sea la Unesco quien declare los hórreos como patrimonio inmaterial de la humanidad.

Fernández Coto, también presidente de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal), indicó que lo que se busca no es tanto una protección física de estos elementos –de la piedra y la madera–, que es algo que ya existe en Galicia y en otros muchos lugares, sino el amparo y difusión de “lo que no se ve”: las leyendas, rituales, música, “foliadas” u oficios especializados en la rehabilitación de hórreos, como canteros o carpinteros. “Pretendemos que la gente se interese por el valor de los hórreos y los vea como esa joya, ese cofre donde se guardaba el maíz, el alimento que sustentó esta civilización desde hace varios siglos”, apuntó este estradense, que puso el acento en que, desde la llegada del maíz en el siglo XVI, este cereal se convirtió en “fundamental para la supervivencia del rural gallego y portugués”.

“Tenemos la esperanza de que en este 2023 se declare el patrimonio inmaterial de los hórreos como manifestación representativa, que es muy importante y paso previo a cualquier camino a la Unesco”, indicó Carlos Henrique Fernández Coto. Entiende que puede suponer ayudas para cursos, para formación y creación de nuevos artesanos para la restauración de hórreos y también para valorizar esos ritos, música y tradiciones en torno a este patrimonio. “Somos la primera potencia mundial de hórreos. Tenemos alrededor de 100.000”, señaló en relación a la comunidad gallega.

El presidente de Hórrea explicó que el colectivo continúa el trabajo de búsqueda de asociaciones que defiendan los graneros elevados como elemento patrimonial en países como Letonia, entre otros muchos, después de tener incorporados a esta red puntos como Brasil, Suiza, Turquía, Austria, Francia, Italia o Países Bajos. La tarea no es sencilla. “Ya solo en Galicia tenemos 27 formas de llamarle a los hórreos y también son diferentes en función del sitio: los hórreos de la Costa da Morte son con la piedra al natural, sin tallar, y los de la provincia de Ourense son de madera”