Cuiña a Rey y Díaz: “Dadle una pensada, que yo creo que no os vais a arrepentir”

En un corrillo, tras su reelección, el alcalde animó a los ediles del BNG a “dialogar” para forjar una coalición | “Es lo que nos dijo la ciudadanía y no le podemos fallar”, sostiene

Los miembros de la nueva corporación posaron juntos, a petición de FARO, al final de la sesión constituyente.

Los miembros de la nueva corporación posaron juntos, a petición de FARO, al final de la sesión constituyente. / Bernabé

Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

“Dadle una pensada, que yo creo que nos os vais a arrepentir”. De esta forma se dirigió el alcalde, Manuel Cuiña, a los ediles del BNG, Erea Rey y Xerardo Díaz, justo al finalizar la sesión de investidura. “Intentaré convenceros en la reunión del jueves”, continuó el regidor, convencido de que “lo importante es el diálogo, cuanto más podamos hablar, mejor. Es la forma de construir nosotros el relato, que no nos lo vayan a construir desde fuera”, les dijo en un corrillo en el que también participaron, entre otros, las concejalas socialistas Mónica González Conde y Paula Fernández Pena.

Cuiña, con su nieto en brazos.   | // BERNABÉ

Cuiña, con su nieto en brazos. | // BERNABÉ / Xan Salgueiro

El pleno de constitución de la nueva corporación del Concello de Silleda arrancó puntual a la una de la tarde y se desarrolló con agilidad bajo la dirección de la secretaria municipal, Déborah García Suárez. El concejal socialista Antonio Ferro Losada, de 69 años, presidió la mesa de edad, mientras que como vocal actuó Erea Rey Presas (BNG), de 29. Tras los juramentos o promesas por parte de los cargos electos tuvo lugar la votación para elegir alcalde entre los dos candidatos presentados: Manuel Cuiña (PSOE) e Ignacio Maril (PP) pues el Bloque no se postuló. Los votos de los seis ediles socialistas y la abstención de los dos nacionalistas refrendaron a Cuiña para un cuarto mandato.

Cuiña pasó entonces a presidir un pleno cuyo salón se quedó pequeño para albergar al público, formado mayoritariamente por familiares de los cargos electos y afiliados o simpatizantes de los partidos con representación. Algunos se tuvieron que quedar en el pasillo y el vestíbulo de la casa consistorial. El recién proclamado regidor quiso poner en valor que “con estos cuatro años por delante serán dos décadas de gobiernos progresistas en Silleda, un logro que no es fácil, dado que la lógica de la democracia es cambio y en un contexto en donde no predominan nuestras ideas”. Agradeció la labor de los ediles que les precedieron,a quienes hizo partícipes de un “progreso social del que no es necesario hablar, porque todo el mundo lo ve”.

Cuentas pendientes

Cuiña aprovechó su discurso –el único del pleno– para desmontar “un relato que se intentó construir” en los últimos tiempos, sobre todo en la campaña electoral, y que “nada tiene que ver con la realidad”: la presunta ruina económica del Concello, que “llegó a calar entre algunos vecinos”. Así que tiró de números: Silleda es el concello de Deza y Tabeirós-Montes que más pronto paga sus facturas; su deuda es de 1,2 millones de euros –un millón del crédito para el nuevo concello y 256.000 euros de otro de 2,5 millones pedido por el PP en 2005 “no se sabe para qué”–; y 12,7 millones de ingresos en 2022. El acta de arqueo refleja que hay 1.103.311 euros en cuenta, a los que se añaden cobros pendientes como los 1,2 millones del Plan Concellos o el 80% subvencionado del proyecto de la Rúa Progreso. En resumen, Silleda debe 1,2 millones y dispone de 3. “Precisamente, porque el relato no era cierto se tenía tantas ganas de llegar a la alcaldía”, espetó Cuiña. También aludió al aumento de población –9.012 vecinos arroja ahora el padrón, cifra récord en años–, pese a la sangría demográfica que experimenta toda la comarca y el interior de Galicia, en general.

Tras el rapapolvo a las filas populares, Cuiña tiró de tono amable para dirigirse al BNG, cuyos resultados –un trasvase de 300 votos de su propio partido– tildó de “muy buenos”, porque “la ciudadanía supo ver la renovación que hizo”. Subrayó que las fuerzas de derechas perdieron 197 votos –al PP les suma Ciudadanos y CCD, que concurrieron en 2019– por 19 las de izquierdas. Destacó que el PSOE “aguantó bien en un momento de tsunami del PP que se llevó por delante muchos gobiernos progresistas y que le dio mayorías absolutísimas en Lalín y A Estrada”. “Tenemos ocho concejales y la derecha, cinco. La ciudadanía nos ha dicho que tenemos que gobernar, mediante coalición o con apoyos, y no le podemos fallar –proclamó el alcalde–. Lo tenemos que construir entre los ocho. Si lo hacemos así, vendrán más años después de esos veinte de gobiernos progresistas”. Aunque “lo de menos es cómo”, dejó claro que “lo mejor es un gobierno de coalición desde el primer momento”.