Roombo entra en concurso de acreedores y deja deudas con hosteleros y personal en A Estrada

Un total de 8 establecimientos quedarían si reparto a domicilio si la empresa quiebra | De aparecer otro inversor, la situación podría salvarse, pero todavía reina la incertidumbre

Un repartido de la compañía hace una entrega.

Un repartido de la compañía hace una entrega. / nerea couceiro

El servicio de reparto de comida a domicilio gestionado por Roombo en A Estrada parece tener los días contados, puesto que esta misma semana los negocios hosteleros y de restauración que trabajaban con dicha empresa han recibido la notificación de que esta estaba a punto de entrar en concurso de acreedores. Por si esto no fuese suficiente, la preocupación en el gremio estradense creció al recordar que a muchos se les debía la última quincena de mayo y que es posible que tarden en volver a ver ese dinero.

En la misma situación de desconcierto se encuentra el personal que se encargaba de realizar los envío, a los cuales, al parecer, se les debe el sueldo de al menos dos meses. Prácticamente desde que el servicio empezó a funcionar en la localidad.

Cabe recordar que el total de establecimientos que colaboraban con esta compañía en la villa era nueve: Invictus, Baiuca, Samaná, O Lar, A Brasa, Café Central, Florida y Argentinos Burguer. Desde este último local, Gonzalo Pose explica más detalladamente lo que está aconteciendo: “parece ser que esta empresa fue comprada hace unos años por un fondo de inversión y que a este se le ha acabado el dinero, eso fue lo que nos dijeron”. En cuanto al dinero que les deben, cuenta que no sabe exactamente la cifra ni el período de tiempo, pero sí que “al menos los pedidos del primer fin de semana de junio”. Para él “no importa si son 1.000 o 300 euros, es dinero que nos corresponde, que se nos va en mercancía y en el trabajo de mi equipo, y que vamos a reclamar” señala. Su intención es “dejar pasar las fiestas, que son fechas complicadas, y ponernos de acuerdo con el resto de afectados para tomar medidas”.

Pose reconoce que para Argentinos la pérdida no es tan grande: “es cierto que nos aliviaba un poco la carga de trabajo, pero nosotros seguíamos funcionando con nuestro propio servicio de reparto, que cubría muchos más pedidos que su aplicación”. Aunque sí le preocupa como puede afectar esto a otros negocios que no disponían de este servicio antes de que Roombo desembarcase en A Estrada: “creo que les estaba yendo bien”, lamenta.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Hosteleros, Adriana Abelleiro, llama a la calma: “todavía no están en concurso de acreedores, tienen unos días para que aparezca otro inversor y si lo consiguen, podría salvarse”. De todos modos, la incertidumbre es causa de preocupación en el sector, no solo por no saber si podrán continuar con el servicio, sino porque para muchos supondría perder el dinero de los pedidos entregados en las últimas semanas, pues según cuenta los hosteleros, el funcionamiento de esta empresa era el siguiente: ellos cobraban los pedidos en mano o a través de la aplicación y cada quince días pagaban a los restaurantes y bares el total una vez deducidos sus importes.

Como ya mencionaba Pose, este servicio contaba con un buen funcionamiento, especialmente para aquellos locales que no disponían de reparto a domicilio de otro modo. Ahora solo queda esperar ver si se suprime o si otros aprovechan la oportunidad.