Silleda alegará al vertedero de Bander y solicitará prohibir determinados residuos

Manuel Cuiña recalca que las actuales instalaciones de Campomarzo se encuentran en un estado “lamentable” | El Concello ofrece asesoramiento a la plataforma de afectados

Manuel Cuiña mantuvo una reunión en el local social de Pazos con los afectados por el vertedero de Campomarzo. |   // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Manuel Cuiña mantuvo una reunión en el local social de Pazos con los afectados por el vertedero de Campomarzo. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / salomé soutelo

salomé soutelo

El Concello de Silleda presentará alegaciones al proyecto con el que la empresa Bander Residuos pretende dar un nuevo uso al vertedero de inertes de Campomarzo. Así se lo trasladó ayer el alcalde, Manuel Cuiña, a los vecinos y vecinas que acudieron a la reunión en el local social de Pazos.

El regidor avanzó que el Concello solicitará a la Xunta, que es la administración competente, para dar la autorización ambiental, que no se puedan verter una serie de residuos no peligrosos que figuran en dicho proyecto. En concreto, Silleda se muestra reacia a que sobre el antiguo vertedero se acumulen estos restos: los referidos a la prospección, extracción de minas y canteras y tratamientos físicos y químicos de minerales (referidos a lodos, entre otros); los procedentes de agricultura, acuicultura, caza y pesca; los vinculados a la elaboración de alimentos; y los que proceden, por último, de servicios médicos o veterinarios, así como de investigación asociada.

“Estamos, y estaremos, al lado de la ciudadanía, defendiendo sus intereses y el territorio que tenemos”, indicó Cuiña, quien ya dejó clara la postura del ejecutivo local cuando los afectados le solicitaron un encuentro sobre esta cuestión, a principios de semana. Pero “también tenemos que ser realistas, porque el vertedero está ahí desde el año 2002, con una gestión anterior de otra empresa que para nada fue ejemplar, indicó. De hecho, en su anterior etapa como vertedero de inertes, Campomarzo acumuló plásticos y otros residuos no admitidos, y llegó a sufrir un incendio intencionado.

Bander Residuos, la actual propietaria, adquirió estas instalaciones hace tres años y medio. Su proyecto incluye el sellado del vertedero de inertes, que lleva años sin utilizarse y que “está en un estado lamentable”, apunta Cuiña. Desde que conoció la venta, el Concello ya mantuvo varios encuentros con la Consellería de Medio Ambiente para pedir el sellado del actual vertedero.

Otros organismos

Por otra parte, los técnicos municipales ya redactaron el informe sobre el proceso de evaluación de impacto ambiental solicitado por la Xunta, en el que se concluye que el uso del vertedero es compatible con el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en vigor, si bien aclara que se precisan informes de organismos como Augas de Galicia, la Axencia Estatal de Seguridade Aérea, Servizo de Infraestruturas Agrarias, Carreteras de la Xunta y Patrimonio.

Además, de forma previa a la licencia municipal, es preciso vigilar que se cumplan condicionantes en materia de lixiviados, calidad del aire, control de olores o contaminación acústica. Por último, el regidor se puso a disposición de la recién creada plataforma de afectados para prestarles todo el asesoramiento que precisen y para facilitarles la presentación de alegaciones durante los próximos días.