La provincia cede 4.000 hectáreas de cultivos ecológicos en un año

Las 2.000 hectáreas actuales se dedican a cultivos permanentes para consumo humano y a pastos | Ya se superan los 300 productores, pero los comerciantes no llegan a la mitad

Una explotación ecológica de vacas vianesas en Trabancas, Agolada. |   // BERNABÉ/GUTIER

Una explotación ecológica de vacas vianesas en Trabancas, Agolada. | // BERNABÉ/GUTIER / SALOMÉ SOUTELO

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

La comarca dezana es un referente en leche y en cebo de porcino. Es más, podemos decir que en vacuno lechero Deza aglutina la producción de la provincia. En ambas categorías predomina un sistema intensivo para abastecer las demandas de mercado. Así que aún queda mucho por hacer para llegar al mismo nivel de importancia en agroganadería ecológica. Basta con ver la memoria anual, referida a 2020, del Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega).

La única que pierde terreno

Este documento indica que en la comunidad hay 32.055 hectáreas dedicadas a la producción ecológica, con clara relevancia de las provincias de Lugo (16.864, más de la mitad del global) y de Ourense (9.404). La provincia de A Coruña aporta 3.700, mientras que Pontevedra está a la cola, con solo 2.096 hectáreas. Esta provincia es la que tiene menos superficie destinada a agroganadería ecológica, porque entre 2019 y 2020 dejaron de dedicarse a este sistema 4.047 hectáreas. Pontevedra es, además, la única de las cuatro provincias que cede terreno, porque en un año Lugo incorpora al censo del Craega casi 152 hectáreas, mientras que Ourense gana 772 y A Coruña, 440. Aún así, en un año la comunidad gallega dejó de producir en ecológico en 2.682 hectáreas, por el bajón de Pontevedra.

Cultivos permanentes y pastos

En esas 2,096 hectáreas ecológicas de la provincia, predominan los cultivos permanentes para el consumo humano, con 1.032 hectáreas. Menos relevancia tienen los pastos permanentes, con 991 hectáreas, y los cultivos de tierras arables, con solo 72 hectáreas y media. A nivel gallegos, de las 32.055 hectáreas destinadas a producción ecológica, no predominan los cultivos permanentes (con 6.599 hectáreas), sino los pastos, con 23.473. Los cultivos de tierras arables se quedan en 1.982.

El informe anual del Craega indica que a nivel gallego hay 972 productores de alimentos ecológicos, así como 338 elaboradores y comerciales. Son 1.310, en total. Es curioso, porque aunque en Pontevedra la superficie destinada a este tipo de agroganadería es muy inferior a la de Lugo (la provincia con más terreno), las dos provincias andan parejas en cuanto a productores: 301 en Pontevedra y 369 en Lugo, mientras que Pontevedra, con 122 operadores, se impone con comodidad a los 73 dados de alta en Lugo. Por su parte, A Coruña contabiliza 181 productores y 84 elaboradores y comerciales, mientras que en Ourense las cifras son de 121 y 59, respectivamente. Así las cosas, como indica el informe, Lugo lleva el peso de la producción, mientras Pontevedra lidera el de la industria.

Aunque no le afecta a las comarcas, hay que indicar que en la producción ecológica de la provincia destaca la acuicultura, con 143 productores, por delante de los 120 de alimentos vegetales y los 38 que ceban carne.

Ventas que rebasan los 108 millones

En 2020, las ventas de productos ecológicos generaron unas transacciones de 108,36 millones euros, que son 15,5 millones más que los 92,78 de 2019. Este ascenso es común a las cuatro provincias, que en el caso de Pontevedra supone pasar de los 26,41 millones a los 30,96. Por tipo de producto, a escala gallega, el alimento que más se vende son leche y derivados, con una facturación global de 38,17 millones. Las carnes ecológicas y sus derivados se traducen en 15,28 millones, y las conservas de pescado, en 14,29. Estos tres alimentos tienen un comportamiento desigual si comparamos sus ventas con 2019: la leche gana 5,22 millones, y el pescado, 5,26.

Sin embargo, las ventas de carne ecológica desciende en casi 498.000 euros. A decir verdad, es de los pocos productos que pierde mercado, junto a los vinos, licores, sidras y vinagres (que bajan en 153.600 euros para facturar 2,01 millones) o los frutales, que facturaron 2,06 millones, 22.200 euros menos que en 2019. Hay que mencionar la excelente subida de otros productos, como las castañas, que ganan 1 millón en ventas y rozaron en 2020 los 2,6 millones.

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