A Estrada suma ahora mismo nada menos que doscientos vecinos confinados por COVID-19. Parte están convalencientes por haber contraído la enfermedad y otros muchos como medida preventiva de la diseminación del virus ya que han sido contactos estrechos de alguna persona que ha dado positivo. Así lo explicó en la mañana de ayer el jefe de Servizo de Atención Primaria, Juan Sánchez Castro, que también detalló que prácticamente se puede afirmar que “la mitad” de los 200 aislados que se contabilizan en la actualidad se han contagiado o permanecen aislados como contactos estrechos de infectados en el marco del brote de las dos partidas de cartas disputadas sin las oportunas medidas de seguridad en el local social de Agar y en un establecimiento hostelero próximo.

Así las cosas, ese sigue siendo el principal brote activo por coronavirus en el municipio. Suma prácticamente un centenar de confinados, fundamentalmente en parroquias del rural vinculadas a los códigos postales 36.686 y 36.685. Por eso, el jefe del Servizo de Atención Primaria de A Estrada llama a extremar las precauciones todavía más en el ámbito geográfico vinculado a dichos códigos.

Y es que, tal y como explica, resulta muy fácil contagiarse si no se extreman las medidas preventivas. De hecho, apunta, en general –ya sin ceñirse exclusivamente al brote de las tristemente famosas partidas de cartas– lo más habitual es que cuando se registra un positivo en una casa también sus convivientes acaben sucumbiendo ante la enfermedad. “Las casas no están preparadas” para realizar ese tipo de aislamiento, consideró. Tener un dormitorio con baño incorporado puede ayudar pero cuando hay que compartir espacios y los convalecientes salen del lugar en el que están pasando el confinamiento –aunque sea un momento– resulta extremadamente sencillo contagiar a los demás. “O ya se contagiaron antes” de darse cuenta de que su familiar presentase síntomas de infección por COVID-19, admite.

También se está constatando, como ya había ocurrido con el brote de Vea, que se contagian vecinos de casas próximas. Y a ese respecto Sánchez aconseja no tentar a la suerte. Está bien asistir a quien lo necesita pero guardando las distancias. No es el momento de realizar una visita de cortesía a un enfermo por COVID porque quien lo visita puede ser el siguiente.

Pero el brote vinculado a las dos partidas de cartas es solo uno de los tres que se contabilizan ahora en A Estrada. Otro es el ligado al entorno de amistades de los tres integrantes del cuerpo técnico y la plantilla del Estradense que dieron positivo por coronavirus. Según los datos que barajaba ayer Sánchez, contabiliza en torno a una veintena de confinados. Asimismo, un tercer brote estaría relacionado con una trabajadora de un establecimiento hostelero que habría dado positivo y cuya abuela también contrajo la enfermedad. Otros cuatro contactos de esta también resultaron infectados.

La progresión es espectacular si no se extreman las precauciones. Y todavía más si no se colabora con los rastreadores como Sánchez destaca que ocurrió con el brote de las partidas de cartas. Está convencido de que si hubiesen colaborado desde el principio los afectados hubiesen sido muchos menos porque los casos se hubiesen acotado y aislado mucho antes. “Coger el virus es inevitable en muchos casos pero provocar una diseminación grande se puede evitar”, afirma.

A Estrada sumó entre última hora del domingo y la mañana de ayer tres nuevos positivos, que siguieron bajando la media de edad de los infectados. Ahora se sitúa en los 34 años. pero, como también contabilizó tres altas de enfermos que ya se han curado, su número total de activos continúa siendo el mismo: contabiliza 46 enfermos por coronavirus. Ello –y, sobre todo, el hecho de que contando 14 días hacia atrás justo ese día no se hubiese registrado ningún positivo– favorecía al municipio para acudir a la revisión del comité clínico previsto para anoche con una cifra inferior inferior a los 50 que se traduciría en una tasa de incidencia acumulada superior a 250 casos por cada 100.000 habitantes y que, por tanto, le podría abocar al nivel máximo de alerta. Así, aun cabía la esperanza de poder evitarlo. Al cierre de esta edición, se aguardaba que se produjese la reunión del comité clínico. Y se daba por descontado que adoptaría alguna medida restrictiva adicional, entre las que se barajaba la posibilidad de un nuevo cierre perimetral, que se deseaba evitar para no ahogar la actividad del comercio y la hostelería del municipio.

Riádigos pide a los lalinenses que no bajen la guardia

La coordinadora del centro de salud de Lalín, Carmen Riádigos, solicita a la población que no baje la guardia y cumpla con las medidas conocidas por todos a estas alturas para evitar contagios: mascarilla, distancia social y limpieza de manos. Para la doctora natural de la parroquia de Catasós no existe un método mágico que permita controlar en un territorio definido la expansión del virus y, en consecuencia, es fundamental que la sociedad actúe de una manera responsable. Sí entiende que la relajación de los individuos es un factor determinante en los contagios y por eso cuando se decretan cierres perimetrales o se restringen las reuniones sociales el riesgo disminuye. También ve en el alcohol un elemento peligroso para favorecer la transmisión del COVID-19. “Ahí entra la euforia, la relajación y se baja la guardia: se quitan las mascarillas y todo esto supone un riesgo severo”, manifiesta. A su juicio y a diferencia de la primera ola, ahora el sistema sanitario está más preparado para gestionar esta pandemia, “aunque errores se pueden cometer siempre”. La cabecera comarcal dezana se mantiene, aunque con una posible previsión de alza para los próximos días, por debajo de los ratios máximos establecidos por la comisión clínica autonómica para tomar medidas restrictivas. En la actualidad son 19 los lalinenses contagiados. Por otro lado, en el término municipal de Silleda había ayer una decena de vecinos enfermos, cuando 24 horas antes arrojaba una incidencia acumulada –que no identifica el número real de contagiados– de 12 casos en los últimos 14 días. En lo que atañe al término municipal de Dozón, en el día de ayer eran dos los vecinos que permanecían contagiados por coronavirus y una incidencia de entre 150 y 250 casos por cada 100.000 habitantes.