Un vecino de Rodeiro de 84 años de edad con patologías previas se convirtió el jueves, 30 de diciembre, en el primer fallecido por COVID del municipio dezano. Así lo confirmó el alcalde, Luis López Diéguez, antes de señalar que 2020 se cerró en su concello con tres casos activos –correspondientes a una persona joven, otra de mediana edad y otra mayor– de tres familias distintas. Dos son “restos” del brote que tantos quebraderos de cabeza les causó en las últimas semanas y otro, “un brote nuevo pero superdelimitado y controlado”. Aun así pide prudencia. “Venimos de un cierre perimetral, que la gente no interprete que ya toca barra libre. No es una broma. Podemos pasar de 0 a 100 en un instante”, asegura. Lo sabe bien A Estrada, que en poco más de una semana ha pasado de ser un municipio libre de coronavirus a sumar 48 positivos, con una tasa de incidencia acumulada en 14 días cifrada en 244 casos por cada 100.000 habitantes. Esta acusada subida le hace temer ahora nuevas medidas restrictivas y perjuicios para la economía local.
“Es desesperante”, admite el jefe del Servizo de Atención Primaria de A Estrada, Juan Sánchez Castro. “Necesitamos al menos 21 días para bajar esta cifra”, subrayó el hombre que lidera la lucha contra el COVID-19 en el municipio al constatar ayer –en Año Nuevo, porque la pandemia no entiende de festivos– que el ayuntamiento había incrementado en 5 sus positivos sobre los 43 registrados el 31 de diciembre, fecha en la que ya había incrementado en 7 los 36 registrados a última hora del miércoles.
Sabe que lo más probable es que el comité clínico acuerde en su próxima reunión restricciones adicionales para A Estrada, que ahora las tiene básicas, al igual que los demás concellos de Deza y Tabeirós-Montes. La tasa local de incidencia acumulada en 14 días es más del doble de lo que se permite para no adoptar medidas excepcionales. Con A Estrada sumando casos en 11 días consecutivos y sin margen temporal para reducirlos, Sánchez se teme más restricciones y daños para el tejido productivo local y, por tanto, para la ciudadanía. No descarta que pueda haber más casos. La mayoría están en el rural pero en la villa también hay algún foco más pequeño. La media de edad se sitúa en 34 años. Dos de los afectados están ingresados. Los demás, confinados en su domicilio.
“Es frustrante. Esto lo han estropeado doce irresponsables”, lamentó. Hasta ayer, al puzle de los contagios en esta tercera ola le faltaban piezas. Pero ayer Sánchez logró encajar las que le faltaban y pudo constatar que dos partidas de cartas conectadas entre sí –una de ellas disputada en un local social y otra con público en un bar del rural, con los seis jugadores y el hostelero sin las pertinentes medidas de protección– habrían sido el origen del mayor brote de COVID en la tercera ola en A Estrada. La falta de colaboración de algunos afectados se lo está poniendo difícil a los profesionales del centro de salud local que –tras lograr por quinta vez en siete años el Premio Best in Class a mejor centro de salud de España– trabaja coordinado con el Concello, Medicina Preventiva del Clínico y los rastreadores oficiales para localizar todos los contactos, tener trazabilidad de todos los casos, aislarlos cuanto antes y asegurarse de que no hay transmisión comunitaria. Es un sistema que “funcionó perfectamente” en ocasiones anteriores, según destaca el alcalde José López Campos. Como Sánchez, pone el acento en la “responsabilidad individual”. Pide a los vecinos que extremen la prudencia para doblegar de nuevo la curva, como ya se hizo con rapidez en ocasiones anteriores.
Esta está siendo una semana difícil para A Estrada. El martes el Espazo Concilia –un servicio municipal que estas semanas acoge un campamento navideño de conciliación familiar y laboral– amanecía con el positivo de un monitor. Había acudido a su trabajo el lunes por la mañana, supo por la tarde que era contacto de un positivo y el martes se sometió a una PCR que dio positiva. De inmediato, el Concello activaba el protocolo Covid. La pediatra de enlace entre el centro de salud y el ámbito educativo local, Eva García, remitía a la Xunta el listado con los 12 niños de 3 a 12 años del aula burbuja afectada y de la monitora que había sustituido al que había dado positivo. El resultado de las PCR practicadas en Santiago a niños y monitora fue negativo en todos los casos, según trascendió ayer. Gracias a ello, el Espazo Concilia no tendrá que suspender su actividad en el aula burbuja ligada al positivo.
También dieron negativo los resultados de las PCR que el Estradense le realizó a toda su plantilla –a sus titulares y a los juveniles e integrantes del equipo B que con ellos entrenan– tras comprobar el lunes que un miembro del equipo técnico y dos jugadores foráneos habían dado positivo en los test que se realizan cada semana por exigencia de la Federación Española de Fútbol. “Hubo suerte”, admitía el presidente del club. El equipo iba a entrenar tras una semana libre. Al confirmar el jueves 31 que habían dado negativo en las PCR practicadas el miércoles acordaban reanudar hoy, sábado, los entrenamientos e intensificarlos en jornadas como mañana, por ejemplo, para preparar el primer partido de la segunda vuelta que disputarán el día 10 en O Barco de Valdeorras.
Mientras, A Estrada mirará muy de cerca sus cifras de COVID para ver si procede hacer el cribado que descartó estos días al no haber transmisión comunitaria. Hoy abre en las residencias de mayores y de autistas de Berres la vacunación que en Lalín se inició en la residencia DomusVi el 31 y sigue hoy.
