La elaboración de una auditoría sobre las cuentas municipales, a raíz de una propuesta de Compromiso por Lalín (CxL) y PSOE al día siguiente de las elecciones, fue respondida anteayer por el alcalde en funciones, José Crespo, anunciando que será él mismo el que la encargue para demostrar que no existen irregularidades ni nada que ocultar en las cuentas públicas. Los dos principales partidos que sustentarán el nuevo gobierno plantearon la auditoría solo para conocer la realidad económica del ayuntamiento y, no, según sus palabras "para levantar alfombras".

Pero el hecho de que ahora Crespo replique, no ha sentado bien ni al próximo regidor, Rafael Cuiña, ni al candidato socialista, Rafael Cuiña. Ambos replican a Crespo que ahora mismo está en funciones y por tanto no está capacitado para contratar una auditoría contable. Cuiña pide a Crespo que no se "extralimite" y lamenta que vea su propuesta como una amenaza, cuando entiende razonable que un gobierno entrante y sus vecinos conozcan cómo está el Concello. Cuiña valora la importancia del personal lamenta que ante la plantilla Crespo hable de "neno grande" cuando ya remató la campaña. En lo que respecta a la auditoría laboral recalca que solo se pretende conocer "la situación de los trabajadores, qué tipo de contratos tienen y la finalidad y necesidad de cada uno de ellos".

Por su parte, Casares lamenta que el regidor en funciones desconozca la legislación "tras 25 años" pues en caso de que aprobase el contrato de una auditoría estaría incurriendo en una ilegalidad. Y rehusó valorar "los reproches personales referidos a esta cuestión".