Para sacar todo el jugo a la manzana

La estradense Mónica Brey viaja a Austria, Italia y Francia con Fademur para conocer experiencias del sector agroalimentario que aplicar a la producción de los pomares locales

Mónica Brey, en uno de sus pomares, con la máquina que introdujo para la recogida.   | // BERNABÉ/CRIS M.V.

Mónica Brey, en uno de sus pomares, con la máquina que introdujo para la recogida. | // BERNABÉ/CRIS M.V.

Ana Cela

Ana Cela

Es mujer, es vecina del rural de A Estrada y es, también, una de esas valientes que, si la ocasión lo requiere, se pone el mundo por montera. Como muchas congéneres, Mónica Brey sabe lo que son las jornadas laborales en versión extendida. Madre de dos hijos, es también una experta en hacer encaje de bolillos y malabares, aunque estas dos disciplinas haya que asumirlas –al menos de momento– en sentido figurado. Y es que Brey compagina todo el esfuerzo de la crianza con la energía que requiere un espíritu emprendedor. Y no uno cualquiera: uno convencido de que también es posible innovar para crecer profesionalmente desde el ámbito rural. Esta estradense será una de las integrantes de la delegación española que emprende esta misma semana un viaje por Austria, Italia y Francia, en el marco del programa Allen Rural, un proyecto, realizado por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) en colaboración con IKEA, que tiene como metas promocionar el desarrollo de la agricultura sostenible para empoderar a las mujeres en áreas rurales de España. Su propuesta se dirige a la creación de empleo y al dimensionamiento de las explotaciones y las empresas en el sector agroalimentario, entre otros.

Desde Fademur se explicó ayer que trabajan en esta iniciativa con el objetivo de mejorar la situación laboral y, por consiguiente, también la económica de 1.000 mujeres rurales. Las perspectivas son buenas, ofreciendo la esperanza de ver incrementando este impacto positivo, que ya ha alcanzado a 700 mujeres rurales de todo el país. Buscan ayudarlas a través de la formación y el asesoramiento, en materias como la digitalización, el fortalecimiento de sus explotaciones y la mejora de su rentabilidad, así como encaminarlas hacia la práctica de la transición ecológica.

Mónica Brey fue una de las mujeres seleccionadas para esta experiencia internacional, de contacto y conocimiento con varios sectores productivos agroalimentarios de Austria, Italia o Francia, pero también de reunión e intercambio con otras mujeres. Esta productora de la manzana de sidra estradense tiene las maletas hechas para un viaje de 10 días, que emprende mañana mismo y que la mantendrá lejos de casa hasta el 31 de mayo. En su caso, la formación recibida busca extraer el máximo partido a su producción poniendo el foco en el sector turístico. De este modo, su meta es ahondar en la vertiente turística que ya ha venido demostrando que tiene la manzana estradense, con recursos como la Ruta das Maceiras en Flor o la Ruta da Sidra.

Ocho hectáreas de pomar

En estos momentos Mónica Brey gestiona y trabaja nada menos que ocho hectáreas de plantaciones de manzano ecológico. Ella fue, además, la pionera en introducir el trabajo mecanizado en la recogida del fruto que se realiza cada otoño en los pomares locales.

Brey escogió hace unos años la producción de manzana de sidra como medio de vida. Sus plantaciones se encuentran repartidas en puntos como Agar, Curantes, Olives y San Pedro de Ancorados. Apostó por incrementar la base territorial y también por la mecanización de los procesos habituales, caso de la tarea de sacudir el manzano para hacer caer el fruto –mediante un sistema de vibración– o la acción de una máquina de recogida, que avanza entre los pasillos de las plantaciones y realiza en poco tiempo el trabajo de varias personas, permitiendo que en estas fincas sea factible realizar la recogida de toda la producción con solo tres personas. Y eso es mucho decir.

Ahora, Brey y su familia están valorando otras opciones para seguir sacando rendimiento a su explotación, principalmente con la vista puesta en el motor turístico. La idea sería aprovechar las sinergias que en el campo estradense pueden tener la producción de manzana con el actividad turística propiamente dicha, a través de visitas a los pomares, la realización de catas, cursos o diferentes talleres. Dicho de otro modo: sacar todo el jugo a la manzana.

Mujeres rurales gallegas, todavía con opciones de alzar el vuelo

Por otro lado, desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) se informó ayer de que todavía está abierto el plazo para que mujeres rurales de Galicia se sumen, de manera gratuito, a un curso de piloto de dron que ya han realizado en 2023 un total de 250 mujeres rurales de toda España. En el caso de la comunidad gallega, el plazo para inscribirse termina el 26 de mayo.

Según se indica, la edición del curso que Fademur lanza ahora en Galicia está abierta a un total de 30 mujeres del medio rural, con preferencia de aquellas que se encuentren en situación de desempleo y de quienes trabajen en una explotación agrícola o ganadera en la quieran aplicar el uso de drones. Estos cursos de sirven a las participantes para obtener, de forma gratuita, la titulación de pilotas a distancia de UAS/drones en categoría abierta, A1/A3, A2 y STS01 y STS02 certificado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Además, también brindarán la certificación de Fotogrametría, que proporciona las técnicas para realizar mapas y planos de grandes extensiones de terreno por medio de la fotografía aérea.

Este curso de pilotaje drones consta de 80 horas de formación, de manera predominantemente online, con sesiones prácticas y exámenes presenciales. Tras una primera parte sobre pilotaje, las alumnas optarán a una especialización, también gratuita, en aplicación de drones en agricultura de precisión o en drones con fines audiovisuales. Las mujeres podrán completar la instrucción a lo largo de dos meses. Las mujeres interesadas en participar solo tienen que completar y enviar el formulario online habilitado por la organización.