La mayor caída en las carreteras autonómicas de la zona se da en la que une Silleda con Vila de Cruces. Esta vía cerró el pasado ejercicio con 2.433 vehículos, tras sufrir una debacle con respecto al año inmediatamente anterior y ceder 1.476 (37,7%). En cualquier caso, 2012 había batido el récord de los últimos años y marcado un punto de inflexión en la lenta caída desde los 3.320 vehículos de 2007. De los 186 automóviles pesados contabilizados el pasado año (7,7% del total), el 52% circulaba en sentido Cruces y el resto, hacia Silleda. Octubre, con 2.513 coches, y diciembre, con 2.111, marcan la máxima oscilación entre meses en la PO-205. Por días, los laborables promedian 2.528 unidades y los festivos, 2.149, siendo los viernes los más concurridos (2.702) y los domingos, los menos (2.085). El momento álgido del día es a las 19.00 horas, con más de 180 coches tanto laborables como festivos.