fútbol - Primera División

El Real Madrid sonríe camino de Mánchester

Un gol de Tchouameni le da la victoria en Mallorca y le acerca un poco más al título

Tchouameni celebra el gol de ayer en Son Moix. |  // LAP

Tchouameni celebra el gol de ayer en Son Moix. | // LAP / fermín de la calle

fermín de la calle

Un solitario tanto de Tchouaméni, en un partido con muchas ocasiones en la segunda parte, decidió un duelo trampa para los hombres de Ancelotti, que salieron de Mallorca con tres puntos y la Liga amarrada (0-1). Carletto rotó pensando en la batalla del próximo miércoles en Champions y la apuesta le salió bien con un deslumbrante Modric, el mejor Tchouaméni del año, aunque no estará en el Etihad por tarjetas, y un Brahim que desperdició hasta dos ocasiones claras. Al equipo de Aguirre no le llegó con el compromiso y la voluntad, aunque Lunin tuvo que sacar un par de manos salvadoras.

Saltó el Madrid al césped de Son Moix con la cabeza en Manchester, como no podía ser de otra forma. En el once no estaban Vinicius, Rodrygo, Kroos, Carvajal ni Camavinga. Quien sí aparecía era Bellingham, más necesitado de confianza que de minutos, algo que Ancelotti trató de darle de cara a la final del miércoles. Aguirre también salía con caras nuevas por el cansancio acumulado tras la final de la Copa del Rey en La Cartuja.

El partido fue cerrado en su primera parte. Se jugaban mucho los dos, especialmente un Mallorca que necesitaba sumar para escapar de la quema del descenso. En la primera parte, el compromiso local superó a la actitud blanca, además de anular el desequilibrio de los visitantes. De hecho, la oportunidad más clara, hasta la media hora, fue un testarazo de Raíllo en un córner que Lunin tuvo que sacar junto a la cepa del palo. Respondió Bellingham con un zapatazo al larguero que despertó a los blancos, pero Joselu no recibió ni un solo centro de sus compañeros en el primer tiempo, lo que permitió a los centrales locales pasar una primera mitad plácida. Al descanso se llegó con un empate denso y aburrido.

Salió el Madrid con dos marchas en ataque del vestuario, algo que se tradujo en ocasiones. Primero un disparo de Bellingham que Rajkovic tuvo que abortar y en el minuto 48 un latigazo de Tchouameni desde 30 metros que rozó en un rival para caer en la red bermellona y adelantar al líder.

Ahora la pelota estaba en el tejado de Aguirre, al que ya no le valía con desactivar a los blancos. Necesitaba proponer el Mallorca, que echaba mano de un fútbol directo que era sencillo de defender por parte de los madridistas, que tuvieron oportunidad de sellar el triunfo con un disparo de Brahim que Rajkovic detuvo. El portero serbio salvó a los locales en otra ocasión ante un Brahim indolente ya con el partido encendido tras la salida al césped de jugadores como Abdón Prats, Darder, Vinicius o Camavinga, quien dio descanso a Bellingham.

La entrada del brasileño alegró al Madrid y sembró la inquietud en un Mallorca que necesitaba irse arriba sin destaparse atrás. Raíllo salvó un gol cantado de Valverde tras desborde de Vinicius antes de que Lunin volase para sacar una volea de Darder. Y así acabó el duelo, con la victoria de un Madrid que debió sufrir menos, pero que salió victorioso de Son Moix antes del examen de Manchester y el clásico.