Fútbol

El Rápido afronta una encrucijada

Imanol Almudí, portavoz del Rápido, pide “paz social” para inaugurar “una nueva etapa”, pero casi todos los responsables de fútbol 11 anuncian su dimisión "irrevocable" mientras Caneiro y "personas de su entorno" sigan en la directiva

El exvicepresidente Rafa Caro convoca a varios directivos a un acto de conciliación previo a la presentación de una querella por injurias y calumnias

Una madre que asistió a la comparecencia relata lo sucedido a otros familiares de canteranos

Una madre que asistió a la comparecencia relata lo sucedido a otros familiares de canteranos / Marta G. Brea

Armando Álvarez

Armando Álvarez

“Hoy empieza una nueva etapa en el Rápido de Bouzas”, proclama el recién nombrado portavoz del club aurinegro, Imanol Almudí. Un anuncio optimista. Así lo pretende la junta directiva en su exposición de medidas. Auguran un “corte limpio” con el pasado. Atribuyen la crisis que socava al Rápido a la mala praxis de los directivos que se encargaron de la gestión hasta noviembre. Encomiendan el diagnóstico de lo sucedido a una auditoría. Desde las familias se ha apuntado a la necesidad de una reforma profunda, que amplíe la masa social de la entidad. Y los entrenadores han respondido algunas horas después con la dimisión prácticamente en masa (todos menos uno), de momento, de los encargados de fútbol 11 (también ayudantes y delegados), decisión que califican como "irrevocable" mientras Alfonso Caneiro o "cualquier persona de su entorno" sigan en la directiva. En las próximas horas le aguarda una complicada tarea al nuevo director deportivo, Gustavo Loureiro.

El cisma boucense estalló en enero, aunque se larvaba desde antes. En enero desaparecieron de la junta Rafa Caro, dimitido y Roberto Barcia, destituido. A ellos les había otorgado el control del club el presidente, Alfonso Caneiro, ocupado en sus viajes de negocios a Estados Unidos. Deudas, trato y deterioro de las instalaciones provocaron posteriormente el plante en los entrenamientos de los entrenadores, apoyados por las familias. Caneiro presentó su dimisión, pero la junta jamás llegó a aceptársela. Los entrenadores amagaron con recuperar la huelga y extenderla a los partidos oficiales. A petición de los padres, sí se presentaron a las citas del pasado fin de semana. Todo quedaba pendiente de la rueda de prensa de hoy.

La mañana se inició con cierta tensión. Dos guardias de seguridad impedían el paso al Pujales, en cuya cantina se iba a celebrar la comparecencia. Dos docenas de familiares de canteranos y técnicos reclamaban su derecho a asistir a ella. Acudió un furgón policial por si se producían incidentes. Finalmente se permitió la entrada de algunos representantes de ambos colectivos. Al otro lado de la mesa, Almudí rodeado por directivos como Serafín Vázquez, Juan Manuel Portas y el histórico Manuel Iglesias “Zaragallas”.

Almudí fija el inicio de la crisis en noviembre de 2023, cuando Hacienda embargó las cuentas bancarias del club “dejando a la vista un insperado quebranto económico. Desde esa fecha hasta el día de hoy se ha producido una concatenación de hechos desafortunados”. Anuncia: “Esta directiva tiene que retomar el control del club y la normalidad”. A ese fin responde, asegura, la continuidad de Caneiro. La propia junta se lo ha pedido, aunque a la vez lo prefieren “en segundo plano”. Almudí recuerda que el presidente está inyectando liquidez al club. “Alguien pone dinero y alguien se lo lleva”, resume.

Saber qué ha sucedido con las cuentas se le encomienda a una auditoría. Ya han contactado con una de las cuatro grandes empresas del ramo. Almudí calcula que faltan entre 80.000 y 90.000 euros por cubrir en el ejercicio. Descontando los ingresos que también restan, detecta un hueco de “30.000 o 40.000 euros”. En ningún momento mencionará por voluntad propia a Barcia o Caro. Relata específicamente la desaparición de los 9.000 euros de la Lotería de Navidad. “Hubo una persona encargada de su recaudación y ese dinero jamás se depositó en las cuentas del club”. Anticipa: “En la medida en que haya pruebas muy claras de que una persona ha metido mano en la caja, se tomarán las medidas legales necesarias”. En todo caso, sostiene que el club está casi al día en sus grandes pagos, calcula que la plantilla del primer equipo ingresará su nómina de febrero esta semana y afirma que “el club va a cumplir con sus compromisos económicos hasta final de temporada”.

La parcela deportiva se confía al nuevo director, Gustavo Loureiro, que ya desempeñó ese cargo hace más de una década. Loureiro debía empezar ayer a entablar relación con entrenadores y padres. Estos últimos le plantearán reclamaciones inmediatas. Ante la saturación, por ejemplo, del Pujales, había equipos entrenando en el Apóstol, campo que ahora se les niega por impago del alquiler.

Almudí entiende que es momento de aparcar otras reclamaciones que ayer le hicieron dos madres: posible creación de una fundación que regente la cantera, pago mensual y no anual de las cuotas... Entiende también que se debe aplazar cualquier debate sobre la conversión en sociedad anónima deportiva. “No se puede hacer mudanza en tiempos de crisis”, resume.

La propia estructura institucional del Rápido está sobre el tapete. Los actuales estatutos complican la captación de socios: cada candidato debe tener el aval de dos socios, la junta directiva debe aprobarlo y no tendrá voz ni voto en las asambleas durante dos años. Varias familias de canteranos quieren que se eliminen esas restricciones que conllevan que apenas un centenar de socios controlen el Rápido.

Almudí considera “razonables” muchas de esas propuestas, pero emplaza su estudio a momentos de mayor normalidad: “Existe la voluntad de esta junta directiva de hacer un gran proyecto, un club profesional”. Rechaza que la existencia del Rápido corra peligro: “Un club fundado en 1914 y con la historia que tiene el Rápido de Bouzas no puede desaparecer por una mala gestión de unos meses o por la mala praxis de dos o tres personas. Estamos aquí para arreglar la situación. Pido que nos dejen trabajar. Bajemos el nivel de tensión y empecemos a construir”.

Rafa Caro (que dimitió como vicepresidente en enero), tras conocer el contenido de la rueda de prensa, ha convocado a Imanol Almudí, Juan Manuel Portas, Manuel Iglesias, José Luis Carrasco y Antonio Saborido a un acto de conciliación previo a la presentación de una querella por un presunto delito de injurias y calumnias hechas con publicidad. Caro enumera las deudas que prueban que la situación económica ya era precaria antes de su incorporación al club en septiembre de 2022. Consigna que él, como Caneiro y Barcia, financió personalmente al club. Y niega haber alentado rebeliones, haber promovido una asambla extraordinaria, cualquier gestión relativa a la venta de lotería y cualquier apropiación o actuación que se puede considerar delictiva o fraudulenta.

Los entrenadores, por su parte, debatían al cierre de la edición su reacción a la comparecencia de Almudí. Esta mañana han anunciado su decisión. Casi la totalidad de los entrenadores, segundos entrenadores y delegados de fútbol 11 del Rápido de Bouzas, todos menos uno en concreto, han presentado su dimisión. Los entrenadores de fútbol 8 siguen en un proceso de debate al respecto, aunque algunos han manifestado en privado esa misma intención. Los técnicos de la cantera responden así a la comparecencia ofrecida por el nuevo portavoz del club, Imanol Almudí, en la mañana de ayer. Los entrenadores califican su dimisión como "irrevocable mientras continúe el señor Alfonso Caneiro como presidente de la institución deportiva o cualquier persona de su entorno en la comisión directiva de dicha entidad".