Fútbol

Dimisión en masa de los entrenadores de fútbol 11 del Rápido de Bouzas

Todos los técnicos, ayudantes y delegados, salvo uno, abandonan el club tras estudiar la comparecencia del portavoz de la directiva

Padres y técnicos, en la puerta del Pujales, ayer, antes de la comparecencia de la directiva.

Padres y técnicos, en la puerta del Pujales, ayer, antes de la comparecencia de la directiva. / Marta G. Brea

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Casi la totalidad de los entrenadores, segundos entrenadores y delegados de fútbol 11 del Rápido de Bouzas, todos menos uno en concreto, han presentado su dimisión. Los entrenadores de fútbol 8 siguen en un proceso de debate al respecto, aunque algunos han manifestado en privado esa misma intención. Los técnicos de la cantera responden así a la comparecencia ofrecida por el nuevo portavoz del club, Imanol Almudí, en la mañana de ayer.

Los entrenadores califican su dimisión como "irrevocable mientras continúe el señor Alfonso Caneiro como presidente de la institución deportiva o cualquier persona de su entorno en la comisión directiva de dicha entidad".

Los entrenadores, segundos entrenadores y delegados que han presentado su dimisión son Brais Calviño Quintana (infantil B), Lucas González Juste (infantil B), Manuel Leal Carrero (infantil A y juvenil A), David Durán Cruz (infantil A), Miguel López Villares (infantil A), Ezequiel Galone (infantil C), David Fernández Sousa (infantil C y coordinador), Iván Barros Pérez (cadete C), Manuel Pino Vázquez (cadete C), Pedro García Fernández (cadete B), Pedro Palmás Gallego (cadete B), Marcos Rodríguez Mariño (juvenil A), Carlos Doiro Orejas (juvenil A/C), Luis Manuel Martínez Tizón (juvenil B), Iago González Gándara (juvenil B), Xacobe Varela Pérez (filial) y Pablo Lobato García (filial).

Profunda crisis

El cisma boucense estalló en enero. Desaparecieron de la junta Rafa Caro, dimitido y Roberto Barcia, destituido. A ellos les había otorgado el control del club el presidente, Alfonso Caneiro, ocupado en sus viajes de negocios a Estados Unidos. Deudas, trato y deterioro de las instalaciones provocaron posteriormente el plante en los entrenamientos de los entrenadores, apoyados por las familias. Caneiro presentó su dimisión, pero la junta jamás llegó a aceptársela. Los entrenadores amagaron con recuperar la huelga y extenderla a los partidos oficiales. A petición de los padres, sí se presentaron a las citas del pasado fin de semana.

El inicio de la crisis se ubica en noviembre de 2023, cuando Hacienda embargó las cuentas bancarias del club “dejando a la vista un insperado quebranto económico. Desde esa fecha hasta el día de hoy se ha producido una concatenación de hechos desafortunados”, señala Almudí. “Esta directiva tiene que retomar el control del club y la normalidad”. A ese fin responde, asegura, la continuidad de Caneiro. La propia junta se lo ha pedido, aunque a la vez lo prefieren “en segundo plano”. Almudí recuerda que el presidente está inyectando liquidez al club. “Alguien pone dinero y alguien se lo lleva”, resume.

Saber qué ha sucedido con las cuentas se le encomienda a una auditoría. Ya han contactado con una de las cuatro grandes empresas del ramo. Almudí calcula que faltan entre 80.000 y 90.000 euros por cubrir en el ejercicio. Descontando los ingresos que también restan, detecta un hueco de “30.000 o 40.000 euros”.