El Porriño asfixia al Guardés

La batalla de las defensas cayó del lado del Conservas Orbe Rubensa Porriño que en el segundo tiempo apretó un poco más de lo que había hecho el Mecalia Guardés en la primera mitad. Un guión idéntico con los papeles intercambiados. Lo interpretó algo mejor el equipo de Isma Martínez, furioso en la reanudación, ante un Guardés que perdió la brújula que le orientó en el arranque y ya no fue capaz de encontrarla.

Los dos equipos calcaron sus planes. En el comienzo mandó la defensa del Guardés que defendió de forma primorosa cerrando el centro para cegar a Buforn, a Malena Valles y a Casasola, la poderosa primera línea de las porriñesas. Un trabajo intenso, ordenado, bien planteado por Cristina Cabeza y extraordinariamente ejecutado por sus jugadoras. En ataque el partido lo gobernaron Pauli Fernández y Cecilia Cacheda con sus penetraciones y sus combinaciones con el pivote. Pronto el partido se trasladó al marcador con el 4-8 de los primeros quince minutos. El bloqueo mental en el que entró el Porriño fue considerable y durante más de diez minutos la única forma de anotar que encontró fue a través de los lanzamientos de siete metros (sin fallo) de Malena Valles. El problema era que Casasola –máxima goleadora de la pasada temporada aunque más discreta en ésta– ya no sabía cómo encontrar la forma de superar aquel muro que el Guardés había levantado en el centro de su defensa hasta el punto que Isma Martínez llegó a prescindir de ella en el tramo final del primer tiempo. Y cuando encontraban salida en el extremo allí surgía Estela Carrera para cerrar la portería y frustrar sobre todo a Maider Barros. Un drama para el Porriño que, al menos, consiguió contener algo al Mecalia en defensa para que la diferencia no se hiciese insalvable. Porque por momentos amenazaron con hacer trizas el partido (8-14 a los veinticinco minutos) pero el Porriño pudo hacer un torniquete para dejar el choque en el 10-15 del descanso.

Y entonces fue como si los dos equipos se intercambiasen las camisetas. El Guardés pareció el Porriño del primer tiempo y al revés. Isma Martínez cambió la defensa que se hizo mucho más dura en las penetraciones por el centro de Cecilia y de Pauli, que salieron de la escena. Sin su velocidad y clarividencia, cada ataque del Guardés era un suplicio mientras el Porriño aceleró dos marchas en cada uno de los ataques. Valles eligió siempre la velocidad que le convenía al equipo, generó situaciones para activar a Buforn y a Casasola; habilitó a los extremos...al Guardés se le hizo duro ese tramo porque las piernas ya no le daban para cerrar espacios que antes tenían bien cimentados. Culpa también de la escasa rotación.

La mente hizo el resto. El Porriño sintió el colapso de su rival y apretó aún más. Crecía todo en sus filas. En la portería asomó Palomino, pletórica en el segundo tiempo, su defensa no bajó el nivel y en ataque comenzaron a soltar el brazo con facilidad. En el Guardés todo se hizo cuesta arriba. Llegaron los errores y en quince minutos solo fueron capaces de anotar un gol en medio de un bloqueo épico que tampoco fueron capaces de frenar desde el banquillo. La sangría era enorme, sobre todo por culpa de pérdidas perfectamente evitables en las que fueron incurriendo jugadoras que hasta el descanso daban la impresión de dominar la escena. Un tanto de Aitana colocó el 18-17, la primera ventaja desde el comienzo del partido para el cuadro local. Casasola, Buforn, Maider Barros....todas se sumaron a la fiesta para ampliar el marcador y llevar el parcial del segundo tiempo a un pavoroso 11-3 que se transformaba en la cuenta general en un 22-19. El partido empezaba a inclinarse de forma evidente para el Porriño. Tuvo orgullo de todos modos el Guardés para revolverse e incluso desaprovecharon un par de situaciones para situarse a un gol de ventaja, sobre todo a raíz de una exclusión en el bando porriñés (por cierto, premio para los árbitros que dejaron jugar, consintieron que las defensas fuesen intensas sin excesivo castigo disciplinario). Con 23-21 y poco más de minuto y medio por delante para jugar, el Porriño solo podía enredarse solo y estuvo a punto de hacerlo. A la salida de un tiempo muerto Malena Valles, que estuvo imperial en el segundo tiempo, cometió una falta en ataque algo ridícula y perfectamente evitable. Cifuentes redujo las distancias a un gol con poco más de cuarenta segundos por jugar. El conjunto de Isma Martínez estiró el tiempo todo lo que puso hasta que a falta de menos de diez segundos fueron castigadas con un pasivo. El Guardés tenía tiempo para un último y veloz ataque, pero eligieron mal el camino y cometieron una pérdida a la desesperada que las dejó sin la esperanza de sumar un punto que les hubiera sabido a gloria visto su desempeño en el segundo tiempo. Ganó el Porriño para alejarse en la clasificación y engancharse a los equipos de la zona alta de la clasificación.

Ficha técnica

Conservas Orbe Rubensa BM Porriño (10+13): Carolina Bono, Mica Casasola (5), Alicia Campo (1), Malena Valles (7), Inés Hernández, Aitana Santomé (1), Maider Barros (1), Sarai Samartín (1), Paulina Buforn (3), Carmen Prelchi (2), Thais Fermo, Maddi Bengoetxea (2), Ayelén Rosalez y Ana Palomino (p.).

Mecalia Atlético Guardés (15+7): Estela Carrera (p.), Cecilia Cacheda (1), María Palomo (3), Pauli Fernández (3), Cristina Cifuentes (1), Itziar Martínez (1), Elena Amores (3), María Sancha, Míriam Sempere (p.), África Sempere (5), Ania Ramos (2), Sandra Radovic, Blazka Hauptman (1), Andreza Almeida.

Parciales: 1-3; 4-5; 4-8; 6-10; 8-13; 10-15 (descanso); 12-16; 12-16; 16-17; 19-18; 22-20; 23-22 (final).

Árbitros: Alejandro Hoz y Axel Ribola. Exclusión de dos minutos a la local Carmen Prelchi (minutos 3 y 25); y a las visitantes Cris Cifuentes (minuto 8) y Blazka Hauptman (minuto 49).

Incidencias: Partido de la décima jornada de la Liga Guerreras Iberdrola, disputado en el Pabellón Municipal de O Porriño.