La solidaridad por bandera

La redondelana Rita Marques de Magallanes sigue los pasos de su madre, Rita Regojo, y crea un proyecto para becar los estudios superiores de jóvenes sin recursos de Panamá

La empresaria Rita Marques de Magallanes Regojo, en la casa familiar de Cesantes, en Redondela.

La empresaria Rita Marques de Magallanes Regojo, en la casa familiar de Cesantes, en Redondela. / ANTONIO PINACHO

Antonio Pinacho

Antonio Pinacho

La solidaridad y la ayuda a las personas necesitadas siempre ha sido una de las guías de la familia redondelana Marques de Magallanes Regojo. Un camino iniciado por Rita Regojo, fundadora de Aldeas Infantiles SOS de Galicia con la creación en 1975 de un centro residencial de acogida en la parroquia de Ventosela. Un lugar pionero que nació con el objetivo de sustituir los hospicios por verdaderos hogares familiares en los que atender a los niños de familias vulnerables en su proceso de maduración e independencia. Ahora, su hija Rita Marques de Magallanes Regojo, sigue sus pasos con la creación de otro proyecto social educativo denominado Cumi Iuvenis que desarrolla en la región de Bocas del Toro, en Panamá, donde reside desde hace un año. Allí ofrecen a los jóvenes de familias desfavorecidas becas para que puedan desarrollar estudios superiores, tanto universitarios como de Formación Profesional (FP), con los que labrarse un futuro y mejorar su situación personal, social y económica.

Rita y su marido Javier conocieron hace cinco años esta zona del norte de Panamá, conformada por un archipiélago de más de 230 pequeñas islas y una población cercana a los 200.000 habitantes, tras un viaje de más de 5.000 kilómetros en un coche todoterreno por Ecuador, Colombia, Panamá y Costa Rica. El matrimonio redondelano ascendió por la costa del Pacífico y luego, en los dos últimos países, recorrieron el litoral del Caribe con el objetivo de buscar una ubicación para construir un complejo hotelero. Hasta que llegaron a Bocas del Toro y quedaron maravillados por su exuberante vegetación tropical, playas de aguas cristalinas y la amabilidad de su población.

"En mi familia tenemos un lema: De donde saques fruto deja semilla”

Rita Marques de Magallanes Regojo

— Empresaria y abogada

“Es una zona que creemos que tiene mucho potencial turístico, con un entorno natural espectacular y que aún no está muy explotada. Este lugar fue colonizado en el siglo XVIII por comerciantes europeos, sobre todo escoceses, belgas y alemanes, que durante más de un siglo explotaron sus recursos y se mezclaron con la población local, pero tras marcharse a finales del siglo XIX las empresas que daban riqueza a la zona se quedaron las comunidades indígenas y en la actualidad es una región bastante pobre, que depende casi exclusivamente de la pesca, una actividad que se complementa con la agricultura de supervivencia”, explica Rita.

Mientras realizaban los trámites para conseguir las licencias para su proyecto hotelero –“un proceso muy lento y que requirió de mucha paciencia”– un día se le ocurrió acudir al único centro educativo público de la isla, el Colegio Rogelio Josué Ibarra que cuenta con 1.010 alumnos, para ver si podía echar una mano en algo de manera altruista, al igual que ya hacía cuando vivía en Madrid donde colaboró para Cáritas durante 16 años. “Soy una persona inquieta y me gusta ayudar a quien lo necesite”, justifica Rita, que destaca que en su familia, con una larga tradición emprendedora, tienen siguiente el lema: “De donde saques fruto deja semilla”.

Estudiantes del colegio Rogelio Josué, en Bocas de Toro, Panamá.  // Cumi Iuvenis

Estudiantes del colegio Rogelio Josué Ibarra, en Bocas de Toro, Panamá. // Cumi Iuvenis

Rita Marques, que es licenciada en Derecho y tiene tres masters en Educación Familiar, Gestión Hotelera y Mediación y Resolución de Conflictos (ADR), se presentó a la directora del colegio, le explicó el proyecto de inversión hotelera que están desarrollando y les ofreció colaborar para formar a los alumnos en distintas especialidades del sector turístico para facilitarles una salida profesional. “Se sorprendió porque nunca nadie se había presentado para ayudar de manera altruista, pero enseguida sintonizamos y concretamos materias relacionadas con las demandas de los hoteles de la zona”, indica. Así, durante el pasado curso enseñó a los alumnos de Bachillerato a realizar un curriculum y una entrevista de trabajo, además de impartirles formación de camarero profesional de restaurante y camarero de piso –personal encargado de la limpieza y el orden las habitaciones de un hotel– a un grupo de quince alumnos que, tras rematar los estudios, ya consiguieron su primer contrato laboral en un resort de la zona. Además gestionó un curso de ayudante de cocina con la colaboración del Instituto Smithsonian.

“Se trata de estudiantes muy buenos, con medias académicas de entre 4,5 y 5 sobre 5, pero la mayoría carecen de medios económicos para seguir con su formación. No pueden aspirar a cambiar su futuro, realizar sus sueños, mejorar su situación personal y económica. Se les veía tristes porque no tenían recursos para continuar formándose, así que no podía quedarme de brazos cruzados y mirar para otro lado”, indica Rita, que con el apoyo de su marido y sus tres hijos intenta cambiar esta situación con la creación del proyecto social Cumi Iuvenis. Recién puesto en marcha, han becado a cinco estudiantes para proseguir sus estudios superiores en la Universidad de Panamá. Una iniciativa que quieren ampliar al mayor número de alumnos posible y para la que piden el apoyo de empresas o particulares que deseen colaborar con el proyecto a través del correo electrónico info@cumiiuvenis.org o el teléfono 615 655180, o informarse en la web www.cumiiuvenis.org.

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