Centenario Celta

Europa se tiñó de celeste: Balaídos, escenario de gestas

El Celta fue el primer equipo gallego en competir en Europa. Tuvo una época mágica en la que asombró por su juego venciendo a equipos ilustres y colocando Vigo en el mapa continental. Hace seis años en Manchester rozó lo impensable

Van der Sar, de rodilladelante de Mostovoi en elpartido ante la Juve. // Cameselle

Van der Sar, de rodilladelante de Mostovoi en elpartido ante la Juve. // Cameselle

Natxo Cabaleiro

En sus cien años de historia, el Celta ha participado en competiciones europeas en diez ocasiones, acumulando un total de ochenta partidos con un saldo de 37 victorias, 20 empates y 23 derrotas con 126 goles a favor por 79 en contra. Las semifinales en la Europa League la temporada 2016-17 suponen su mejor clasificación hasta el momento.

El resumen estadístico puede no impresionar pero siempre es importante poner los números en contexto y ahí es cuando las gestas europeas del Celta empiezan a cobrar verdadera relevancia. Porque para la historia queda el hecho de haber sido el primer equipo gallego en participar en Europa. Y en la memoria de todos los aficionados permanece imborrable el recuerdo de las grandes noches continentales, ésas en las que el Celta asombró a toda Europa con su fútbol y en las que se permitió incluso el lujo de colocar en su lista de víctimas nombres tan ilustres como Aston Villa, Liverpool, Juventus, Benfica, Ajax o Milán.

Faltó rubricar esas increíbles actuaciones, con un fútbol que era la envidia de propios y extraños, y alcanzar una final. Pero como consuelo queda haber situado a Vigo en el epicentro del panorama futbolístico europeo y haber sido elegido por la IFFHS como mejor club del mundo en el mes de febrero de 2001.

Estreno efímero

Después de una gran temporada en la que el equipo acabó sexto e invicto como local, el Celta se convirtió en el primer equipo gallego en participar en competición europea, estrenando la Copa de la UEFA, que llegaba para sustituir a la Copa de Ferias. La ilusión en el conjunto de Juan Arza y en el que militaban jugadores como Quique Costas, Rodilla, Manolo o Lezcano era máxima y los resultados de pretemporada invitaban al optimismo.

Equipo que se enfrentó al Aberdeen en 1971

Equipo que se enfrentó al Aberdeen en 1971 / FdV

Así llegó el 15 de septiembre de 1971. La fecha en la que el Aberdeen escocés, un equipo que viviría su época dorada una década más tarde al ganar la Recopa al Real Madrid, pasó a la historia como el primer rival céltico en Europa. La ida se disputó en Balaídos, donde dos goles en la segunda parte de los escoceses frenaron en seco la euforia viguesa.

La vuelta mostró una mejor versión de un Celta que mereció al menos el empate. Alarcia mantuvo a los suyos deteniendo un penalti al inicio pero nada pudo hacer en el minuto 89 para evitar el tanto de Joe Harper, máximo goleador histórico del Aberdeen, que dio el triunfo de nuevo a los escoceses (1-0) y confirmaba el efímero estreno europeo.

1998-99: Villa Park y Anfield

El destino quiso que fuera otro 15 de septiembre cuando el Celta se reencontró con Europa. En aquel momento no se podía saber, sí intuir, que sería el inicio de una aventura inolvidable.

Rumanía fue el primer destino. El Arges Pitesti el rival. Y el minuto 25 cuando Juan Sánchez inscribió su nombre en la historia al lograr el primer gol europeo del Celta. Fue el primero de muchos y sirvió para dar el triunfo al conjunto de Víctor Fernández. La vuelta no tuvo historia. 7-0. Un festín para celebrar el pase de la primera eliminatoria europea.  

El Aston Villa, campeón de Europa en 1982 y unos de los clubes ingleses más laureados, elevó la exigencia. Los “villanos” ganaron en Balaídos (0-1) pero el Celta protagonizó su primera noche mágica europea en Villa Park para dar la vuelta a la eliminatoria al vencer por 1-3 con tantos de Sánchez, Mostovoi y Penev.

El bombo de octavos deparó otro histórico equipo inglés, de esos que sólo con escuchar su nombre ya invita a temblar y que contaba en sus filas con jugadores como Owen, Fowler, Berger, Carragher o Redknapp. El Liverpool, además, empezó ganando en Balaídos con un tanto de Owen. Pero, en una segunda parte para enmarcar, Mostovoi sacó lo mejor de su repertorio para dar la vuelta al partido y conseguir una interesante renta para la vuelta. El ruso metió el primero culminando una acción de genio empezada por él mismo y puso el córner que su compatriota Karpin convirtió en el segundo gol. Todo esto antes de ver desde el banquillo como Gudelj mostraba por enésima vez su olfato para el definitivo 1-3. Tocaba resistir la vuelta en uno de los templos del fútbol. Y el Celta fue capaz no sólo de aguantar el empuje de los “reeds” sino de hacerse incluso con el triunfo en Anfield gracias a un gol de Revivo.

Los jugadores celebran uno de los goles del Aston Vila

Los jugadores celebran uno de los goles del Aston Vila / Ricardo Grobas

El sueño acabó en cuartos de final. El Olympique de Marsella, a la postre subcampeón, ganó en el Velodrome gracias a dos tantos de Maurice, que jugaría años más tarde en el Celta. El tanto de Mostovoi, aún así, daba esperanza para una vuelta en la que los vigueses lo intentaron de todas las formas posibles. Rozaron el gol y la clasificación en varias ocasiones, especialmente en una postrera acción de Gudelj. Pero el 0-0 inicial no se movió y así finalizó el prometedor regreso a Europa del Celta.

Gudelj celebra el tercer gol al Liverpool en Balaídos

Gudelj celebra el tercer gol al Liverpool en Balaídos / Cameselle

1999-00: Gigantes aplastados

En su segunda campaña europea consecutiva, el Celta ya no era un novato y lo mostró en sus dos primeras eliminatorias, venciendo con solvencia al Lausanne suizo (4-0 en la ida y 2-3 en la vuelta) y al Aris de Salónica griego en la segunda (2-0 y 2-2).

La ida ante el Benfica, en un Balaídos lleno y con una nutrida presencia de aficionados lusos, es otro de esos momentos que los celtistas tendrán guardados para siempre. Mostovoi dirigió una sinfonía perfecta para un rotundo 7-0, la mayor goleada europea encajada por los portugueses, convirtiendo la vuelta (1-1) en un auténtico trámite.

La mínima derrota en Delle Alpi (1-0) ante otro histórico como la Juventus inivitaba a soñar con otra gesta en Balaídos. Nadie podía imaginar la rotundidad de la hazaña. Un incontestable 4-0 para acceder de nuevo a cuartos.

 Y, otra vez, un rival francés, en este caso ell Lens. La ausencia obligada de Mostovoi fue clave para que no se viviera otra noche mágica en Balaídos, en un partido de ida en el que no se movió el marcador incial (0-0). En la vuelta, el gol de Revivo permitió al celtismo soñar un rato con las semifinales pero dos goles en la recta final dieron la clasificación a los galos (2-1).

Mostovoi y Benni, tras uno de los goles al Benfica

Mostovoi y Benni, tras uno de los goles al Benfica / Ricardo Grobas

2000-01: El Barça y el arbitraje

Tras conseguir la clasificación como campeón de la Copa Intertoto, el Celta volvió a repetir experiencia europea, alcanzando de nuevo los cuartos de final aunque en esta ocasión sin rivales de tanto renombre -salvo el Barcelona- y sin actuaciones tan impresionantes.

De hecho, el pase en la primera ronda ante el HNK Rijeka croata tuvo que esperar hasta que llegó el gol de Djorovic en el minuto 112 de la prórroga al acabar 0-0 ambos partidos.

Víctor Fernández protesta airadamente una de las decisiones del Barça-Celta de 2001

Víctor Fernández protesta airadamente una de las decisiones del Barça-Celta de 2001 / Jesús de Arcos

Contra el Estrella Roja tocó remontar el 1-0 de la ida y el gol de Drulic para empezar la vuelta en Balaídos. Pero el 5-3 final, con dos tantos de Catanha, uno de Gustavo López y otros dos de McCarthy, daba la clasificación.

Balaídos fue clave para superar también al Shaktar y al Stuttgart tras sendos 0-0 en la ida. Un gol de Catanha sirvió para tumbar a los ucranianos (1-0) mientras que la sociedad ilimitada Karpin-Mostovoi acabó con la resistencia de los alemanes (2-1).

En cuartos llegó el primer y único enfrentamiento ante otro equipo español, el Barcelona. Un gol de Coira en la ida abría la puerta a la esperanza tras los dos iniciales de Kluivert (2-1). En la vuelta, los vigueses rozaron la gesta al ganar 3-2 y empatar la eliminatoria (4-4), quedándose una vez más a las puertas de las semifinales. El arbitraje aberrante sufrido en aquella eliminatoria tuvo mucho que ver.  

2001-02: La decepción checa

El inicio de la cuarta experiencia europea consecutiva fue prometedor. Un 4-0 al Sigma Olomuc checo. Dos goles de Karpin, uno de Edu y otro de Catanha restaron valor a una vuelta saldada con 4-3 para los locales.

Una sensación parecida a la que invadió a la afición viguesa tras repetir nacionalidad del rival en la siguiente ronda (Slovan Liberec) e imponerse también en Balaídos, esta vez por 3-1. Sin embargo, la vuelta en la República Checa fue una historia totalmente diferente. El Celta ofreció una de sus peores versiones y recibió un duro correctivo (3-0), que ponía punto y final de forma precipitada a su aventura europea esa temporada.

2002-03: El Celtic fue un muro

Los goles de Catanha y McCarthy en Balaídos (2-0) sirvieron para que la derrota por la mínima en la vuelta ante el Odense danés no supusiera un adiós prematuro a la competición.

Una situación similar a la vivida en la siguiente ronda ante el Viking Stavanger noruego. Victoria en casa (3-0) y empate en tierras nórdicas (1-1) para seguir adelante.

Ante otro histórico como el Celtic de Glasgow tocó afrontar la ida a domicilio, visitando el mítico Celtic Park. El gol de una leyenda como Larsson obligaba a otra noche mágica en la vuelta en Balaídos. Y, de nuevo, los vigueses lo intentaron por todos los medios y a punto estuvieron de lograrlo. Como consuelo quedó el triunfo (2-1) y otra eliminatoria empatada (2-2) en la que el Celta caía por el valor dobles de los goles fuera de casa ante el que acabaría siendo subcampeón de esta edición.

2003-04: El gol de José Ignacio

Los vigueses tuvieron que sufrir su histórica participación en Liga de Campeones cuando todo parecía indicar lo contrario. El 3-0 conseguido ante el Slavia de Praga en la ida de la previa y los instantes iniciales del partido de vuelta, en los que los vigueses pudieron sellar su clasificación definitivamente, no hacían presagiar la agonía hasta el último suspiro para aguantar el 2-0 en contra en tierras checas para poder disfrutar del premio de la Champions.

José Ignacio celebra su gol en San Siro

José Ignacio celebra su gol en San Siro / Grobas

En un grupo con Ajax, Brujas y Milan, el Celta rompió los pronósticos en la última jornada en San Siro remontando el tanto de Kaká con goles de Jesuli y José Ignacio para ganar (1-2) y pasar como segundo. En octavos de final, el Arsenal de Henry, Pirés y Vieira no dio opción. 2-3 en un precioso partido en Balaídos en el que los locales hicieron méritos para un mejor resultado y 2-0, con sendos tantos de Henry, en Highbury para cerrar el sueño de la máxima competición continental.

2006-07: Demasiado Bremen

Tras un año de obligada ausencia por el descenso a Segunda, el Celta volvía a Europa para disputar una Copa de la UEFA en la que quedó encuadrado con Eintracht, Newcastle, Fenerbahce y Palermo. Un complicado grupo en el que los empates ante alemanes e italianos, ambos por idéntico marcador (1-1), la derrota ante los ingleses (1-2) y el triunfo sobre los turcos (1-0) dieron el pase a los vigueses como segundos. Balaídos fue decisivo una vez más en el partido de vuelta para superar (2-1) al Spartak de Moscú tras el 1-1 de la ida y acceder a unos octavos de final en los que el Werder Bremen no dio opción (0-1 y 2-0).

2016-17: Old Trafford rendido

Con Berizzo en el banquillo, el Celta regresaba a Europa tras diez largos años. Ajax, Panathinaikos y Standard de Lieja fueron sus compañeros en un Grupo G en el que los vigueses acabaron segundos por detrás de los holandeses, a la postre subcampeones.

En dieciseisavos tocó remontar ante el Shaktar en Donetsk después del 0-1 en Balaídos. La gran actuación del meta Sergio, muy destacado en toda la competición, y un penalti sobre Guidetti transformado por Aspas en el último suspiro permitió al Celta llevar el partido a la prórroga y hacerse con la victoria en el tiempo extra con un gol de Cabral. El cruce de octavos con el Krasnodar fue más apacible, saldándose ambos encuentros con triunfo vigués (2-1 en Balaídos y 0-2 en Rusia). En cuartos ante el Genk todo parecía ir bien al descanso de la ida con el 3-1 pero un gol de los belgas en la segunda mitad obligó a sudar la clasificación en la vuelta (1-1).

Vilar, Aspas, Berizzo y el Tucu miran hacia la grada de los aficionados del Celta en Old Trafford

Vilar, Aspas, Berizzo y el Tucu miran hacia la grada de los aficionados del Celta en Old Trafford / Ricardo Grobas

Así, por primera vez el Celta rompía su techo y accedía a unas semifinales continentales, en las que se vio las caras con otro histórico, el Manchester United. Rashford dio el tirunfo a los “red devils” en Balaídos. Pero el celtismo soñó a lo grande. Quería su final y viajó en masa a Old Trafford a cumplir su deseo en el “Teatro de los sueños”. Fellaini lo complicó más al cuarto de hora. Sin embargo, el conjunto de Berizzo porfió. A cinco minutos del final Roncaglia abrió la puerta a la esperanza y casi sobre el pitido final Guidetti tuvo la ocasión para convertir el sueño en realidad.