Un festivo cierre de centenario

Desde tres horas antes del partido, en la fiesta organizada por el club, el celtismo disfrutó ayer de una feliz jornada tras sumar el equipo la decimotercera temporada consecutiva en la élite

Los jugadores aplauden a la afición durante la vuelta al campo tras el cierre de la temporada.

Los jugadores aplauden a la afición durante la vuelta al campo tras el cierre de la temporada. / Ricardo Grobas

El Celta cerró de la mejor manera su primer centenario. Después de confirmar en Granada que el equipo celeste continuará por decimotercera temporada consecutiva en Primera División, la fiesta organizada por el club en los prolegómenos del partido contra el Valencia acogió a muchos aficionados y tuvo continuidad en el interior del estadio. No importó que el rival se adelantase en el marcador. La afición mantuvo el ánimo festivo en las gradas, donde a partir del minuto 37 se organizó una ola que todo el público siguió durante varios minutos e incluso tuvo continuidad en la segunda mitad, antes de que el árbitro pusiese fin a una temporada con muchos “momentos jodidos”, como reconoció más tarde el capitán céltico, Iago Aspas. Como colofón, jugadores y cuerpo técnico dieron una vuelta al estadio para homenajear a una hinchada que batió récords de asistencia en Balaídos y que se siente más unida que nunca a su equipo.

Aspas, ayer, con el micrófono
 de la grada de animación.  | // R. GROBAS

Aspas, ayer, con el micrófono de la grada de animación. | // R. GROBAS

Ayer no era un día para recordar los sinsabores de todo un año sino de disfrutar lo conseguido por el equipo de Giráldez con el apoyo incondicional de una afición que también acudió en gran número a la fiesta que el club preparó desde el mediodía en la calle Val Miñor, enfrente de la grada de Marcador, cerrada al tráfico para que allí se instalase un escenario para actuaciones musicales y puestos de comida y bebida, con un espacio reservado para mesas y asientos. La zona recreativa para los más pequeños (hinchables, pintado de caras...) se situó al lado, en un espacio anexo a la asociación de vecinos. Todo pensado para que los asistentes disfrutasen con comodidad de una jornada festiva que arrancó con la actuación del grupo Batea, al que siguieron A Roda, Groove Amigos, Festicultores Troupe y la banda de gaitas de Bembrive.

La música no podía faltar en la fiesta de una afición con una amplia y variada lista de canciones, que van desde las ya clásicas Foliada do Celta, A Rianxeira y o Miudiño, con otras que se han ido incorporando al repertorio en los últimos años como Follow the leader, Freed froom Desire, Será porque te amo, Sweet Caroline, No puedo quitar mis ojos de ti o Mega Funk Pancadâo. Entre pulpo, callos, choripanes, empanadas, jamón asado y mucha cerveza, el celtismo disfrutó durante las tres horas previas al partido bajo un sol radiante. No faltó ni la presidenta del club, Marián Mouriño, acompañada por varios de sus consejeros y empleados del club. Entre los asistentes, un gran número de novísimos hinchas. La cantera está asegurada tanto en el terreno de juego como en la grada.

Aficionados del Celta en la
 fiesta organizada en el
 exterior de Balaídos.  | // J. LORES

Aficionados del Celta en la fiesta organizada en el exterior de Balaídos. | // J. LORES

Porque a la gran presencia de pequeños seguidores, a los que el club obsequió con una bandera celeste, Giráldez respondió con un once titular en el que reunió a siete canteranos. Todos esos elementos han contribuido a expandir un sentimiento cada vez más fuerte hacia un equipo que celebra permanencias como si fuesen títulos. Es el premio reservado a los clubes más modestos, que disfrutan como nadie del himno del centenario, por ejemplo. Porque Oliveira dos cena anos estuvo presente en todo momento de la fiesta que el celtismo celebró por todo lo alto por llegar a un cierre de temporada tranquilo, sin sufrir por el resultado.

Y este Celta con Claudio Giráldez a los mandos del equipo, con una relevante presencia de canteranos en su plantilla y con una dirigencia más cercana a la afición, ésta se identifica con el cántico que surgió desde la grada de animación: O Celta é a nosa vida. Ayer, no solo asistió al partido en el que no se jugaba nada importante para la clasificación sino que se sumó a una fiesta popular que ponía punto y final a la temporada del centenario.