Del corazón a la cabeza

Carlos Carvalhal ha construido el Celta más inteligente a nivel táctico de la última década

Armando Álvarez

Armando Álvarez

El fútbol combina ciencia y magia, voluntad y destino, en permanente dialéctica. Parecen acompañarse cuando en realidad se oponen. Cuando más precisa es la aritmética, menos se necesita la fortuna. El Celta ha formulado su reacción en el laboratorio de Carvalhal. Es el equipo mejor trabajado tácticamente desde el último ascenso a Primera División. Ese funcionamiento colectivo impulsa y trasciende la suma individual. Permite rentabilizar las virtudes y minimizar los pecados. De Cornellá se van los celestes con derecho a ilusionarse. Juego y clasificación lo permiten. Los sueños se edifican sobre realidades.

Presión inteligente

El fútbol permite la poesía y la prosa. El que más enamoró, el de Berizzo, solo entendía el juego como atrevimiento y frenesí, igual que el de Coudet en sus mejores momentos. Eran escuadras concebidas desde el corazón. Carvalhal, como Luis Enrique, confecciona la suya desde la cabeza. “La principal diferencia es que con el Chacho siempre íbamos a apretar arriba y con Carvahal esperamos el momento adecuado para robar la pelota y salir”, analizó Beltrán esta semana. Este Celta presiona con furia tras pérdida y se repliega con serenidad en juego estático. Mantiene el orden en las transiciones. Defiende desde la posición. Elige la ubicación según la fase. Esta versatilidad se cose entrenamiento a entrenamiento, ejercicio a ejercicio. Semejante tránsito del integrismo a la practicidad a media temporada resulta complicadísimo y quizá solo haya sido posible gracias a la pretemporada del Mundial.

Joselu y las encrucijadas

Todo partido, incluso el más desequilibrado, incluye alguna encrucijada en la que el relato pudo haber cambiado. La ocasión fallada por Joselu lo es. Un gran delantero, fallando a puerta vacía. Aspas recordaba, tras el partido contra el Rayo Vallecano: “A principio de temporada nos tiraban, pegaba en uno, pegaba en otro y entraba por la escuadra”. Uno solo controla hasta cierto punto su existencia. El fútbol consiste, además, en dos narraciones en primera persona, sometidas a colisión. El Espanyol también argumenta su análisis desde ese mismo instante. Lo que siempre controlamos es la gestión de lo que nos sucede. En otro contexto, esa ocasión hubiera desatado la histeria céltica. La oleada local habría crecido. Gracias a la dinámica, el sufrimiento concluyó con esa acción. El equipo respingó y clausuró el encuentro.

Carvalhal da indicaciones durante el encuentro.

Carvalhal da indicaciones durante el encuentro. / Toni Albir

Lateral sin problemas

Ninguna demarcación ha estado tan cubierta y a la vez tan sometida a crítica como el lateral derecho, con tres candidatos. La lesión de Mingueza pareció reabrir el escrutinio público. Una vez más, el fútbol contradice a los que se apresuran a emitir opiniones rotundas, como el declive sin retorno de Hugo Mallo. El capitán ha ofrecido un gran nivel. Kevin ha funcionado como suele. Tras el parón, ya con el catalán recuperado, Carvalhal tendrá que afrontar un dilema que ahora mismo solo tiene con la elección entre Larsen y Seferovic. Decidirá seguramente en función del encuentro porque sus tres laterales presentan perfiles diferentes en cuanto a trayectorias y asociaciones preferentes.

La calidad de la plantilla

La calidad de la plantilla era otro juicio sumario que buena parte del entorno había dejado visto para sentencia. Son años ambicionando un salto de calidad que no parecía llegar y reclamando fichajes en tiempos de crisis. Los sucesivos directores deportivos, dentro de los parámetros que les marcaba la directiva, nunca ha apostado en este tiempo por apurar las licencias. Eso permite concentrar recursos y abrirle espacio en teoría a la eclosión de canteranos. Se asume un riesgo en cuanto a lesiones y estados de forma. Al final, los jugadores no son piezas de ajedrez, sometidas a un diseño estricto. Todos dependen de variables personales y colectivas. Un equipo que saca desde el banquillo ahora mismo a Tapia, Cervi, Larsen, Paciencia, Óscar o Solari no está privado de recursos. Sucede que Carvalhal los ha explorado todos y desde ese conocimiento está maximizando su uso. Cada jornada apunta al error original de esta campaña. El club y Coudet debieron separar sus caminos cuando el proyecto giró hacia la visión de Campos, que Carvalhal comparte y completa. La directiva y el técnico argentino actuaron como esos matrimonios que se resisten a finiquitarse pese al desamor y prefieren tener un hijo. Nada te puede salvar del desafecto y la incompresión.

Galán y De la Torre presionan a Rubén Sánchez.

Galán y De la Torre presionan a Rubén Sánchez. / Toni Albir

La conversación

Muchos opinan que el nivel actual del arbitraje español es terrible. Terrible es la presión que el cambio tecnológico del VAR, todavía reciente en términos de compresión general, y el “caso Negreira” han disparado sobre ellos. Todas las aficiones se sienten agraviadas y exigen gestos rotundos a sus directivas. En todas las decisiones se quiere descubrir alguna fantasiosa conspiración. A los árbitros no les queda más remedio que aguantar y explicarse. Una escena resume el gran arbitraje de Cuadra Fernández: su conversación con el capitán del Espanyol, Darder, para explicarle por qué la mano de Mallo no era penalti. Así es como se le sujeta las riendas a las emociones.

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