La hora de doblegar a la nobleza

El Celta está decidido refrendar este sábado su mejoría con un triunfo en el campo del tercer clasificado y poner así coto a la serie de malos resultados que el conjunto vigués ha tenido esta temporada ante los rivales de la zona alta de la tabla. Ganar a nobleza de LaLiga se ha convertido en una de las asignaturas pendientes del cuadro celeste, que suele plantar cara y compite frente a los poderosos, pero rara vez es capaz de llevarse el partido.

Los datos son concluyentes: el Celta solo ha sido capaz de sumar este curso 7 puntos de los 24 que se han puesto en juego frente a los seis primeros clasificados de tabla: Barcelona, Real Madrid, Real Sociedad, Atlético de Madrid, Betis y Rayo Vallecano. Los 7 puntos que el Celta se ha llevado al zurrón corresponden a las dos victorias firmadas contra el Betis, al que doblegaron en la primera vuelta en Balaídos y hace un par de jornadas en el Benito Villamarín, y el empate sin goles rebañado en Vallecas recién llegado Carlos Carvalhal. Los restantes cinco enfrentamientos contra los rivales de la zona noble (tres en Balaídos y dos a domicilio) se han saldado con derrota.

La cuenta pendiente de Carles Pérez

La cuestión es que el Celta mereció mejor suerte en la mayor parte de los partidos que ha perdido contra rivales, sobre el papel, superiores. La falta de acierto para concretar las ocasiones de gol generadas y la debilidad mostrada en su propia área se lo impidieron. El único equipo que le ganó fácilmente fue, de hecho, el Real Madrid, que goleó a los celestes en el estadio vigués (1-4) con tantos de Benzema, Modric, Vinicius y Valverde. Aspas hizo, de penalti, el gol celeste. La calidad de croata decidió el choque y desató a los de Carlo Ancelotti, que aplicaron el rodillo en el segundo tiempo.

La vuelta de Unai se adivina como único cambio para el Reale Arena

La siguiente parada fue el Metropolitano, campo que el Celta no ha logrado conquistar desde su inauguración en 2017 y donde vio truncado el conato de buena racha que firmó tras doblegar consecutivamente al Girona y al Cádiz en la tercera y cuarta jornadas de Liga. Los celestes perdonaron varias ocasiones muy claras (con balón de Aspas a la madera incluida) al inicio del encuentro y acabaron goleados por los colchoneros, que anotaron 4 goles en 5 disparos contra la portería de Marchesín. Gabri Veiga se estrenó, con el partido ya resuelto como goleador en Primera División, en un choque que decidieron los tantos de Correa, De Paul, Carrasco y Unai Núñez, en propia puerta.

En Balaídos, el pasado domingo, la historia no fue muy distinta. El Celta dominó el juego y las ocasiones, pero Aspas estrelló de nuevo un balón en la madera y la gran actuación de Jan Oblak, que sacó salvó dos goles cantados, lastraron a los celestes del gol y Memphis Depay sentenció, con el tiempo casi cumplido, el choque en el único error defensivo de los celestes.

Carvalhal afila su modelo de juego

El Betis de Manuel Pellegrini, vigente campeón de Copa, es el único de los primeros clasificados al que el Celta ha conseguido hacer doblar la rodilla esta temporada. Y por partida doble. Le ganó con no pocos aprietos en Balaídos en superioridad numéricas tras forzar Larsen la expulsión de Luiz Felipe y anotar Gabri Veiga el único gol del partido. Fue el último partido que Coudet ganó con el Celta. Más fácil le resultó a los celestes el triunfo, ya con Carvalhal al mando, logrado hace un par de jornadas en el Benito Villamarín (3-4) en la que seguramente ha sido su mejor actuación del curso. Larsen abrió el marcador y, pese a los goles consecutivos de Juanmi y Canales, el conjunto vigués sentenció el choque con doblete de Gabri Veiga y otro tanto de Aidoo. Fekir, al transformar un penalti por mano de Mingueza, puso algo de picante un final accidentado final de partido.

El Villamarín ha sido el único de los grandes escenarios en el que Celta ha conseguido ganar este curso. Cayó en el Metropolitano y también en la posterior visita al Camp Nou. Un único gol de Pedri decidió un choque en el que los celestes merecieron mejor suerte y Ter Stegen fue el mejor de los azulgranas. El Celta volvió a brillar en el juego y generó tres o cuatro oportunidades claras de gol pero, una vez más, pagó cara su falta de acierto en el remate.

Sí logró puntuar, en cambio, el Celta en su visita a Vallecas, campo que el Rayo ha convertido esta temporada en un bastión. Los celestes fueron el primer equipo de LaLiga que conseguía puntuar en terreno franjirrojo con un esforzado empate sin goles en un igualado duelo.

La Real Sociedad, a la que el equipo vigués visita mañana en Anoeta, fue otros de los equipos que esta temporada ha saqueado Balaídos sin merecer la victoria. Los de Imanol hicieron dos goles en sus dos disparos contra el portal del Celta, que volvió a dilapidar varias ocasiones claras para llevarse otro partido en el que faltó rigor en el área propia y contundencia en la ajena. El conjunto txuri-urdin, se interpone ahora de nuevo en el camino de los celestes, que buscarán su segundo triunfo consecutivo a domicilio del curso tras su brillante actuación de hace dos jornadas en el Villamarín.

La Real, mejor a domicilio

La Real Sociedad se ha afianzado en la tercera plaza en una temporada de récord en la que el conjunto de Imanol ha llegado a encadenar hasta nueve victorias, su mejor registro en LaLiga. Esta histórica marca se debe al impresionante rendimiento que el conjunto guipuzcoano está ofreciendo lejos del Reale Arena, donde ha sumado más puntos que en su propio estadio (25 puntos como visitantes por solo 17 como locales). A la Real se le han escapado 11 de los 30 puntos que ha defendido en su estadio debido a las derrotas cedidas frente al Barcelona (1-4), el Betis (0-2) y, en la pasada jornada el Valladolid (0-1) y a los empates firmados ante Atlético (1-1) y Valencia (1-1).

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