Otra vuelta de tuerca

Carvalhal no ha repetido once en siete partidos y volverá a presentar cambios en el Benito Villamarín | Seferovic dispondrá de sus primeros minutos como celeste

Carlos Carvalhal, en el banquillo de Balaídos, antes del partido contra el Athletic.

Carlos Carvalhal, en el banquillo de Balaídos, antes del partido contra el Athletic. / Marta G. Brea

El Celta inicia la segunda vuelta del campeonato revitalizado por su reciente triunfo en Balaídos frente al Athletic y el firme propósito de dar un salto cualitativo haciendo buenos los tres puntos logrados frente a los bilbaínos con una segunda victoria este sábado en un campo de tanta exigencia como el Benito Villamarín. Carlos Carvalhal no ofrece pistas sobre sus planes, aunque se esperan de nuevo cambios con respecto al equipo que derrotó el pasado domingo a los de Ernesto Valverde. El preparador celeste no ha repetido once desde su llegada al Celta en noviembre pasado. El luso ha alternado esquemas y mezclado futbolistas en función del escenario y el rival y ha ido modificando sus planes sobre la marcha de acuerdo con las necesidades del partido.

La primera duda es si frente a un equipo tan dinámico y de talante abiertamente ofensivo como el Betis repetirá la defensa de cuatro con la que arrancó el pasado domingo frente a los de Ernesto Valverde. No lo parece. Carvalhal solo ha arrancado con línea de cuatro defensas en dos de los siete partidos que ha dirigido, el primero, en el que dio continuidad frente a Osasuna a un once que perfectamente podría haber firmado su predecesor, y en este último partido contra el Athletic. Una de sus señas de identidad –y acaso su mayor logro– ha sido que el equipo crezca desde la seguridad defensiva (tres porterías a cero y 5 goles en contra en siete partidos) y, a partir de ahí, intentar llevarse el partido. Siguiendo esta lógica, resultaría sorprendente que prescindiera del que ha sido su principal seguro de vida frente a uno de los equipos que mejor atacan y en uno de los estadios que más aprietan del campeonato.

Si vuelve la defensa de cinco, queda por ver el papel que representa Hugo Mallo. Estando disponible, el capitán celeste no tuvo por primera vez en mucho tiempo minutos frente al Athletic, pero esta anómala suplencia podría imputarse seguramente al hecho de que el jugador pidiera a última hora abandonar el Celta en el pasado mercado para firmar con el Atlético Mineiro de Coudet. Y con un pie más fuera que dentro (se sospecha que no va a renovar su contrato una vez concluya la actual temporada), su estatus de titular podría verse alterado.

En el medio campo, hay motivos para sospechar que Fran Beltrán relevará a Tapia y que el mal partido ante el Athletic pasará factura a Óscar Rodríguez, en su momento más bajo de la temporada. Cervi, mientras, se disputa la banda izquierda con Luca de la Torre, a quien Carvalhal ha rescatado del ostracismo y que en los últimos partidos se ha mostrado como uno de los más incisivos atacantes del Celta.

El estadounidense, autor de la asistencia a Aspas en el gol de la victoria contra el Athletic, acumula dos titularidades consecutivas y todo hace indicar que repetirá frente a los verdiblancos. La presencia en el once de Carles Pérez, futbolista con rendimiento al alza, dependerá seguramente de si el técnico apuesta por jugar con uno o dos delanteros.

En sus dos últimos compromisos como local, frente al Athletic y Villarreal, Carvalhal prescindió de Larsen y Paciencia. Optó el preparador luso por jugar sin “nueve” puro, alineando en punta a Aspas y Gabri Veiga, con este último con un centrocampista más en fase defensiva. La salida de Larsen desde el banquillo, pese a que el noruego casi no ha aportado goles, mudó sin embargo para bien la faz al Celta, reforzó el control del juego y acabó resultando clave para que el equipo derrotase al Athletic. A Paciencia, sin minutos en tres de los cinco últimos encuentros debido a su pobre condición física, no se le espera de partida.

Carlos Carvalhal podrá ya contar para el choque contra el Betis con el suizo Haris Seferovic, llegado en el último día del mercado invernal. El helvético ya ha sido inscrito en la LaLiga y seguramente tendrá sus primeros minutos como celeste mañana en el Villamarín. Queda por ver el protagonismo que el exencarnado tendrá en los próximos cinco meses con el Celta y si su rendimiento justifica que el Celta ejerza la opción de compra pactada con el Benfica. Llega sin haber marcado goles con su anterior equipo y, como él mismo ha confesado, en buena forma física, pero con escaso ritmo competitivo. Con estas premisas debe competir con otros dos “nueves” de su mismo pelaje que, hoy por hoy, tampoco tienen garantizada la titularidad.