De sobra es conocida la querencia de Eduardo Coudet a un esquema determinado y a emplear un once que, salvo en contadas excepciones, puede recitarse de carrerilla. El Chacho no es en general proclive a los cambios, pero tampoco puede considerarse un técnico inflexible, pues nunca ha tenido reparo en mudar de parecer para otorgar o retirar galones cuando el futbolista le ha convencido de ello. Salvo Iago Aspas, que no tiene sustituto a la vista, nadie en el Celta puede considerarse intocable para el preparador celeste.

El aumento de la competencia interna es uno de los factores a los que el Chacho concede mayor importancia. Desde ella, pero sobre todo desde el rendimiento sobre el terreno de juego, tres jugadores han pasado de actores secundarios a indispensables: Fran Beltrán, Joseph Aidoo y Franco Cervi.

El joven centrocampista madrileño se las ha compuesto este curso para arrebatar la titularidad a Renato Tapia, gran revelación de la pasada Liga y hasta hace poco el futbolista celeste con más minutos sobre el verde. Beltrán ha aprovechado el bajón físico por sobrecarga de partidos del peruano para alzarse con la titularidad en la posición de pivote, a la que ha dado amplitud y proyección ofensiva sin desatender la parcela defensiva. El gran rendimiento del vallecano, que con 23 años recién cumplidos suma 122 partidos en Primera División, ha impulsado al Celta a renovar su contrato hasta 2026 , lo que le convierte en una de las grandes apuestas de futuro del club vigués.

No menos llamativa ha sido la transformación sufrida por Joseph Aidoo, designado ayer mismo mejor jugador del equipo en el mes de enero y sin duda el zaguero más en forma del Celta en este momento.

Al internacional ghanés, cuyas imponentes condiciones naturales se vieron empañadas el pasado curso con gruesos errores de desatención que costaron goles, le ha costado no poco trabajo hacer cambiar de opinión al técnico. Le penalizaron sus problemas con el idioma y también un bajo umbral del dolor que en algunos momentos hizo pensar al técnico que no estaba hecho de la pasta necesaria para ser un baluarte de la defensa. Entró en el equipo poco a poco, por lesiones o sanciones de compañeros, y su figura ha ido creciendo con el paso de los partidos hasta hacerse gigantesca. Aidoo posee todas las cualidades que distinguen a un gran central: velocidad, buena colocación, higiene en el corte y en la salida de pelota y es muy difícil de superar en el uno contra uno. Pese a no estar sobrado de centímetros, es eficaz en el juego por alto y comete muy pocas faltas, rasgo que comparte con Néstor Araújo. Su complicidad con el mexicano los ha hecho mejores a ambos.

La situación de Franco Cervi es algo diferente pues el fichaje del argentino ha sido una apuesta de Coudet y desde un primer momento cabía esperar que iba a tener protagonismo en el equipo. A Cervi, sin embargo, le ha costado desbancar de la titularidad a Nolito, a quien el técnico sigue valorando, ahora como revulsivo. Los números de Cervi (dos goles y 3 asistencias) son algo más discretos de lo que se esperaba, pero el extremo argentino ha ido mejorando con el paso de los partidos para poner su indudable calidad técnica al servicio del equipo, al tiempo que ha ganado capacidad asociativa con sus compañeros de ataque.