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Celta de Vigo

Aidoo y Coudet, una cuestión de idioma

Las dificultades del central con el castellano lo han lastrado a ojos de un entrenador que concede una extraordinaria importancia a la comunicación

Aidoo disputa un balón por alto en un partido contra el Getafe. | // R. GROBAS

Joseph Aidoo es el gran activo céltico que todavía no ha explotado. El ghanés ha estado irregular en su juego e inconstante en su aportación, en dinámica decreciente durante sus dos primeras campañas. Para Coudet se ha convertido directamente en una alternativa secundaria, de banquillo. Nadie duda en el club de su potencial técnico y físico. Al central lo han penalizado sus errores dentro de la cancha, escasos pero gruesos, y la barrera idiomática. Coudet concede una extraordinaria importancia a la comunicación. Aidoo necesita hablar el mismo idioma, literal y futbolístico, que su técnico. La situación, de momento, no lo amarga. Aguarda su oportunidad sin perder la sonrisa.

El Celta se dirige hacia el segundo partido de Liga, el lunes en casa de Osasuna, afianzado en sus certezas. Coudet se ha mostrado consistente en sus apuestas desde que llegó. El cambio de temporada no ha modificado esa política. La sustitución del sancionado Mallo por Kevin es el único cambio obligado. Cervi, Solari y Beltrán opositan de momento desde una segunda unidad que contra el Atlético se reveló útil y que quizá por eso mismo no convenga deshacer de manera inmediata. El eje de la zaga concita el debate después de un rendimiento cuestionable en el debut –si bien los problemas defensivos se originaron en una presión general descoordinada–.

La suplencia de Aidoo ante el Atlético pudo sorprender. No tanto por la titularidad de Fontán, que tiene la salida más aseada de los centrales y que había ganado empaque en pretemporada, sino por la de Araújo. El mexicano había llegado pocos días antes de competir en la Copa Oro con su selección. No pudo descansar ni compartir demasiadas sesiones con sus compañeros. Así que la elección de Coudet se entendió como un claro mensaje hacia Aidoo, que figura solo por delante de Domínguez y a expensas del central que falta por fichar.

Aidoo, que venía de jugarlo todo con el Genk, en el Celta ha sufrido los vaivenes en realidad colectivos del ciclo 19-21. Indiscutible para Escribá, más cuestionable para Óscar tras la llegada de Murillo y prescindible para Coudet, que lo alineó cuando sufrió bajas, pero que en once partidos ni siquiera lo utilizó.

El rol de Aidoo no ha cambiado de momento este verano. El central, el más veloz y expeditivo, con cierta facilidad para batir líneas, se caracteriza por esas pérdidas de concentración o errores de juicio puntuales que se traducen en goles del rival. Su principal lastre, con todo, son sus problemas con el castellano, al menos a ojos de Coudet.

El entrenador argentino entiende que necesita comunicarse con soltura con sus jugadores en el día a día. También que estos se relacionen con fluidez en los entrenamientos y partidos. Es un elemento básico en la aplicación de su libreto. No es fortuito que en la plantilla solo queden tres jugadores que no tengan el castellano entre sus lenguas nativas y que dos de ellos, Emre Mor y Okay, estén preparando su salida. Coudet solo ha aconsejado o aprobado contrataciones bajo ese mismo denominador común: Dituro, Cervi, Solari y Galán (e incluidos Ferreyra y Aarón).

Aidoo, de 25 años, se expresa en inglés. Ya escribe mensajes en castellano pero todavía le cuesta a nivel oral. Se esfuerza y recurre a frases sueltas. El club hace tiempo que le puso profesor. El ghanés ha asimilado la situación. En el trato interno se muestra siempre sonriente, amable, educado e incluso bromista. Nunca ha ocultado su ambición profesional, como cuando explicaba que había elegido a su compatriota Kuffour como mentor porque, como él, algún día jugaría en el Bayern. Para despegar, sin embargo, se le requiere primeramente el español hablado.

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