El Celta ha recibido indirectamente buenas noticias desde Londres después de que el delantero austriaco del West Ham Marko Arnautovic anunciase a través de su cuenta de Instagram que no va a abandonar el equipo londinense en este mercado de invierno

El anuncio de Marko Arnautovic ha supuesto un gran alivio para el Celta, que temía que la venta del artillero austriaco al fútbol chino proporcionase al West Ham liquidez para afrontar el pago de la cláusula de rescisión de Maxi Gómez (50 millones de euros).

El fichaje del delantero uruguayo es una vieja aspiración del equipo londinense, que ya intentó hacerse con los servicios del futbolista en el pasado mercado estival. Las elevadas pretensiones económicas del Celta frustraron entonces su marcha a la Premier League.

Pero Maxi sigue en el punto de mira del West Ham. Su técnico, el chileno Manuel Pellegrini, quiere al punta uruguayo a toda costa, y el club está dispuesto a complacerlo echando el resto por un futbolista que ha despuntado en su primer año en el fútbol europeo como uno de los mejores delanteros jóvenes de la LaLiga. La nueva ofensiva del equipo inglés, que recientemente envió emisarios a Vigo para negociar la compra de Maxi, se ha sustanciado en una suculenta oferta de 35 millones fijos, más 10 más en variables, la mitad de fácil cumplimiento. El Celta la ha rechazado y ha remitido al club londinense al pago de la cláusula de rescisión.

Pese a su alta cláusula, el club vigués no las tenía todas consigo para retener a Maxi. La pujanza económica de los equipos de la Premier League es siempre un riesgo a considerar y, en la actual situación deportiva del Celta, al borde los puestos de descenso, la marcha de un futbolista de la importancia de Maxi supondría un enorme revés para el equipo y una pérdida prácticamente imposible de reemplazar en el actual mercado.

Con estas premisas, no es extraño que el anuncio de Arnautovic de que no va a moverse de Londres, fuese recibido con enorme alivio ayer en la calle del Príncipe.